Ganan una fortuna a la lotería después de jugar los mismos números durante 36 años

Algunas personas comparan la dificultad de acertar los números de la lotería con la de aparcar en el centro de la ciudad cualquier día en hora punta: es casi imposible. Da igual las vueltas que hayas dado en el coche alrededor de la manzana: tienes las mismas posibilidades de encontrar un hueco libre que aquella persona que acaba de llegar y ha girado justo en ese momento la calle por delante de ti.

Con los juegos de azar pasa algo similar: no importa cuántas semanas, meses o años llevas jugando a los mismos números: tienes exactamente las mismas posibilidades de ganar un premio gordo que aquel que participa por primera vez en el sorteo. Sin embargo, eso no evita que sean muchos quienes deciden, semana tras semana, apostar siempre a la misma combinación.

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La probabilidad de acertar un premio es siempre la misma, ya se elija siempre la misma combinación o se deje al azar de la máquina los números elegidos. Por ejemplo, acertar los seis números de la lotería Primitiva es tan difícil que solo sucede en 1 de casi 14 millones de combinaciones, una idea de lo complicado que es convertirse en millonario con el juego.

Millonarios por pacientes

Lo que le ha sucedido a la familia Leung tiene mucho que ver con todo lo anterior. La pareja formada por Lana y su marido Joery vive en Burnaby, una ciudad de 250.000 habitantes en el oeste de Canadá. Llevan 36 años jugando a la misma combinación. Participan cada semana en la lotería 6/49, un juego de azar casi idéntico a la Primitiva española, y habían confiado en que la suerte les sonreiría algún día.

Los Leung llevaban 36 años repitiendo la misma combinación semana tras semana

Ahora, por fin, ese día ha llegado. Los Leung han ganado 6 millones de dólares canadienses, unos 4,3 millones de euros al cambio, porque fueron los únicos acertantes de primera categoría en el sorteo de la 6/49 celebrado el pasado 16 de marzo. Solo ellos apostaron por la combinación formada por los números 1, 3, 8, 14, 15 y 16.

Lana Leung ha reconocido a Global News que "es un momento realmente increíble. Es el momento más feliz de nuestra vida para los dos". Ella misma explicó que fue su marido quien durante los últimos 36 años eligió siempre los mismos números hasta que, finalmente, "tuvimos suerte ese día". Ahora, les ha cambiado la vida para siempre.

Como hacen millones de personas en todo el mundo, los números elegidos tenían que ver con los cumpleaños de la unidad familiar. Por eso, fue uno de los hijos de la pareja quien preguntó a sus padres si habían jugado a la lotería esa semana como hacían de costumbre: había escuchado la combinación ganadora y todos los números le sonaban familiares.

Pensó que era una broma

El sorteo se había celebrado el jueves 16, pero 48 horas después no sabían que eras millonarios. Su hijo les mandó un mensaje preguntando por su ticket de lotería de esa semana y, como no recibía respuesta, se acercó hasta su casa para preguntar en persona. Cogió el billete, abrió la aplicación para el móvil de la lotería canadiense, escaneó el boleto y recibió el mensaje soñado: habían ganado un premio millonario.

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Lana recuerda que "la app mostró el mensaje de que el boleto estaba premiado, pero mi marido pensó que le estaba gastando una broma. Después, mi hijo lo escaneó nuevamente y ahí ya se dio cuenta de que éramos los ganadores". La sorpresa inicial dio paso a un estallido de emociones y lágrimas y el hijo y sus padres se abrazaron y comenzaron a festejar que la suerte les había sonreído.

Ahora, mirando al futuro, los Leung señalan que, a corto plazo, planean seguir trabajando. Sin embargo, son sonscientes de que les ha cambiado la vida, por lo que van a cambiar sus horarios y a tomárselo con más calma: "El objetivo es ser felices por ahora, compartir esta suerte con nuestra familia”. Y tienen claro qué será lo primero que van a hacer con el dinero en cuanto llegue a su cuenta corriente.

El padre de familia pensaba que su hijo le estaba gastando una broma

Lana y Joery se quitarán de encima la hipoteca que aún pesa sobre su casa para, a partir de ese momento, comenzar a gastar su dinero sin prisa. La lotería les ha cambiado la vida y ellos son conscientes de su suerte: aunque tardaron 36 años en acertar los números de la combinación ganadora, en su interior sabían que, antes o después, ese momento llegaría algún día.