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Cómo dejar de estar enfadado con tu ex
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Cómo dejar de estar enfadado con tu ex

Dicen que del amor al odio hay un paso, pero a veces la ira no nos deja avanzar ni superar esa relación. Por ello, lo primero que tienes que hacer es dejar de luchar contra ella

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Cuando una pareja termina su relación, siempre hay uno que sufre más. Es innegable. Generalmente suele ser la persona que es dejada, pues aunque la que deja se sienta culpable, siempre le queda el regocijo de que ha sido ella quien eligió poner punto y final a una historia que quizá estaba muerta. Especialmente si la separación es traumática, no es raro desarrollar sentimientos de enojo hacia aquel al que antes amabas. Del amor al odio hay un paso, ya lo dicen.

La herida después del final de la relación puede tardar mucho en sanar, sobre todo cuando te han engañado. Al fin y al cabo, terminar las cosas como amigos no es algo muy habitual (y los estudios apuntan que las personas que siguen siendo amigas de sus ex tienen un punto narcisista e incluso psicópata). El problema llega cuando no eres capaz de superar el enfado y la frustración, hasta el punto de que te hacen daño. Esos sentimientos no te permitirán pasar página, por lo que es bueno intentar superarlos. Un reciente artículo de 'Psychology Today' establece cuatro puntos para conseguirlo:

Tú no tienes la culpa. Si tu ex pareja decidió engañarte no fue culpa tuya, fue ella quien tomó la decisión de ser infiel

Reconoce que estás enfadado. La ira es una emoción con la que la gente a menudo se siente incómoda, pero el primer paso para dejarla ir es sentirte agusto con ella. Tienes derecho a estar enfadado, la ira está ahí para ayudarte, pues se ha producido una situación con la que no tienes por qué estar de acuerdo.

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Exprésalo. Esto es un pelín más complicado. Para ser claros, hay maneras saludables y poco saludables de expresar la ira, y hacerlo de una manera poco saludable puede ser dañino para ti y tus relaciones con otros. Expresar la ira de una manera saludable es algo con lo que muchas personas luchan, pero dejarla salir es una parte importante de liberarse de ella. No hace falta que lo compartas con tu ex, puesto que ya es una persona que pertenece al pasado, pero una buena idea de expresar las cosas es escribiéndolas. Después de haber escrito tus sentimientos, deja la carta a un lado y haz un esfuerzo para hacer algo divertido y activo. Más tarde, si compartirlo sigue siendo importante, comparte la carta con alguien de confianza, como un amigo cercano o un terapeuta. Cuando estés listo, guárdala o, mejor aún, deshazte de ella.

Muchas veces escribir aquello que nos preocupa, hiere o molesta puede ayudar a sanar las heridas

Despersonaliza el problema. Tú no tienes la culpa. Si tu ex pareja decidió engañarte no fue culpa tuya, fue ella quien tomó la decisión de ser infiel. La mayoría de la gente no actúa con la intención de herir directamente a otra persona; generalmente, toman decisiones con la intención de sentirse mejor. Para bien o para mal, está en nuestra naturaleza como seres humanos operar desde nuestra propia perspectiva de beneficio propio, y el impacto de nuestras acciones en los demás es a menudo una consideración secundaria. Es difícil, pero a veces alejarte del problema e intentar verlo con otra perspectiva ayuda mucho.

Cura tus heridas. En lugar de arañarlas. Recuperarse de una herida emocional no es diferente a recuperarse de una lesión física. Necesitas descansar y nutrirte. Cuídate, rodéate de amigos, practica actividades saludables... todo tiene su tiempo. Y ten en cuenta que siempre es mejor estar solo que estar con alguien que no te ve de forma lo suficientemente clara como para valorarte. Cuando dejes de pensar en estar enfadado o no con tu pareja será cuando lo hayas superado, al fin y al cabo no fue el amor el que te lastimó, sino alguien que no sabía cómo amarte.

Cuando una pareja termina su relación, siempre hay uno que sufre más. Es innegable. Generalmente suele ser la persona que es dejada, pues aunque la que deja se sienta culpable, siempre le queda el regocijo de que ha sido ella quien eligió poner punto y final a una historia que quizá estaba muerta. Especialmente si la separación es traumática, no es raro desarrollar sentimientos de enojo hacia aquel al que antes amabas. Del amor al odio hay un paso, ya lo dicen.

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