¿Sudas demasiado? Cómo diferenciar si es algo normal o deberías preocuparte

La sudoración es el mecanismo natural por el cual el cuerpo regula su temperatura si en el ambiente exterior hace mucho calor como para sobrecalentarse. Ahora que estamos en pleno verano, es algo completamente normal llegar a casa empapado en sudor debido a las altas temperaturas, lo que sin duda supone una gran incomodidad no solo para quien produce sudor, sino para quien está junto a él por el fuerte olor que desprende.

¿Cuál es el mejor método para atajar o al menos calmar el sudor? Cesar de hacer toda actividad física y beber agua para reponer los electrolitos perdidos. Sin embargo, cuando notas que estás sudando demasiado sin tampoco estar realizando demasiado esfuerzo físico o pasando demasiado calor, puede que exista un problema de hiperhidrosis por diferentes motivos. Algunos de ellos son puramente hereditarios, pero otros están relacionados con el estilo de vida y la dieta que llevamos.

Puede que el problema esté en los medicamentos o en la ingesta habitual de alcohol o grasas, contra la que el cuerpo se defiende liberando sudor

Lo peor para las personas aquejadas de esta afección no son los efectos que genera en su cuerpo, sino la vergüenza y ansiedad social que produce en su entorno el hecho de estar siempre empapado. Una de las señales más evidentes de que sudas demasiado es notar que te gotea constantemente la cara o la cabeza o que se te resbale sin control un bolígrafo o el ratón del ordenador.

Posibles causas y tratamientos

Puede que el problema esté en los medicamentos que sueles tomar. Algunos antidepresivos o analgésicos pueden producir sudoración excesiva. Del mismo modo, también la ingesta habitual de alcohol o grasas, contra la que el cuerpo se defiende liberando las toxinas por la piel. Si no cumples con ninguna de estas dos variables, ve al médico para que te aconseje, ya que puede haber otras razones detrás. Sobre todo debes acudir si presentas, además de la sudoración, síntomas de mareo, dolor en el pecho o la mandíbula, la piel fría o un pulso cardíaco muy rápido, como avisa la Clínica Mayo.

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El Confidencial

Entre los tratamientos, destaca el uso de anticolinérgicos, que "ayudan a bloquear las señales de los nervios que avisan a las glándulas sudoríparas para que produzcan sudor", explica Pamela Mehta, médica deportiva californiana, en un artículo reciente de The New York Post. Estos fármacos, evidentemente, solo se prescribirían cuando otras líneas de prevención frente a la sudoración excesiva fallan, como el uso de desodorantes antitranspirantes o ropa adecuada (de lino, la cual favorece la circulación del aire entre la ropa y la piel).

En casos muy graves, el paciente de hiperhidrosis se tiene que someter a cirugía para cortar los nervios que mandan las señales de sudor (la parte torácica de la cadena simpática), como explica la doctora. Un tratamiento que resulta de lo más invasivo y solo se recomienda para casos realmente graves. También puede abordarse la extirpación de las glándulas sudoríparas de las axilas mediante escisión, liposucción, curetaje o láser. Aunque aquí, en otro artículo, hablamos de remedios caseros y naturales para aliviar el exceso de sudor.