Cómo convivir con alguien a quien odias sin resultar pasivo-agresivo

Durante la cuarentena, muchas personas se vieron forzadas a convivir con sus compañeros de piso que no necesariamente eran sus familiares o amigos. Del mismo modo, habría gente que hubiera preferido pasar estas semanas de aislamiento con alguien a quien apenas conocían que con un ser querido por miedo a que esa relación se desgastase o malograse. Como dice el refrán popular, "los caminos del Señor son inescrutables", y nunca sabes si pasar tanto tiempo confinados podría haber salido mejor si lo hubieras afrontado solo, en compañía de algún ser querido o de un compañero de piso que para ti es un completo desconocido.

Cada año, son muchos los que tienen que mudarse a otra ciudad por cuestiones de trabajo, y eso les empuja de manera irremediable a tener que convivir con personas que no conocen. Normalmente, si es el primer empleo que te sale, no gozarás de un buen sueldo que te permita vivir solo y a tus anchas, por lo que es muy probable que te veas forzado a compartir el alquiler y los gastos con otras personas. En estas circunstancias, la relación entre convivientes puede salir muy mal o muy bien. ¿Qué hacer si tienes mala suerte y acabas compartiendo hábitat con alguien a quien odias, te genera repulsión o directamente no soportas?

"Lo mejor que puedes hacer es hablarles sobre sus acciones y lo mal que te sientes cuando actúan de esa forma"

Llegados a este punto, hay que tener en cuenta que cuanto peor te lo tomes peor será. En este sentido, lo primero que debes hacer es evitar caer en una retroalimentación de pensamientos negativos hacia la otra persona o forzar la discusión o los enfados, pues tu bienestar se resentirá aún más si entre vosotros hay mal rollo. Entonces, ¿cómo buscar un punto en común con aquellos a los que no soportamos, pero con los que nos vemos abocados a tener que convivir?

El poder de una buena conversación

"A menudo juzgamos a los demás según nuestros propios estándares y reglas", asevera Ansar Ali, psicólogo experto en relaciones, en un interesante artículo de la revista 'Mel Magazine'. "'Yo no haría eso', o 'No puedo creer que hiciera algo así', son pensamientos recurrentes que tenemos hacia las personas que nos resultan difíciles de tragar". En este sentido, el experto recomienda "tener una conversación sobre lo que te molesta de él o ella sin atacar".

"Si sigue en sus trece, demuéstrale que estás armándote de paciencia y que te debe cortesía y educación si queréis vivir juntos"

"Es posible que no sepan lo que están haciendo, especialmente si nadie les ha dicho nada al respecto con anterioridad", recalca Ali. "Lo mejor que puedes hacer es hablarles sobre sus acciones y lo mal que te sientes cuando actúan de esa forma. Si no haces nada, podrías empezar a reducir tus interacciones con la otra persona para que puedan percibir que algo ha cambiado en vuestra relación". Pero evidentemente, esto no siempre funciona, ya que puede ser el caso de que no tengáis mucha relación en un inicio, por lo cual el otro no notará la distancia que tomas.

En ese caso, "si persisten en su actitud, habla con ellos de nuevo y trata de poner un ejemplo de cómo se podrían sentir ellos si tú hicieras algo que les sentara mal o les hiciera la convivencia más difícil", prosigue Ali. "Si siguen en sus trece, demuéstrales que estás armándote de paciencia y que te debe cortesía y educación si queréis vivir juntos". Pero si aún así no sirve de nada, no te quedará más remedio que hablar con el propietario del piso para que ejerza de intermediario y "evitar convertirte en el malo de la película".

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Una de las peores cosas que puedes hacer es comportarte mal con la otra persona a posta. Aunque puede resultar tentador, esto solo complicaría más las cosas. "No te haría sentir mejor y permite que el otro gane por partida doble", asegura Ali. "Primero, te molestan lo suficiente como para que tú también te portes mal como ellos, y en segundo lugar, reducen tu valor personal al hacerte romper las reglas de convivencia que tú estás exigiendo".

Lo mejor, en todo caso, es tomártelo con filosofía. Como decía un filósofo alemán, "lo que no te mata te hace más fuerte". De todo se aprende en la vida, más incluso de lo malo, por lo que si no le encuentras solución tómatelo como una prueba por la que has de pasar para saber qué es lo que quieres y no quieres para tu vida en un futuro. Muestra una posición fuerte y actúa con entereza para salir ileso de la experiencia y con energías renovadas.