El mapa de cuántos europeos son capaces de mantener una conversación en inglés

El inglés se ha convertido en el idioma universal. Se dice que es el más hablado del mundo, en dura competencia con el chino, pero sobre todo es la lengua que se utiliza en el mundo de los negocios y también la más usada a la hora de hacer turismo. Sin embargo, no en todos los lugares se domina este idioma de la misma manera. Ahora, un informe detalla las diferencias entre los europeos a la hora de hablar inglés.

Jakub Marian es analista de datos y, además, experto en idiomas. Ha preparado un mapa en su web en el que se puede ver con claridad la relación de los europeos con el inglés… y la verdad es que varía enormemente de unos países a otros. Y si Países Bajos y los países nórdicos destacan por el lado positivo… España y otros países del sur de Europa lo hacen por el negativo.

Marian ha utilizado los datos del Eurobarómetro de 2012 y la respuesta muy concreta a una pregunta que se hizo en esa encuesta: ¿serías capaz de mantener una conversación en inglés? Fuera de Irlanda y el Reino Unido, los habitantes de Países Bajos son los que mejor dominan la lengua de Shakespeare, con un 90% de personas que pueden mantener una conversación en inglés, seguidos de cerca por Suecia y Dinamarca, ambos con un 86%.

España sale mal parada

Entre los países que muestran los mejores datos se encuentran también Malta, con el 73%, y Austria y Finlandia, ambos con 70% de personas que pueden mantener una conversación en inglés; Eslovenia alcanza el 59% en este informe, justo por delante del 56% de Alemania y Luxemburgo. Solo Grecia, con el 51%, y Estonia, con el 50% exacto, pueden presumir de que la mitad de su población domina este idioma.

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En el lado opuesto se encuentra España. Los datos del Eurobarómetro arrojaron que solo el 22% de los españoles son capaces de mantener una conversación en inglés, lo que supone la peor cifra de toda Europa, solo por delante de Hungría, que llega al 20%. Un poco mejor que nuestro país se encuentran Bulgaria, con un 25%, Eslovaquia con un 26% y Portugal y la República Checa, ambos con un 27%.

El mapa deja clara la diferencia entre los países del norte y del sur de Europa, aunque con algunas excepciones que confirman la regla, y ahonda en la necesidad que tienen los gobiernos por potenciar el aprendizaje de otros idiomas en un mundo cada vez más globalizado.