No es lo que parece: lo que los sueños eróticos dicen sobre la realidad

Reconócelo, has tenido algún que otro sueño erótico con tu ex alguna vez. No es que sea algo muy agradable de recordar, pero como cualquier sueño erótico sí lo es en el momento en el que sucede. Da igual la frustración que te genere, no hay vuelta atrás. Si esto no te reconforta, tranquilo, los resultados de un nuevo estudio quizás lo hagan: Los sueños sexuales representan el 8% de todos los sueños reportados, más de 3.500, en una investigación llevada a cabo por el catedrático de filosofía Antonio Zadra para la Universidad de Montreal.

Asimismo, según informes de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM), tener relaciones sexuales es lo más habitual entre los sueños sexuales de hombres y mujeres. "Un sueño es una conversación que tienes contigo mismo. Las conversaciones suelen ser eventos prolongados, por lo que no debería sorprender que muchos sueños vuelvan a aparecer", dice la analista Layne Dalfen en el portal de 'Psychology Today'.

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Lo que los sueños eróticos dicen acerca de nosotros

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Resulta que en la mente, tanto tu pareja del pasado como la del presente pueden entrelazarse si motivo alguno, así es el país de los sueños. En la encuesta llevada a cabo para la investigación, hasta el 20% de las mujeres informaron tener sueños eróticos con parejas actuales pero también con las pasadas, frente al 14% de hombres. No está bien, ni mal, simplemente es común.

Solo es un sueño

Eso sí, por supuesto que podrían tener un significado. Si ves frecuentemente a tu ex en sueños, ten en cuenta las primeras sensaciones que te vengan a la mente cuando piensas en esa persona. Desde la nostalgia cariñosa al rechazo más doloroso, los sueños sexuales puede exponer una advertencia o una redundancia: no eres tú, es tu cerebro recordándote que estás enfrentándote a un problema o una situación determinada, como si no lo supieras.

De hecho, algunas personas tienen sueños sexuales con quienes nunca querrían dormir en la vida real: un familiar o un jefe que no soportan, por ejemplo. Esto hace que el desconcierto sea mayor cuando se despiertan, porque durante el sueño sintieron placer. ¿Cómo puede ser posible? Pues porque recuerda: solo es un sueño.

Según recogen los expertos, los sueños sexuales no hablan de una atracción sexual hacia las personas que aparecen en ellos, o al menos no siempre, sino que son una forma de querer entablar una mejor relación o resolver conflictos que tenemos con ellas en la vida real. De este modo, a veces resultan la única vía para dar salida a sentimientos que, lejos de resultar eróticos, tienen que ver con cómo nos sentimos y nos hacen sentir nuestras relaciones afectivas (sin el sexo delante).

A través de la metáfora

"La forma en que soñamos con el sexo puede revelar nuestros secretos más profundos sobre nosotros mismos, ayudándonos a resolver problemas y ofreciendo una guía crítica sobre temas importantes de la vida. Solo necesitas saber cómo deconstruirlos", sostiene al respecto Dalfen.

"A menudo usamos situaciones sexuales en los sueños simplemente como una forma de decirnos algo a nosotros mismos"

Así, es interesante reflexionar sobre ellos, aunque quizás no como lo estás haciendo. Primero, no te agobies. Los sueños sexuales pueden indicar que nuestro cuerpo necesita liberarse sexualmente, pero pueden significar mucho más. Según esta analista, pueden darnos la oportunidad de comprender los conflictos u oportunidades en nuestra vida sexual, y pueden despertar en nosotros nuestra necesidad de amor o nutrición en una relación, del tipo que sea, y lo más relevante aquí: pueden servir como metáforas de problemas y situaciones no sexuales en nuestra vida personal y profesional. "Los sueños sexuales pueden hablar de una unión entre diferentes aspectos de nosotros mismos".

Por lo tanto, el mejor consejo que puedes seguir si no dejas de soñar y de preguntarte por qué sueñas lo que sueñas es buscar un significado metafórico de todo esto. "A menudo usamos situaciones sexuales en los sueños simplemente como una forma de decirnos algo a nosotros mismos", apunta Dalfen. Ya sabes, escúchate.