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¿A qué se dedicaban los mosquitos cuando no había luces artificiales por las calles?
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UN POSIBLE MECANISMO DE ORIENTACIÓN

¿A qué se dedicaban los mosquitos cuando no había luces artificiales por las calles?

Se trata de una escena que damos por hecho. Pero... ¿A qué se debe que se sientan tan atraídos si en muchos casos les acaba provocando la muerte o ser engullidos por sus depredadores?

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Se trata de una escena que se repite cada vez que llega el buen tiempo, las flores germinan y los insectos hacen su trabajo. Al caer la noche, todos los mosquitos y polillas revoloteando alrededor de una bombilla o una farola. Estamos tan acostumbrados a esta visión que resulta extraño pensar un mundo en el que no hubiera iluminación artificial. Resulta curioso pensar que si nosotros, los seres humanos, no hubiéramos inventado estos dispositivos, los insectos que acuden a la luz no tendrían nada que hacer. ¿Un producto más del Antropoceno?

En realidad, la inteligencia de estos seres brilla por su ausencia: la mayoría de estos insectos se acercan tanto a la luz que acaban abrasados por su calor. O, si sobreviven, su destino no es mucho mejor, ya que acaban devorados por murciélagos y demás depredadores naturales. Si somos justos, se trata de una somera estupidez acercarse a la luz. Entonces... ¿Por qué no pueden dejar de hacerlo?

Según Avalon Owens, profesora de Harvard, "este estúpido círculo de comportamiento puede hasta distraer a los insectos de sus funciones vitales, como comer o reproducirse". Además, "las luces artificiales pueden estar contribuyendo a la reducción de las poblaciones de insectos en todo el mundo", asegura en un reciente artículo publicado en Live Science que intenta responder a esta pregunta.

Abundan muchas teorías y falsos mitos sobre por qué los insectos acuden con tanto frenesí a las luces artificiales. En 1965, se planteó la hipótesis de que los haces de luz podrían imitar la manera en la que se esparcen las feromonas en el apareamiento. Una teoría "de lo más descabellada", según afirma Yash Sondhi, experto en todo lo que concierne a las polillas del Museo Natural de Florida, en el diario científico anteriormente mencionado.

Recuerdos de una noche muy oscura

"Parece que los insectos vuelan hacia las luces artificiales porque están secuestrados por respuestas evolutivas muy antiguas", observa por su parte Owens. "Durante la gran mayor parte de la historia, la noche ha sido casi completamente oscura". Seguramente, después de esta explicación no verás con los mismos ojos esta escena. Esa noche ancestral, en la que solo el fuego puede iluminar... ¿Es la causa de que los mosquitos y polillas se vuelvan tan locos cada vez que encendemos una bombilla?

La iluminación artificial sirve como una estrategia de orientación, ya que para ellos "la luz significa arriba y la oscuridad más abajo"

Un estudio publicado este mismo año en la revista Nature Communications llegó a un hallazgo de lo más sorprendente. Básicamente, cuanto más atraídos se sienten, más intentan repeler la luz. El equipo dirigido por Sondhi descubrió mediante cámaras de gran resolución y velocidad que las polillas y libélulas en concreto se mantenían de espaldas la mayor parte del tiempo a la luz, o como mínimo se colocaban boca abajo.

Foto: Un científico explica el truco infalible para que dejen de molestarte las picaduras de mosquito en verano. (iStock)

El equipo recopiló 477 vídeos de 10 tipos de insectos y luego utilizó herramientas informáticas para rastrear su ruta de vuelo. Cada una de las especies se volteaba cada vez que una luz artificial era encendida. ¿A qué se debe entonces que los insectos vayan tanto a la luz teniendo en cuenta que pueden morir abrasados o en el estómago de algún murciélago? La teoría apunta a que usan la iluminación artificial como una estrategia de orientación, ya que para ellos "la luz significa arriba y la oscuridad más abajo".

"Es difícil que usen la gravedad para saber dónde está su cuerpo, porque su vuelo es como nadar en el aire", asegura Owens. "Y con las luces artificiales, de repente, la mitad iluminada del universo", es decir, intuimos que el mismo cielo, "no está donde debería". ¿Eso quiere decir que seres nocturnos como las polillas o las libélulas usan la Luna para orientarse? Los hallazgos sugieren que "si pones la luz en el suelo mirando hacia arriba, acabarán volcando y se estrellarán contra ella", señala Owens, lo que respaldaría la teoría de que usan esta luz para orientarse y, al colocarla de manera inversa o contra el suelo, es como si literalmente perdieran el equilibrio.

Se trata de una escena que se repite cada vez que llega el buen tiempo, las flores germinan y los insectos hacen su trabajo. Al caer la noche, todos los mosquitos y polillas revoloteando alrededor de una bombilla o una farola. Estamos tan acostumbrados a esta visión que resulta extraño pensar un mundo en el que no hubiera iluminación artificial. Resulta curioso pensar que si nosotros, los seres humanos, no hubiéramos inventado estos dispositivos, los insectos que acuden a la luz no tendrían nada que hacer. ¿Un producto más del Antropoceno?

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