¿Por qué a los Franciscos se les llama Paco? Esta es la curiosa historia detrás del nombre

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Si conoces a algún Paco, quizás en su Documento Nacional de Identidad (DNI) no aparezca este sino su verdadero nombre: Francisco. O no, porque este hipocorístico ya puede ser elegido para llamar a tu hijo. Pero lo que está claro es que no existiría sin Francisco.

Paco no es un nombre como tal, sino un hipocorístico. Así se denominan también a los nombres Lola, Pepe, Charo, Maite, Pancho, Goyo, Mamen… La lista es más larga de lo que parece y a lo largo del tiempo la evolución del lenguaje los ha convertido en nombre comunes.

El origen del vínculo entre Paco y Francisco

Los nombres hipocorísticos son las formas abreviadas, diminutas o infantiles que se usan como designación cariñosa, familiar o eufemística. De ahí que en los documentos oficiales y formales se refleje lo que pone en el DNI y en el día a día hayas adquirido la forma que generalmente es más corta.

En muchos casos se produce para reducir el tamaño, sobre todo en los nombres compuestos largos. En el caso de Francisco, el origen de esta transformación lingüística puede estar en la figura cristiana de San Francisco de Asís. Se cree que al denominarse “Pater Comunitatis” en latín (Padre de la Comunidad) se le acuñó Pa.Co. Una forma abreviada que se extendió entre el pueblo y empezó a utilizar de forma cariñosa para llamar a los franciscos.

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Esta explicación coincide con la creación del nombre Pepe, que se emplea para llamar a los Josés y viene de “Pater Putativus”. Sin embargo, la razón más precisa apunta a que el vínculo entre Paco y Francisco se traduce en una evolución propia de la palabra, ya que repiten la sílaba final. Y Fra podría haber evolucionado a Pa. Ocurriría lo mismo que con Francho y Pancho. Además, su popularización se pudo producir por el uso humorístico para denominar al tirador moro por parte de los soldados españoles en África.