El truco para distinguir el estropajo de limpiar los platos del resto y dejarlo libre de gérmenes

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Estamos acostumbrados a utilizar el mismo estropajo para fregar los platos, limpiar la campana extractora o desinfectar distintas superficies de la cocina. Sin embargo, este acto cotidiano puede tener consecuencias muy peligrosas para nuestra salud, puesto que se trata de uno de los objetos de limpieza caseros más sucios que hay en casa.

¿La razón? Puede contener hasta 50.000 millones de microorganismos y gérmenes por centímetro cúbico de superficie. Por este motivo, es fundamental llevar una correcta desinfección del estropajo después de cada uso, ya que así evitaremos peligros innecesarios. No obstante, estos deben ser sustituidos cada tres semanas para una mayor higiene y calidad en su uso.

¿Cómo desinfectar y distinguir un estropajo de otro?

Para desinfectarlos, lo más sencillo es colocar el estropajo en un recipiente con agua fría y meterlo durante dos minutos en el microondas a máxima potencia. Tras dejarlo reposar, se saca, se escurre y se deja secar. En caso de no tener este electrodoméstico, se puede hervir agua y añadir vinagre blanco. Después se sumerge el estropajo y se deja actuar durante 20 minutos.

Para evitar equívocos y confusiones, lo mejor es cortar la esquina del estropajo con una tijera

En cualquier caso, y para evitar equívocos y confusiones, lo mejor es cortar la esquina del estropajo con una tijera. De este modo, se distinguirá del resto de estas esponjas que utilizamos en casa para otros usos, como la limpieza del baño. Así evitaremos correr riesgos al confundir un estropajo destinado a un uso con el de limpiar los platos.