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¿Cuál es el idioma más difícil del mundo para leer los labios?
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Pocas respuestas claras

¿Cuál es el idioma más difícil del mundo para leer los labios?

Existe una conexión profunda entre los sentidos auditivo y visual al comprender el habla, aunque esta conexión apenas se comprende aún científicamente

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¿Cuántas veces has jugado a adivinar qué hace otra persona en función de sus gestos? A menudo en este tipo de juegos se acaba recurriendo a las palabras sin voz, es decir, a la lectura de labios. Vale, es un poco trampa, pero a veces parece la única forma de avanzar. Leer los labios es una acción que traspasa el juego hasta los sistemas mismos de seguridad que hoy en día emplean desde informáticos hasta cuerpos policiales. Para los lingüistas, es un tema de estudio tremendamente controvertido, porque plantea muchas preguntas y pocas respuestas claras. Sin embargo, es una tarea que nos saca de más de un apuro… Pero, ¿Qué pasaría si tuviéramos que leer los labios en otro idioma? ¿Cuál es el idioma más difícil de entender en este sentido?

Dan Nosowitz se propuso encontrar aquello que a la ciencia aún se le escapa. En un reportaje para 'Atlas Obscura' trató de llegar al centro mismo de la cuestión: la palabra, para ver qué hay al otro lado, qué ocurre cuando esta no suena.

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Existe una conexión profunda entre los sentidos auditivo y visual al comprender el habla, aunque esta conexión apenas se comprende. Pero hay todo tipo de estudios que muestran cuán conectada está la visión con la percepción del habla. Numerosos experimentos científicos, como el que dio nombre al efecto McGurk, muestran la peculiar unión que existe entre sonido e imagen en la percepción del habla y, por tanto, en la manera en que entendemos el mundo.

Antes del habla

Asimismo, se han realizado estudios en bebés antes de estos comiencen a hablar que sugieren que justo en ese intervalo de sus vidas están recopilando información visual de los hablantes que les rodean para luego emplearla en la construcción del sonido. Los videos que se reproducen de personas que hablan el idioma con el que el bebé se está familiarizando (el idioma que se convertirá en su lengua materna) mantienen la atención del bebé durante más tiempo que los videos de personas que hablan otro idioma. Parece pues haber algún tipo de habilidad innata para leer los labios en todos nosotros.

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Pero los estudios parecen centrarse más en un sonido escuchado que en la posibilidad de que no sea así, por ejemplo, en el caso de las personas sordas. "Es extrañamente difícil encontrar datos sobre la efectividad de la lectura de labios tal como la practican las personas que realmente lo hacen como parte de su vida diaria", asumía entonces Nosowitz. Sin embargo, fue precisamente una persona sorda quien le dio la respuesta y el atisbo de esperanza en su trabajo: "No leemos los sonidos", apunta la entrevistada, una mujer sorda. "Algunas personas piensan que estamos viendo fonemas y encadenándolos en palabras. No funciona así. Lo que estamos viendo son palabras y juntándolas en oraciones".

La lectura de labios es, entre personas con dificultades para la escucha, a veces referida como una técnica "oralista", del oralismo. Esta técnica se refiere al énfasis en tratar de interpretar el habla en lugar de crear una forma alternativa de comunicación como por ejemplo el lenguaje de señas. "La mayoría de los países desarrollados han experimentado un impulso para alejarse del oralismo y acercarse al lenguaje de señas; ahora hay docenas de diferentes lenguajes de señas en todo el mundo. Es casi considerado ofensivo, para algunos, enfatizar la lectura de labios en lugar de una forma de comunicación que no ponga en desventaja a las personas sordas".

Transformas símbolos

Leer es una actividad cerebral, como apuntan José Ramón Alonso y Marta Bueno, catedrático de biología celular y neurobiólogo e investigadora independiente en neuroeducación en 'The Conversation', que implica “transformar símbolos arbitrarios, las letras negras sobre fondo blanco, en sonidos y significados. No hay regiones cerebrales específicas diseñadas para la lectura. Las que tenemos se activaron y pusieron en marcha durante el aprendizaje y su fluidez se automatiza y acelera con el entrenamiento”.

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No hay muchos estudios que reconozcan nada de esto, pero Nosowitz propone uno publicado en el año 2000 en la revista 'Perception & Psychophysics', que sí lo hizo. En él, los investigadores examinaron las habilidades para la lectura de labios entre personas con problemas de audición y audición promedio. De manera crucial, estaba evaluando la capacidad de comprender oraciones completas en lugar de solo fonemas. "La percepción visual del habla en lectores de labios sordos altamente calificados es similar en precisión a la percepción auditiva del habla en condiciones de escucha algo difíciles", concluyeron los investigadores.

