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Esta joven onubense es una de las mayores expertas en jeroglíficos del Antiguo Egipto (y hablamos con ella)
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EN TIEMPOS DE FARAONES

Esta joven onubense es una de las mayores expertas en jeroglíficos del Antiguo Egipto (y hablamos con ella)

Desmentimos algunos de los mitos más comunes con esta egiptóloga española que es toda una eminencia en la lectura e interpretación de los Textos de las Pirámides

Foto: Victoria Almansa-Villatoro en una foto cedida.
Victoria Almansa-Villatoro en una foto cedida.

Todo empezó con un cómic de Astérix y Obélix que le regaló su abuelo cuando todavía era una niña. En él, estos dos héroes compartían escenario con la mismísima Cleopatra. Y, como si se tratara de una secuencia de fichas de dominó, la inquietud por el Antiguo Egipto entró en su vida con la fuerza de un huracán. Victoria Almansa-Villatoro aglutina más de 20 publicaciones académicas y en revistas especializadas, participa en museos y conferencias de egiptología e investiga dentro de la prestigiosa Harvard Society Fellows, donde disfruta de una beca postdoctoral para completar sus libros y publicaciones.

Recientemente, la National Geographic publicó un artículo sobre su trayectoria y sus descubrimientos, centrados sobre todo en la lectura de jeroglíficos, siendo una de las mayores expertas en el mundo en la lectura e interpretación de los Textos de las Pirámides, un conjunto de conjuros y súplicas grabados en las paredes del interior de las pirámides y dedicados al faraón en su viaje al más allá. "Son pirámides que se construyeron en el tercer milenio a. C., en la época que conocemos como Reino Antiguo, y luego también se volvieron a copiar en épocas más tardías", explica a este diario. "Su función principal, o eso es lo que pensamos, es la de ayudar al rey a superar las sucesivas pruebas para llegar al más allá hasta convertirse en una estrella en el cielo. Ese era el destino del faraón, un destino que luego cambia en épocas posteriores".

¿Cómo se lee un jeroglífico? Según explica Almansa-Villatoro, no solo es un conjunto de dibujos que alegorizan algo, como tendemos a pensar. "Están compuestos de ideogramas, que son signos que representan ideas, fonogramas, que representan sonidos, y también determinativos, que son signos que se ponen al final de la palabra para clasificarla y así cambiar su significado", señala. No cualquiera puede dar con una traducción más o menos ajustada, ya que "necesitas un diccionario porque cada signo, dependiendo de dónde se encuentre, tiene un significado distinto". Así, calcula que para interpretar unas pocas líneas puede llevarle un día entero. "Los Textos de las Pirámides, en particular, son bastante difíciles de traducir porque están llenos de metáforas, de simbología que no entendemos del todo".

"La idea moderna que tenemos de jerarquía social no funciona tan bien cuando miras las fuentes históricas. La organización social del Antiguo Egipto se basaba más en la dependencia"

Por otro lado, ninguna persona del presente puede hablar la lengua que por entonces se hablaba en el Antiguo Egipto. Este es otro mito que la académica despeja, ya que "los jeroglíficos están escritos con consonantes, pero no con vocales, por lo que es imposible saber cómo se pronunciaba". Entonces, cuando decimos "Tutankamón", esas vocales que pronunciamos en realidad nos las hemos inventado. Además, los habitantes del Nilo hablaban egipcio antiguo, que evolucionó a lo largo de los milenios pasando por cinco fases: egipcio arcaico, egipcio medio, neoegipcio, demótico, y copto. Las tres primeras fases de la lengua se podían escribir tanto en jeroglífico como en hierático, pero el demótico y el copto tenían su propia escritura. Esta última es la más reciente, llegando hasta la era de los griegos y los romanos, y en la liturgia de la iglesia cristiana copta, incluso a nuestra época actual.

"El copto era el idioma que se hablaba en Egipto durante la época romana", añade Almansa-Villatoro. "Lo bueno que tiene es que se escribe con el alfabeto griego y, como los griegos tienen vocales, podemos leer un texto copto y sonará más o menos parecido a como se hablaba entonces. No es la misma lengua que se usaba en el Antiguo Egipto, pues pasaron varios siglos entre medias y evolucionó". De alguna forma, podríamos trazar una analogía entre el egipcio copto y antiguo similar a la del latín y el español.

No tan esclavos

Otro de los grandes mitos, alimentados por las películas de Hollywood, era el relativo a la organización social del Antiguo Egipto. Tendemos a pensar en esta como una sociedad muy estamental, en el que todo el pueblo era esclavizado a las órdenes de un único faraón y su familia. "Es probable que fuera así, pero no sabemos nada de este 'pueblo llano' que era la mayoría de la población", asevera la experta. "La idea moderna que tenemos de jerarquía social no funciona tan bien cuando miras las fuentes históricas, ya que nos basamos en la herencia cultural del marxismo y en el hecho de vivir en una sociedad capitalista. Al mirar las fuentes, sospecho que la organización social se basaba más en la dependencia: una familia entera podía vivir alrededor de un 'patrón' como lo llamamos ahora en egiptología, y el resto de la familia o los vecinos podían vivir dependiendo de estos 'jefes'".

