¿Es mejor ser hijo único o tener hermanos? Esto dicen los estudios al respecto

Si tienes hermanos sabrás lo que es tener que compartir los juguetes y el amor de tus padres. Pueden ser un auténtico fastidio en muchas ocasiones, y una fuente de discusión, gritos y patadas. Pero también están ahí para ayudarte si te caes en el patio del recreo o si de mayor tienes problemas económicos. A pesar de ello, la investigación psicológica suele ignorar en gran medida la importancia de las relaciones entre hermanos.

Según informa 'Psychology Today', el inexplicable abandono comenzó con el mismo Sigmund Freud. El fundador del psicoanálisis se refiere a la relación entre hermanos solo cinco veces en sus dos docenas de volúmenes de trabajo. Más de un siglo después, solo durante las últimas dos décadas, los investigadores comenzaron a realizar estudios significativos sobre cómo los hermanos dan forma a la vida de los demás.

Desde tiempos de Freud, la investigación psicológica y psiquiátrica suele ignorar en gran medida la importancia de las relaciones entre hermanos

Igual que los padres son fundamentales en la infancia, los hermanos también pese a que los psicoanalistas suelen pasarlos por alto. Juegan con ellos más que con nadie y son con los que se suele compartir la relación más larga de la vida. Desde sus primeros días juntos, los hermanos ejercen una profunda influencia en el crecimiento saludable y el bienestar de los demás.

Un nuevo libro del psiquiatra Robert Waldinger reafirma la importancia de las relaciones entre hermanos. Usando datos de varios estudios de Harvard, ha determinado que “las buenas relaciones nos mantienen más felices, más saludables y nos ayudan a vivir más tiempo”. Los participantes que tenían peores relaciones con sus hermanos también tenían una mayor probabilidad tanto de sufrir depresión mayor como de consumir de drogas.

La relación entre hermanos fue crucial para el bienestar de por vida que otros factores como la cercanía de la infancia con los padres, los problemas emocionales en la infancia, el divorcio de los padres o incluso el matrimonio y la carrera. Es lógico, entonces, que el conflicto entre hermanos pueda ser estresante no solo para los hermanos enemistados, sino también para familias enteras, y puede contribuir sustancialmente a la depresión y la soledad entre los adultos. Otros estudios han corroborado estos hallazgos.

Los participantes que tenían peores relaciones con sus hermanos también tenían una mayor probabilidad tanto de sufrir depresión mayor como de consumir de drogas

Estudios recientes han indicado que las relaciones entre hermanos tienen una influencia significativa en el desarrollo. Por ejemplo, los adolescentes que percibieron que sus hermanos validaban sus creencias y sentimientos reportaron niveles más altos de autoestima y el apoyo de los hermanos y una fuerte relación entre hermanos se correlacionan con un mejor rendimiento académico. Para los niños en o en riesgo de pobreza, con condiciones como discordia familiar, enfermedad mental de los padres y/o divorcio, la presencia constante de una persona emocionalmente estable, como un hermano mayor, mejoró sus posibilidades de convertirse en un adulto equilibrado. Además, el apoyo y la cercanía de los hermanos se asocia con niveles reducidos de soledad y depresión.

¿Qué pueden hacer los padres?

Primero, nunca hacer comparaciones ni tomar partido cuando discuten. El favoritismo crea competencia y conflicto. Lo mejor es entrenarles para que se lleven bien y ayudarlos a desarrollar habilidades para manejar conflictos.

Nunca hagas comparaciones ni tomar partido cuando discuten. El favoritismo crea competencia y conflicto

Es buena idea crear oportunidades para que los hermanos fomenten una relación cercana a través de actividades familiares compartidas: deportes, juegos de mesa, eventos regulares como una caminata familiar semanal o una noche de cine, así como promover relaciones cercanas con amigos y familiares. Un estudio encontró que los niños en edad preescolar que tenían al menos una relación de amistad positiva antes de que naciera un hermano tenían más probabilidades de tener una relación positiva con su nuevo hermano o hermana.

Waldinger recomienda que las personas de todas las edades, especialmente los adultos, se apoyen en las relaciones. Las relaciones son complicadas y pueden ser desafiantes, admite Waldinger, pero alienta a las personas a comprometerse con el desafío de mantener conexiones para toda la vida. Vale la pena la inversión, dice, porque su investigación muestra que la fuerza de las conexiones con familiares y amigos es lo que hace que la vida sea plena y significativa.