Cómo detectar la artritis en los perros: síntomas y señales

Al igual que las personas, los animales también pueden padecer enfermedades y una de estas es, por ejemplo, la artritis. Probablemente, hayas escuchado que alguien de tu entorno padece esta enfermedad, o seas precisamente tú quien la sufra; pues bien, tu perro también puede estar padeciéndola, ya que no es exclusiva de los seres humanos.

La artritis es una enfermedad que puede aparecer en los perros a cualquier edad y es muy fácil que la confundamos con cualquier otra dolencia física. Según recoge el veterinario Fausto Reyes en blog del Hospital Veterinario UNAM-Banfield: "La artritis es una lesión articular crónica que se caracteriza por la pérdida del cartílago articular, el engrosamiento de la cápsula articular, cambio en la composición del líquido sinovial y la formación de hueso nuevo alrededor de la articulación. Estos huesos se llaman osteofitos y de forma general produce dolor y disfunción de la extremidad o extremidades afectadas".

Aunque la artritis la puede sufrir un perro a cualquier edad, lo cierto es que sí que puede estar asociada tanto a la carga genética como a la edad y se puede complicar por otros factores como la obesidad o la actividad física que realicen. Además, esta enfermedad se caracteriza por ser progresiva y su grado de severidad dependerá del momento del diagnóstico.

Síntomas

Si tienes dudas sobre si tu perro puede o no estar sufriendo artritis, estos son los síntomas o las señales a las que tienes que estar alerta:

• Disminución de la actividad física
• Cojera
• Incapacidad de saltar
• Dolor, sobre todo al moverse
• Agresividad como respuesta al dolor
• Lamerse la zona afectada

Tratamiento multimodal

Si crees que tu mascota puede estar sufriendo artritis, debes llevarla al veterinario, y él será el encargado de determinar el tratamiento que le corresponde. No obstante, Fausto Reyes explica que este se puede enfocar en tres áreas: la eliminación de los factores predisponentes, el control de los mediadores de la inflamación y el mantenimiento de la salud articular.

Por tanto, el tratamiento de esta enfermedad será multimodal y podrá consistir en, según el grado de la enfermedad: control de peso, modificación de la actividad física, rehabilitación, control del dolor, suplementos articulares, moduladores de la enfermedad o cirugía.