Los motivos por los que no consigues perder peso aunque hagas ejercicio

Perder peso puede ser un proceso agotador. Sobre todo porque no ves resultados inmediatos, lo que puede lastrar tu motivación y con ello poner en peligro la continuidad de tus propósitos a corto y largo plazo. Si fuera tan fácil, no habría que hacer tantos sacrificios. Debes sobreponerte a la frustración de no disminuir los números que ves en la báscula cada mañana y mantenerte firme en tu objetivo. Pero, ¿qué sucede si pasan los días y las semanas y a pesar de todo sigues sin notar una disminución sustancial?

Ante todo, paciencia. No existe una fórmula mágica para bajar de peso, y dependiendo de tu constitución física y el estilo de vida que hayas adoptado, será un proceso lento, gradual o rápido. "Si bien se pueden observar cambios durante el primer mes, alcanzar una serie de objetivos puede llevar entre tres y seis meses", asegura Sydney Yeomans, profesora de fitness, en un reciente artículo publicado en la revista Eat This Not That.

La pérdida de peso está influenciada por factores como la genética, la calidad de los entrenamientos y la dieta. Cada cuerpo es un mundo, por lo que una de las mejores cosas que puedes hacer es intentar conocer cómo funciona tu organismo para dar con la dieta y el tipo de ejercicio que más se ajusten a tu condición. Si ya estás en camino y no ves resultados por ninguna parte, tal vez hay alguna cosa que estés haciendo mal. Aquí van una serie de posibilidades.

Tu dieta no es tan eficiente

El motivo de peso por el que no estás viendo ningún avance. Muchas personas creen que si haces ejercicio ya la pérdida de peso está asegurada, pero lo cierto es que si no lo complementas con una dieta más o menos estricta o que restrinja los carbohidratos, azúcares y grasas saturadas, poco estarás haciendo. "Existe una idea errónea de que comer una o dos veces al día y a la vez hacer actividad física conseguirás adelgazar", asegura la experta. "Sin embargo, el cuerpo no funciona de esta manera. Es muy importante no comer en exceso y no pasarse con las calorías, las cuales obstaculizan tu objetivo".

No duermes bien o lo suficiente

¿Qué tiene que ver la pérdida continuada de peso con el sueño? Realmente mucho. "La falta de sueño puede afectar a las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo, haciendo que adelgazar sea mucho más difícil", asevera Tyler Read, entrenador personal. Evita las cenas copiosas o los horarios de sueño irregulares, así como la luz azul antes de irte a dormir. Desactiva todos tus dispositivos electrónicos e intenta hacer algo relajante antes de caer rendido, como leer un libro.

Solo te centras en perder o ganar peso

No te obsesiones con el hecho de ver que el número de la báscula no baja. Y tampoco con el propio hecho de perder peso. "Cuando uno hace ejercicio correctamente y mantiene una dieta sana, las fluctuaciones de peso son naturales", asegura Yeomans. "Si tu peso se mantiene constante a pesar de hacer todo bien, puede ser porque está construyendo músculo. Dado qeu el músculo es más denso que la grasa, es posible que no veas ninguna alteración, pero observarás un cambio favorable en tu físico. Es crucial evaluar la composición corporal general, incluido el porcentaje de grasa corporal y masa muscular".

No eres consistente

Para lograr adelgazar necesitas ser constante. Y, del mismo modo, comer bien y hacer la rutina de ejercicio adecuada. "Perder peso depende, más o menos, de un 80% de la dieta y otro 20% del ejercicio", asegura Yeomans. "Muchos creen que con comer de vez en cuando sano y hacer ejercicio regularmente se logrará una pérdida de peso". No seas conformista y apunta alto, de lo contrario volverás al punto de partida.