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"¿Me perdonas?": la importancia de crecer aprendiendo a pedir disculpas
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"¿Me perdonas?": la importancia de crecer aprendiendo a pedir disculpas

"Los niños son capaces de restablecer las relaciones con los demás y, por lo general, están interesados en hacerlo", pero es una tarea que implica a los adultos

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"El perdón es importante en niños y adultos para restaurar relaciones y limitar conflictos futuros", dice Kelly Lynn Mulvey, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Mulvey ha dirigido un estudio que muestra cómo enseñar a los niños a comprender las perspectivas de otras personas les facilita su propia gestión del proceso psicológico de perdonar.

Además, esta investigación también ha descubierto que enseñar a los niños a pedir disculpas sinceras puede ayudarles a recibir el perdón de los demás. Se trata, por tanto, de poner en marcha un proceso de aprendizaje desde lo personal hacia lo colectivo para despojar de carga la idea arraigada que viste el perdón de un dolor irremediable.

Foto: Si de niño eres cauteloso, de mayor, también lo serás. Foto: Pixabay.

"No sabíamos mucho sobre qué hace que unos niños sean más propensos a perdonar a los demás que otros, en particular desde la primera infancia hasta la adolescencia. Eso es lo que queríamos explorar con nuestro estudio", expone al respecto la investigadora.

A través de la dinámica del grupo

Con ese propósito, Mulvey y su equipo conformaron una muestra de trabajo juntando a 185 niños de edades comprendidas entre los 5 y los 14 años. Llevaron a cabo una entrevista en profundidad con cada uno de ellos, lo que ayudó a reunir información sobre otros aspectos de la personalidad aparente, el carácter así como antecedentes que pudieran influir en este. Asimismo, a través de las preguntas y respuestas, los profesionales pudieron evaluar las habilidades de que describe la "teoría de la mente" en cada uno de los pequeños, es decir, su capacidad para comprender que las creencias, intenciones y deseos de otra persona son diferentes a los suyos.

"Descubrimos que los niños tienen habilidades sofisticadas para perdonar a los demás", señala Mulvey, quien insiste en que "los niños son capaces de restablecer las relaciones con los demás y, por lo general, están interesados en hacerlo".

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A cada participante se le había indicado que pertenecía a un grupo concreto entre los que se había dividido al total. De esta forma, tras las entrevistas, los investigadores fueron situando a cada niño en un contexto de diferentes escenarios donde les presentaban a otros niños que estaban "en el grupo" y "fuera del grupo". Durante las entrevistas, los investigadores describieron que algunos niños tenían predisposición por incluir a los de “fuera” dentro de su propio grupo, mientras que otros no. En cada escenario, los entrevistadores preguntaron a estos pequeños si estaban dispuestos a perdonar a un grupo que los dejó fuera de un juego o actividad.

Disculpar a quien se disculpa

A partir de esa pregunta, encontraron tres hallazgos principales: Para empezar, resulta más probable que los niños perdonen a alguien si se ha disculpado. Además, es más probable que los niños perdonen a las personas que están ya forman parte de su grupo. No obstante, cuanto más avanzadas son las habilidades de la teoría de la mente de un niño, más probabilidades muestra de querer perdonar a los demás.

"Los niños son capaces de discernir una disculpa poco sincera, y las disculpas poco sinceras no conducen a fomentar el perdón"

"Los niños son capaces de discernir una disculpa poco sincera, y las disculpas poco sinceras no conducen a fomentar el perdón", recuerda Mulvey. Asimismo, la profesora aclara que "la disculpa debe dejar en claro que alguien entiende por qué lo que hizo estuvo mal. Esto, a su vez, hace que sea más probable que otros niños les den una segunda oportunidad".

A fin de cuentas, es un proceso para zanjar malentendido o desacuerdos. Los niños tienen puntos de vista, y también intenciones moldeadas por la sociedad que les rodea. De manera que aprender a perdonar debe atravesar todas esas aristas que lo conforman como ser humano no solo para su futuro, sino para su mismo presente. En este sentido, los investigadores identificaron dos cuestiones en las que los padres y los maestros pueden centrarse en relación con la enseñanza de un perdón sano y constructivo.

Las bases para la enseñanza

La primera de estas cuestiones tiene que ver con ayudar a los niños a comprender lo importante que es disculparse de manera significativa y la segunda consiste en ayudar a los niños a comprender las perspectivas de otras personas, incluso si son diferentes a ellos.

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"Una de las mayores implicaciones de nuestro estudio es que los maestros y los padres deben ayudar activamente a los niños a cultivar las habilidades de la teoría de la mente", reconoce Mulvey. Para este grupo de investigadores, "un buen punto de partida es hacer que los niños expliquen la razón fundamental detrás de sus acciones y cómo esto podría hacer sentir a otras personas. Ayudar a los jóvenes a desarrollar estas habilidades en la infancia les ayudará a navegar en un mundo diverso y complejo".

"El perdón es importante en niños y adultos para restaurar relaciones y limitar conflictos futuros", dice Kelly Lynn Mulvey, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Mulvey ha dirigido un estudio que muestra cómo enseñar a los niños a comprender las perspectivas de otras personas les facilita su propia gestión del proceso psicológico de perdonar.

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