Es noticia
Esto es lo primero que deberías hacer con una prenda de ropa que acabas de comprar
  1. Alma, Corazón, Vida
No lo olvides

Esto es lo primero que deberías hacer con una prenda de ropa que acabas de comprar

Es muy difícil resistirse a ponerse esa prenda nueva que te acabas de comprar con la que te ves estupendo o estupenda, pero... ¿deberíamos esperar?

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Estrenar se nos da bastante bien a todos. Esa sensación de ropa nueva, ropa limpia, parece que otorga un plus extra de autoestima. Todo acaba cuando llegamos a casa y el cuerpo nos pica por todas partes. Ni autoestima ni autoestimo. Una erupción por aquí y otra por allá es lo que tenemos entonces. Pero, ¿por qué?

Puede ser difícil resistirse a ponerse esa prenda nueva con la que te ves estupendo o estupenda, pero los dermatólogos insisten en que hay que tener prudencia. Se llevan las manos a la cabeza cuando nos ven volviendo al probador tras pasar por caja para irnos de la tienda con nuestra nueva camiseta puesta, o nuestro nuevo pantalón, o nuestro nuevo vestido. Y razón no les falta, bien lo sabe nuestra piel.

Foto: (iStock)

Con la pandemia, el temor por los gérmenes se acrecentó. Ya no parecía raro considerar que había que protegerse de ellos, por ejemplo, lavándonos las manos con más frecuencia de lo que lo hacíamos antes (si es que lo hacíamos) a lo largo de una jornada. Algo parecido sucedió con nuestra ropa cuando en los primeros meses de confinamiento y posteriormente durante el mismo desconfinamiento, lavarla era una inercia compartida antes de volver a usarla. Tres años después, lo hemos olvidado. Pero nuestra piel no olvida: picores, rojeces, eczemas o reacciones más complejas son algunas de las formas que esta tiene para avisarnos de ello.

No hacerlo puede ser peligroso

Los profesionales están de acuerdo en que cualquier nueva prenda que adquiramos debería pasar por la lavadora antes de acabar en nuestro cuerpo durante horas. Lo contrario, dicen, es antihigiénico y hasta peligroso.

placeholder (iStock)
(iStock)

Solo tienes que pensar en todas las personas que han manipulado esa camiseta antes que tú. Durante su fabricación, durante el transporte, durante su estancia en la tienda, de probador en probador... No se trata de entrar en pánico, sino de tener en cuenta que todos portamos bacterias y otros seres diminutos que sin querer vamos dejando por donde pasamos. Y ellos están deseando de pasar de una persona a otra para sobrevivir.

Pero no solo por parte del contacto directo con unas manos y otras, o unos cuerpos y otros, las prendas nuevas se convierten en un problema si no las lavamos. Para permanecer en una tienda, o para atravesar un país, un continente o el océano cuando se envía ropa, esta es sometida a la forma estandarizada de conservación para que no aparezca en ella moho, por ejemplo, si está expuesta a ambientes húmedos: con el uso de algunos conservantes.

Te lo dice tu piel

Uno de esos conservantes es el formaldehído. Según recoge en un artículo The Wall Street Journal, un estudio de 2010 realizado por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos, en el país norteamericano se da un uso excesivo de este, a pesar, incluso, de que está vigilado por estrictas regulaciones. Cuando ingredientes como estos llegan a nuestra piel directamente, nada bueno sucede.

placeholder (iStock)
(iStock)

Más recientemente, en 2019, la revista Time señaló cómo también los colorantes químicos con los que se bañan los tejidos, o que se encuentran en materiales sintéticos como el poliéster y el nailon, "pueden estar presentes en niveles más altos en una prenda de vestir nueva y sin lavar". Al no tratarse de colorantes naturales, producen alergias con facilidad.

Y eso es solo la punta del iceberg. Como apuntan en Business Insider, existen elementos carcinógenos conocidos en ciertas prendas de vestir, como los tintes azoicos que se usan para darle a los vaqueros ese azul característico. Algunos de esos tintes, de hecho, están prohibidos en la UE, pero las compras por Internet hacen que sea una medida insuficiente. Es por todo esto por lo que lavar nuestras prendas nuevas es lo primero que deberíamos hacer, no estrenarlas.

Estrenar se nos da bastante bien a todos. Esa sensación de ropa nueva, ropa limpia, parece que otorga un plus extra de autoestima. Todo acaba cuando llegamos a casa y el cuerpo nos pica por todas partes. Ni autoestima ni autoestimo. Una erupción por aquí y otra por allá es lo que tenemos entonces. Pero, ¿por qué?

Estilo de vida Ropa
El redactor recomienda