"La mayoría de los mejores lectores de labios en cada idioma, los que dependen de ello, no aparecen en los estudios"

El problema de tratar de encontrar el idioma más difícil de leer, sostiene Nosowitz, es que la lectura de labios es, en realidad, una cuestión de cada individuo, pero "la mayoría de los mejores lectores de labios en cada idioma, los que dependen de ello, no aparecen en los estudios", dice Nosowitz.

¿Es inevitable recurrir al sonido?

Partiendo de esta ausencia de la que habla, cruzó variables para identificar el que podría ser el lenguaje más difícil para entenderlo solo con mirar a los labios de quien lo habla: "Mi primer pensamiento fue averiguar qué fonemas son especialmente difíciles de distinguir, bajo el supuesto de que un idioma que tiene muchos de ellos debe ser más difícil de leer en los labios. Hay datos sobre esto: un estudio sueco del 'Journal of Speech, Language, and Hearing Research' en 2006 incluye un cuadro de los fonemas más difíciles de adivinar correctamente al leer los labios. A veces, estos fonemas se colocan en grupos junto con fonemas de apariencia similar, llamados 'visemas' (aunque no todos piensan que las divisiones son tan simples como parece)", sugería.

"Antes de que un niño aprenda a leer tenemos que trabajar su conciencia fonológica con canciones, rimas, retahílas, etc."

Como explican Alonso y Bueno, cuando descodificamos letras o grafemas, "parece inevitable convertirlas en sonidos, fonemas". Es decir, entendemos que "los garabatos de nuestro lenguaje escrito" son un sonido en nuestra cabeza, incluso cuando leemos en silencio, apuntan estos expertos. "Claro que esto ocurre si antes hemos escuchado ese lenguaje en su modalidad oral".

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Al romper las palabras, al desgranarlas, se obtiene mucho más que su propio sonido, pero claro que este es un aspecto fundamental en la manera en la que el ser humano ha construido su habla. "La conciencia de que las palabras tienen sílabas, de que las sílabas tienen letras que en un alfabeto transparente como el castellano tienen sonidos inherentes, es esencial antes de la lectura. Antes de que un niño aprenda a leer tenemos que trabajar su conciencia fonológica con canciones, rimas, retahílas, etc.", dicen Alonso y Bueno.

Los idiomas más difíciles

Según el estudio sueco recogido por Nosowitz, el fonema más difícil es el que reproduce con un sonido entre "th" y "d", común en los idiomas del sur de Asia, como el hindi. De hecho, la palabra "hindi" en sí misma, pronunciada correctamente, contiene tal sonido. "En general, los sonidos más difíciles de percibir son aquellos para los que ocurre muy poco en los labios: consonantes como 'd', 'g', 'n' y 'k', todo parte de un visema".

Otro elemento de algunos idiomas que podría presentar dificultad en la lectura de labios proviene de los tonos. Muchos idiomas en todo el mundo son tonales, lo que significa que dependen del tono para transmitir significado, casi como una canción.

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Además, otros idiomas dependen en gran medida de otra clase de sonidos que se hacen sin mucho de los labios, a saber, usando la laringe o creando un sonido en la garganta. Algunos idiomas tienen muchos sonidos guturales, incluidos el galés, el hebreo y el holandés, que tienen varias consonantes en la parte posterior de la cavidad bucal.

Lo que en realidad podría dificultar la lectura de labios no tiene nada que ver con el lenguaje: es la personalidad, la timidez. Al fin y al cabo, el ejercicio de la lectura de labios es un ejercicio de significado gestual. El gesto, en la palabra, es otro aspecto básico que le da forma, así como el contexto, y no solo para personas con dificultades de escucha, sino para todas las personas. No obstante, algunos de estos idiomas complejos de entender visualmente serían el hindi, el tamil y el gujarati, todos hablados en la India, así como el japonés "gracias a un montón de cosas culturales que pueden reducir la conexión entre la visión y el habla", el hebreo, por la gran cantidad de sonidos guturales que incluye, también el checheno, "porque tiene una cantidad asombrosa de consonantes y vocales" y lenguas en desuso.

¿Cuántas veces has jugado a adivinar qué hace otra persona en función de sus gestos? A menudo en este tipo de juegos se acaba recurriendo a las palabras sin voz, es decir, a la lectura de labios. Vale, es un poco trampa, pero a veces parece la única forma de avanzar. Leer los labios es una acción que traspasa el juego hasta los sistemas mismos de seguridad que hoy en día emplean desde informáticos hasta cuerpos policiales. Para los lingüistas, es un tema de estudio tremendamente controvertido, porque plantea muchas preguntas y pocas respuestas claras. Sin embargo, es una tarea que nos saca de más de un apuro… Pero, ¿Qué pasaría si tuviéramos que leer los labios en otro idioma? ¿Cuál es el idioma más difícil de entender en este sentido?

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