"Nadie se cuestiona que grandes obras de Occidente, como el Partenón de Atenas, fueron construidas por seres humanos, pero todo el mundo mira con sospecha a las pirámides"

"Lo que se nos suele enseñar es que la realidad política del Antiguo Egipto venía presidida por un faraón, pero al final este es solo la máxima figura de su capital y su gente, ya que había muchas realidades sociopolíticas con sus respectivos jefes locales, jefes provinciales o jefes de familia", prosigue Almansa-Villatoro. También depende del período en el que nos fijemos. El Antiguo Egipto se divide en el Reino antiguo, Reino medio, Reino nuevo y época tardía de acuerdo al faraón que gobernaba, pero también hay "períodos intermedios en los que el poder estaba descentralizado". Tendemos a imaginar a los habitantes del Antiguo Egipto sometidos a su faraón, pero esto no es más que una interpretación emanada del espíritu histórico de nuestra época, ya que "los períodos intermedios son tan ricos como los Reinos, la única diferencia es que no hay un único faraón".

"Vivimos en una sociedad actual en la cual existe tanta burocracia que nos cuesta imaginar la gobernanza de un país de un modo descentralizado", sostiene la egiptóloga. "La gente podía gobernarse de forma individual y autónoma, y funcionar mejor. Tendemos a mirar el pasado con nuestros ojos del presente, y las cosas no tenían que ser como son ahora, con una burocracia y una sola persona que gobierna todo". También hay otro hecho a tener en cuenta: "En Egipto la mayoría de las fuentes que sobrevivieron son fuentes reales, es decir, textos del rey o relativos a su figura", que además "se escribían sobre la roca, que es el material que más sobrevive". El pueblo llano, como era de imaginar, no sabía escribir, y sus edificios estaban hechos de adobe, un material que se degradaba con suma facilidad.

Los extraterrestres y las pirámides

Otro de los temas sobre el que más se ha especulado del Antiguo Egipto es el de que las pirámides no podrían ser construidas por los seres humanos debido al peso y tamaño de las rocas empleadas, así como por su dificultad a la hora de trasladar. Al igual que con los mayas, hay una teoría muy extendida que dice que estas edificaciones majestuosas fueron construidas por un tipo de fuerza sobrenatural o no humana, es decir, por extraterrestres. Esto, como ya argumentamos en otra ocasión y han demostrado los estudios, se basa en un prejuicio racista. "Nadie se cuestiona que grandes obras arquitectónicas de Occidente, como el Panteón de Roma o el Partenón de Atenas, fueron construidas por seres humanos, pero todo el mundo mira con sospecha a las pirámides de Egipto o las de los mayas", razona Almansa-Villatoro.

Foto: Foto: iStock.

"Es cierto que no sabemos exactamente cómo las construyeron, pero eso no significa que una fuerza sobrenatural les ayudara a hacerlo", prosigue la egiptóloga. "A mí lo que me interesa no es tanto el tema de la ingeniería que hay detrás de estas edificaciones, sino la movilización social que se tuvo que dar para llegar a construirlas. Como te decía antes, el país no estaba tan centralizado como solemos pensar. Aun así, sí que es cierto que todos los ciudadanos se desplazaron para construir las pirámides hal norte"

"Durante mucho tiempo ha existido el mito de que las pirámides las construyeron esclavos", concluye. "Pero esto no es así, las construyeron egipcios que estaban trabajando para el estado de la misma forma que tú ahora pagas impuestos. A lo mejor, una sola persona ayudaba a su edificación una vez al año y se iban alternando para viajar a la zona de las pirámides o hacer otro tipo de servicio, un poco como el servicio militar. A mí es eso lo que me fascina, la capacidad del faraón para movilizar a un país entero para que construyera estos monumentos".

Todo empezó con un cómic de Astérix y Obélix que le regaló su abuelo cuando todavía era una niña. En él, estos dos héroes compartían escenario con la mismísima Cleopatra. Y, como si se tratara de una secuencia de fichas de dominó, la inquietud por el Antiguo Egipto entró en su vida con la fuerza de un huracán. Victoria Almansa-Villatoro aglutina más de 20 publicaciones académicas y en revistas especializadas, participa en museos y conferencias de egiptología e investiga dentro de la prestigiosa Harvard Society Fellows, donde disfruta de una beca postdoctoral para completar sus libros y publicaciones.

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