Una española que vive en EEUU enseña la factura que le ha llegado tras ir al hospital por un golpe en la cabeza

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El sistema sanitario de Estados Unidos es un mundo aparte, en el que un simple golpe en la cabeza te puede salir muy caro. La tiktoker Keltse Arroyo, una española que está viviendo en EEUU, muestra la factura que le ha llegado a casa tras un pequeño accidente que tuvo hace un par de meses poniendo la lavadora, en el que se dio un golpe en la cabeza.

Para descartar problemas mayores, Keltse decidió acudir a urgencias de un hospital de Nueva York, y así quedarse tranquila. Semanas más tarde, como cuenta en un vídeo en su perfil de TikTok, ha recibido una carta del hospital que incluye la factura total que debe pagar por la revisión que le hicieron. “No sé si me esperaba más o menos”, afirma la joven, que ahora debe “batallar con el seguro para que se hagan cargo”.

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María del Pilar Díaz

Como explica Keltse, al llegar al hospital se pasó bastante tiempo en la sala de espera. Posteriormente, el médico la llamó, y solicitó que le hicieran un electro y un análisis de orina. El médico también le hizo una exploración física, para comprobar si podía mantenerse de pie, caminar, leer o hablar correctamente y así descartar un traumatismo grave.

Más de mil euros

Al terminar todas las pruebas, tras “seis horas” en urgencias, Keltse recuerda que le mandaron “dos o tres pastillas” y la enviaron a casa. Para estos menesteres, la joven española cuenta con un seguro con copago, que intentó emplear al llegar a la sala de urgencias, pero que no le solicitaron.

Solo ir a la sala de exploración del hospital ya le ha costado 250 dólares, unos 228 euros al cambio. En total, la factura marca la friolera de 1.355,11 dólares, unos 1.240 euros al cambio. En la misma factura, que tiene como plazo máximo para pagar el 11 de enero, está indicado que, si se posee seguro médico, se rellene el formulario adjunto y se reenvíe al hospital.

Ahora, lo que Keltse intentará será rellenar el formulario y enviarlo para que su seguro cubra parte de los gastos. Como explica la joven, “no es nada fácil” y, aunque tiene todos los documentos del seguro, no ha sabido encontrar “la mitad de las cosas”, y tampoco sabe si le aplicarán una rebaja en su factura.