Un español que vive en Japón cuenta cómo ligan las chicas de allí: "Es rarísimo. Estoy flipando"
El joven profesor Alejandro Mesa acudió a su gimnasio como todas las mañanas y después al trabajo. Pero, al terminar la clase, apareció una extraña chica que le había estado siguiendo
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Cuando pensamos en un país como Japón, uno de los prejuicios más extendidos es que tienen una vida sexual pobre o altamente reprimida. No en vano es uno de los países que más pornografía consume y, a la par, en el que menos satisfechos sexualmente están sus habitantes. De algún modo, esto se plasma en las dificultades para ligar de chicos y chicas, en las que en ocasiones gana la timidez y la vergüenza. Pero lo que le ocurrió a este respecto a Alejandro Mesa, un profesor español residente en Japón, le dejó más que boquiabierto.
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"Estoy flipando", arranca su vídeo, que ya cuenta con más de 300 comentarios. "Esta mañana he ido al gimnasio como hago dos o tres veces por semana", relata. Después, acude a su puesto de trabajo en un colegio y da una clase como todos los días, de manera normal. Al terminar, se queda solo en el aula. "Y de repente entra una chica en la clase y se me pone a hablar en japonés superrápido". El tiktoker confirma que no se entera de nada de lo que dice, tan solo es capaz de comprender dos palabras: "personal trainer".
"Ha venido hasta aquí para decírmelo"
"Le digo que no, que no soy entrenador de gimnasio y que se está equivocando", expresa. "La chica se ríe y se va. Y justo aparece un compañero que sabe japonés. Entonces le digo que a ver si me puede traducir lo que quiere decir la chica, que no estoy entendiendo nada. Hablan entre ellos, se empieza a reír mi compañero y me dice: 'A ver, ¿tú has ido al gimnasio esta mañana?' Y le respondo que sí. 'Es que esta chica estaba en el gimnasio también'". Él admite que no se ha fijado y no le suena. Al final, le responde que le ha estado observando cómo hace los ejercicios y que le parecía que lo hacía muy bien. "'Ha venido hasta aquí para decírtelo', me dice".
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La chica le había seguido desde que salió del gimnasio, entró en el colegio y, por si fuera poco, esperó a que terminara la clase que estaba dando para dirigirse a él. Solo porque le había gustado. Él, extrañado, se da cuenta de que estaba intentando ligar con él. "No me ha pedido el número de teléfono ni el Instagram", concluye. "Ni siquiera me ha dicho cómo se llama, simplemente me ha dicho 'que sepas que voy a tu gimnasio, el próximo día ya nos vemos'. Estoy flipando. Yo pensaba que esta gente era supertímida, es rarísimo".
Cuando pensamos en un país como Japón, uno de los prejuicios más extendidos es que tienen una vida sexual pobre o altamente reprimida. No en vano es uno de los países que más pornografía consume y, a la par, en el que menos satisfechos sexualmente están sus habitantes. De algún modo, esto se plasma en las dificultades para ligar de chicos y chicas, en las que en ocasiones gana la timidez y la vergüenza. Pero lo que le ocurrió a este respecto a Alejandro Mesa, un profesor español residente en Japón, le dejó más que boquiabierto.