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Siete señales de alerta para saber cuándo debes separar a tus mascotas
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Siete señales de alerta para saber cuándo debes separar a tus mascotas

Una buena convivencia no es siempre algo fácil de conseguir, tampoco entre animales, es por eso que antes de que puedan hacerse daño lo mejor es separar a tus mascotas si corren peligro de hacerse daño

Foto: Perro y gato enfadados (iStock)
Perro y gato enfadados (iStock)

La coexistencia entre diversas mascotas en un mismo hogar puede derivar en una fuente inagotable de felicidad y compañía, tanto para los animales como para sus propietarios. No obstante, esta convivencia puede tornarse complicada e incluso peligrosa si no se gestiona adecuadamente.

Best Life recoge los consejos de profesionales veterinarios y expertos en comportamiento animal y elaboda una lista con siete señales de alerta que indican la necesidad de mediar y, posiblemente, separar a las mascotas para garantizar su bienestar.

La conviencia en un mismo espacio puede llegar a ser muy complicada y es por eso que hay que estar alerta y observar el comportamiento de nuestros animales para decidir si mantenerlos juntos o mejor separarlos.

Atención a la mirada

Una de las primeras alertas es la intensa fijación visual que puede presentar, por ejemplo, un perro hacia otro animal. Esta conducta puede ser precursora de un comportamiento agresivo, ya que indica un posible instinto predatorio activado.

placeholder Un perro mirando enfadado (iStock)
Un perro mirando enfadado (iStock)

La fijación visual, especialmente si se acompaña de gestos como lamerse los labios, puede ser un aviso de que el animal está a punto de entrar en un estado de excitación que podría derivar en un ataque.

Comportamientos agresivos y evasión

La manifestación de comportamientos agresivos es otra señal de alarma importante. La agresión puede tomar diversas formas, incluidos gruñidos, intentos de mordiscos o enfrentamientos físicos. Estas actitudes son indicativos claros de que es preciso actuar para prevenir posibles lesiones a las mascotas involucradas.

Por otro lado, si una mascota busca constantemente escapar o esconderse de otra, esto puede ser un indicio de que se siente acosada o amenazada, un comportamiento que puede inducir a un estado de estrés crónico en el animal afectado.

Acoso persistente y señales de advertencia

El acoso o bullying entre mascotas representa un problema serio, manifestándose a través de un comportamiento dominante constante de una mascota hacia otra. Este tipo de conducta puede impactar negativamente en la salud mental y física del animal acosado.

Es fundamental estar atento a gruñidos de advertencia, ya que estos sonidos son una forma de comunicación entre los animales para establecer límites

Además, es fundamental estar atento a gruñidos de advertencia, ya que estos sonidos son una forma de comunicación entre los animales para establecer límites. Sin embargo, si estos gruñidos se producen con frecuencia en situaciones de cercanía, es una clara señal de que no existe una convivencia armoniosa.

Dominancia alimentaria y estrés crónico

La competencia por la comida puede desencadenar tensiones significativas entre las mascotas. Observar a una mascota dominando los recursos alimenticios, hasta el punto de afectar la ingesta de otra, exige una acción inmediata.

Por último, el estrés crónico es un indicador de que la convivencia está afectando negativamente a las mascotas, manifestándose a través de cambios en el comportamiento habitual, como alteraciones en el apetito, vocalización excesiva o aislamiento social.

La detección temprana y la intervención oportuna son fundamentales para asegurar que la convivencia entre mascotas sea beneficiosa y enriquecedora. En situaciones donde las tensiones persistan, se recomienda consultar a un entrenador profesional o a un veterinario especializado en comportamiento animal, con el objetivo de proporcionar un entorno seguro y armónico para todas las mascotas del hogar.

La coexistencia entre diversas mascotas en un mismo hogar puede derivar en una fuente inagotable de felicidad y compañía, tanto para los animales como para sus propietarios. No obstante, esta convivencia puede tornarse complicada e incluso peligrosa si no se gestiona adecuadamente.

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