Un argentino alucina ante esta costumbre española: "¿Estoy delirando o es muchísimo?"

Hay una característica española que parece sorprender a todo aquel que visita el país proveniente de otro, sea cual sea. Una característica por la que se nos identifica sin que nos demos del todo cuenta, porque así como hemos monetizado otras desde la cultura misma, desde el flamenco a la paella, hasta el punto de vaciarlas, algunas se nos siguen escapando, incrustadas en la inercia del día a día.

Los japoneses, por ejemplo, demuestran siempre ser eso que se dice que son: reservados hasta límites insospechados, entregados a su espacio privado, negados a compartirlo sin un protocolo riguroso de por medio que mitigue el proceso de estar solo a estar acompañado. Pues bien, los españoles estaríamos en el vértice opuesto. Nuestra forma de relacionarnos, desde luego, es distinta. No te descubrimos nada si decimos que somos más "abiertos", ¿pero qué es exactamente ser abiertos?

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El Confidencial

Resulta que somos abiertos de forma literal, que lo abrimos todo, nuestro corazón, nuestras ventanas y… nuestras puertas. En otras palabras, que confiamos mucho en lo desconocido, ¿quizás demasiado? Eso es lo que piensa Manu Guija, un joven usuario de TikTok que no sale de su asombro por las calles de Madrid al comprobar que puede entrar en cualquier edificio de vecinos sin esfuerzo alguno.

"¿Me abrirías? Que me olvidé las llaves"

Guija es argentino, y asegura que allí eso de llamar y que te abran sin saber quién eres sería imposible. "Una cosa que me flashea de acá de España es la confianza que tienen en algunas cosas", dice al comienzo de su vídeo, que en cuestión de cinco días ha reunido casi 200.000 me gusta y más de 15.000 comentarios. Del lenguaje coloquial argentino, flashear vendría a ser en este contexto algo así como "me apasiona", "me encanta" o, en una línea similar, "me flipa". El joven va caminando por la calle mientras dice esto, y acto seguido, llama a un portero automático.

Al otro lado, suena una voz: "¿Sí?". Él responde: "Perdona, ¿me abrirías? Que me olvidé las llaves". Rápidamente, la voz abre la puerta. ¡Tachán! Vale, sí, puede parecer casualidad, cosas que pasan solo una vez… Así que decide volver a probar.

El tiktoker se acerca entonces a otro edificio y repite el gesto, pero esta vez responde con otra "mentira": "Sí, cartero de Correos". Vuelve a conseguirlo, la puerta se abre. “Tocas el timbre en cualquier edificio, en cualquier portal y te abren la puerta”, dice con sorpresa.

Una puerta y otra y otra...

De la misma forma, prosigue comprobando que para acceder a algunos bloques ni siquiera hay que llamar, porque mantienen su puerta principal abierta. En otros, responden a su llamada al portero abriéndole directamente. "¿Estoy delirando o es muchísimo?", señala a sus seguidores, "no tuve ni que mentir".

"¿No es una confianza ya extrema que toques el timbre y te abran la puerta de su casa sin siquiera decirle quién sos?"

"Entiendo que yo estoy malacostumbrado porque vengo de Argentina y me parece insólito esto, ¿pero no es 'un montón' que toques el timbre y te abran la puerta de su casa sin siquiera decirle quién sos? ¿No es una confianza ya extrema?", añade. Nadie parece preocuparse porque sea un desconocido accediendo a los pasillos que llevan a sus casas.

Muchos jóvenes españoles se han lanzado a responderle con humor en los comentarios, demostrando que no se puede generalizar (incluso cuando encuentres numerosas pruebas para hacerlo en un solo barrio): "Luego estoy yo que cuando no espero a nadie y pican a la puerta apago la música y hago como que no hay nadie en casa", dice un usuario. Otros, le recuerdan que, en realidad, el asunto tiene cierto truco: "Esa confianza es solo porque hay otra puerta particular cuando subes".