¿En serio te gustaría saberlo todo sobre tu pareja? Las razones para pensar justo lo contrario

¿Presumes de conocer todo sobre la persona con la que estás? Tal vez, si de verdad lo supieras todo, te llevarías una sorpresa. La vida da muchos giros y las personas están llenas de profundidades que nunca sabes cómo te podrían afectar. Más aún si tenéis un vínculo de carácter romántico o amoroso, lo cual no deja de resultar comprometedor para ambos al estar en juego vuestros sentimientos de una manera más intensa.

Muchas parejas sospechan más de lo que les gustaría de sus compañeros. Los expertos en relaciones no se cansan de recomendar una comunicación sólida y fluida como antídoto para cualquier problema que pueda surgir, pero a la hora de la verdad: ¿realmente querrías saberlo todo y absolutamente todo de tu pareja? Según un reciente artículo publicado en la revista 'Journal of Social and Personal Relationships', ciertas personas, por lo general, tienden a evitar admitir ciertas verdades que saben a ciencia cierta o sospechan que pueden ser verdad de su media naranja.

Solo el 35% respondió que en realidad sí que les gustaría saber todo sobre su pareja

El estudio reunió a 142 adultos con una media de edad de unos 27 años, preguntándoles primero si había alguna información sobre su pareja que preferían no saber, y si era el caso, de qué tipo. Aunque un 30% de los encuestados no estaban en una relación, se les preguntó por historias del pasado. Solo el 35% respondió que en realidad sí que les gustaría saber todo sobre su pareja, lo que quiere decir que más de la mitad prefirieron no saber ciertos aspectos sobre el otro o sobre ciertos asuntos que les concernían a ambos.

Asuntos sexuales o problemas comunes

Según los resultados del estudio, aquellos puntos negros de información que más se temían iban de temas como problemas en la relación (tanto pasados como presentes) o pensamientos y comportamientos sexuales varios. Sobre estos últimos, se tenía en cuenta opiniones como por ejemplo de insatisfacción sexual dentro de la pareja, al igual que temas tabú, como la masturbación o fetiches que nunca habían sido dichos. Pero también posibles infidelidades, no solo sexuales, también emocionales. Ojos que no ven, corazón que no siente, como dice el refrán.

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En concreto, un 52% temían que su pareja les estuviera ocultando asuntos relacionados con la infidelidad o con su historial sexual previo antes de llegar a esa relación (un 11%). En el apartado de problemas en la relación, figuraba la preocupación de que hubiera un conflicto oculto (un 34%), así como dar por hecho de que el compañero o compañera reconociera que no podía superar a un ex (23%). Solo un 10% reconoció que temían que su pareja pensara cosas negativas sobre su aspecto físico o su personalidad. Y en cuanto al resto de temas, un 14% de entre estos dos apartados, representaban temores de que su pareja pudiera tener un pasado delictivo o de adicciones que nunca declararon.

Ahora, bien, ¿cómo es el perfil de una persona que tiende a ocultar hablar de asuntos como estos en una relación? Obviamente, es una pregunta más que complicada. Según los resultados del estudio, evitar hablar de determinados temas era más preponderante en parejas más longevas y tenían un perfil ansioso, sobre todo si la información oculta tocaba problemas pasados, no presentes. "Quizás porque no querrían tener que reevaluar una relación anterior o experimentar dudas relacionadas con su capacidad para seleccionar la pareja adecuada", opina Arash Emamzadeh, psicólogo de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá, en un artículo de 'Psychology Today' que se ha hecho eco del estudio.

Conclusiones

Y en cuanto a información relativamente nueva, la que más se pretendía evitar era aquella relacionada con los prejuicios de la otra persona o de naturaleza sexual: reconocer la atracción hacia otros (sobre todo conocidos), ser consciente de las vivencias sexuales del otro o dar testimonio de una infidelidad. Uno de los resultados más curiosos es que se reportó un mayor miedo a revelar información oculta en parejas longevas, lo que Emamzadeh atribuye a que "cuanto más comprometidos con la relación, menos opciones románticas potenciales en el futuro, por lo que se prefiere evitar cualquier amenaza a la relación actual".

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"Aquellos que eran emocionalmente inseguros o tenían un espectro afectivo ansioso también mostraron una mayor tendencia a evitar la información", concluye el psicólogo. "Sin embargo, en general, no había un solo tipo particular de secreto que la gente quisiera evitar por completo. Esto sugiere que aquellos que se encuentran en una relación romántica prefieren saber en lugar de evitar de manera completa la verdad sobre su pareja. Mejor las verdades desagradables que las mentiras reconfortantes, es decir, el consuelo de no saber nada".