¿Qué son las bolas rojas que hay a lo largo de las líneas eléctricas?

Es de esas cosas que se nos quedan marcadas en la retina desde pequeños: Vamos de viaje en coche, y a lo lejos desde la ventanilla vemos un sinfín de bolas anaranjadas cual pelotas de baloncesto flotando en el aire, en mitad del paisaje. Pues ni son pelotas de baloncesto ni están flotando en el aire, aunque esto lo descubrimos al crecer, cuando nuestra imaginación se acota mucho más a una realidad que aunque sigamos no apreciando bien la entendemos como imposible.

Alguna vez, incluso, seguro que has intentado contarlas mientras iban quedando atrás, y al ritmo de ir sumando has acabado olvidándolas hasta la siguiente vez que te has topado con ellas. Afinando bien la vista, observamos cables infinitos que las atraviesan. Unidos por los postes de alto voltaje, el camino de la electricidad moderna paralelo al de las ruedas de nuestro vehículo. Pero, ¿qué son entonces esas curiosas bolas?

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Carmen Macías

Salgamos de dudas, que más vale tarde que nunca. Estos objetos tienen una función más importante de la que crees. ¿Mucho más que la de entretenernos en un largo viaje? Mucho más, y es que incluso pueden haber salvado miles y miles de vidas. No son otra cosa que esferas marcadoras de visibilidad, o lo que es lo mismo: una forma de aviso de que justo ahí, donde se encuentran, hay cables y, por tanto, peligro.

No están en cualquier parte

Tal vez en esto no hayas caído, pero no las encuentras en cualquier parte, sino cerca de pasos de montaña, en las áreas de valles más o menos profundos, cerca de los principales cruces de autopistas o alrededor de los aeropuertos. Esto último es la pista definitiva para entender su función.

Exacto, sirven como señalización para aviones y otros aparatos aéreos. Suelen estar hechas de vidrio y resina de poliéster, su diámetro debe ser de al menos 50 cm y la mayoría suelen pesar 5 kilos. Gracias a los herrajes de aluminio y la tornillería galvanizada que contienen para transportar los cables de electricidad en su interior, poseen una alta resistencia a la intemperie.

Asimismo, deben estar separadas uniformemente, a intervalos de aproximadamente 60 metros a lo largo de cables regulares y con intervalos de menos espacio en cables cerca de los extremos de una pista aérea.

La importancia del color

En mitad de en vuelo, en la cabina de pilotos el horizonte a veces se torna difuso, casi invisible, así que es de vital importancia que el paisaje que tienen en frente esté perfectamente señalizado, en formas rápidamente visibles, de ahí el tono rojo o naranja que tienen.

Según un artículo publicado por la 'United Press International' en 1983, estas bolas ganaron popularidad por primera vez a principios de la década de 1970 en Estados Unidos, cuando el entonces gobernador del estado de Arkansas, Winthrop Rockefeller, notó que los cables eléctricos pasaban zumbando cuando su avión comenzaba a aterrizar y decidió que se debía hacer algo para hacerlos más evidentes a los pilotos.

Dicho artículo también señala que sus beneficios van más allá de la aviación: estos marcadores también ayudan a las aves o incluso a algunos barcos a mantenerse alejados de acabar electrocutados.