¿Es cierto que los tiburones huelen la sangre a distancia y se sienten atraídos por ella?

Las películas, series, libros... que hemos consumido a lo largo de nuestra vida han condicionado muchas de nuestras creencias o pensamientos. Muchas veces, sin habernos informado sobre determinadas cuestiones, seguimos a ciegas lo que en realidad tan solo forma parte de la ficción y esto es lo que ha ocurrido con la sangre y los tiburones.

En muchas películas como Megalodón, Tiburón o Sharkanado hemos podido ver a los tiburones en escenarios de lo más sangrientos, pero la realidad, en la gran mayoría de ocasiones, difiere de la ficción y esto es lo que ha querido explicar Sandra, una joven influencer española que está de viaje un Hawái, en uno de los vídeos que ha compartido en su perfil de TikTok.

Sandra es influencer y ha compartido en su perfil muchos vídeos sobre su viaje a Hawái. En uno de ellos, ha explicado cuál es la verdad sobre los tiburones y la sangre: "Esta agua está llena de tiburones, yo estoy con la regla y estamos a punto de meternos. Es que no hay mayor mentira que nos hayan contado las películas que esa de que a los tiburones les atrae la sangre humana", ha explicado la joven en uno de sus vídeos.

¿Qué atrae a los tiburones?

Lo que sí que atrae verdaderamente a los tiburones, según Sandra, son los motores de los barcos. Es más, es gracias a los motores de los barcos que los turistas consiguen llamar su atención para poder nadar con ellos: "Nada más meterme en el agua me he dado cuenta de que el peligro somos los humanos".

"Como no tienen (los tiburones) muy buena relación con los humanos, en cuanto me intento acercar a él se aleja de mí"

Al meterse al mar a nadar con tiburones ha visto que uno de ellos estaba enganchado a un anzuelo y un hilo de pescar: "Y como no tienen muy buena relación con los humanos, en cuanto me intento acercar a él, se aleja de mí. No me hubiera dado ningún miedo ayudarle, pero entiendo que nos tengan miedo" por la gran cantidad de tiburones que matamos los humanos cada año.

Los matamos, a pesar de lo importantes que son para la conservación del océano, según Sandra, "ya que se alimentan de animales que tienen enfermedades y así evitan que estas se propaguen". Ha querido defender, también, que no son tan peligrosos como podríamos llegar a imaginar y que tan solo cinco "personas en todo el mundo mueren al año a manos del ataque de un tiburón".

Sandra se ha quedado completamente fascinada con la fauna que ha visto en su viaje por las profundidades del océano.