Un pasajero se derrumba en mitad de un aeropuerto porque le han perdido a sus perros

Vivir con una o varias mascotas es una gran idea: perros y gatos nos hacen compañía, favorecen la vida social, evitan el sedentarismo y fomentan la empatía, entre muchas otras razones. Pero, en ocasiones, los animales son una barrera para poder viajar a ciertos lugares, o bien hay que organizarlo todo al milímetro para poder llevarlos con nosotros a cualquier lado.

Cuando se trata de viajar en avión, la cosa se complica. Aunque cada compañía tiene sus propias normas, la regla general es que perros y gatos de más de 8 ó 10 kilos tienen que viajar en la bodega, mientras que si son más pequeños de ese tamaño pueden hacerlo en un transportín junto al pasajero… y por supuesto, con un máximo de una mascota por persona. Pero cuando se viaja con cuatro perros, los problemas se multiplican.

Eso es lo que le ha pasado a un pasajero que volaba hacia Suiza y que tuvo que hacer escala en Estambul. Viajaba con sus cuatro perros, a los que había tenido que facturar en bodega, y quiso verlos durante el tiempo que tenía que hacer en Turquía. El problema fue cuando la aerolínea le confirmó que no sabía dónde estaban sus mascotas.

"¡Mis niños, mis niños!"

Muchas de las personas que pasaban a su alrededor grabaron al hombre, que fue aumentando su nerviosismo según iba pasando el tiempo sin recibir una respuesta por parte de los responsables de la compañía aérea. Incluso hay pasajeros que se intentan acercar a él para calmarle, pero nada sirve para que el dueño de los animales deje de preguntar por sus mascotas.

El hombre llega incluso a derrumbarse en el suelo, impotente ante la falta de información por parte de la aerolínea. Pero, afortunadamente, el pasajero pudo por fin recuperar a sus mascotas. Tal y como se puede ver en un vídeo de la cuenta de TikTok @agenciavolados, "fue una situación muy triste y se llegó a desesperar, porque no sabía lo que hacer".

Sin embargo, finalmente el hombre pudo reencontrarse con sus perros y terminar su viaje tal y como estaba previsto. Después de gritar durante muchos minutos pidiendo información sobre sus perros ("¡mis niños, mis niños!"), el pasajero recibió la feliz noticia de que sus mascotas estaban a salvo y todo se quedó en un susto… pero vaya susto.