¿Cómo pueden vivir juntos un zorro, un perro y un ciervo en la misma casa?

Los zorros son parte de la familia de los cánidos como perros y lobos. Sin embargo, estos animales son muy distintos y tienen características muy diferentes: son más nocturnos, menos habituados a vivir en manada y no ladran, sino que se comunican a través de aullidos y posturas corporales muy típicas.

Sin embargo, aunque estos animales son normalmente solitarios, siempre hay una excepción que confirma la regla y la hemos encontrado en el Reino Unido. Allí hemos conocido a Woody, un zorro ciego que fue rescatado después de ser encontrado en una cuneta y al que la vida le ha dado una segunda oportunidad, aunque fuera muy distinta de la vida que podría haber pensado en un principio.

El zorro se llama Woody y fue rescatado por Geoff Grewcock el director del santuario de vida salvaje de Warwickshire, después de ser avisado por un conductor. Grewcock ha explicado a la BBC que el animal tenía más de 150 garrapatas en su cuerpo cuando fue encontrado y lo llevaron al veterinario. Era aún un cachorro y su futuro era poco alentador, pero salió adelante y su rescatador decidió añadirlo a su familia.

Un zorro, un galgo y un ciervo

Pero Woody no iba a ser la única mascota de esta familia. Cuando llegó a su nuevo hogar se encontró con que allí ya vivía Orla, un precioso galgo, y Bramble, un adorable ciervo. A pesar de que los tres animales no componen el núcleo animal más habitual, los tres viven felices en su nuevo hogar y se llevan extraordinariamente bien.

"Woody es un zorro extraordinario y cree que es un perro"

Geoff Grewcock asegura que "es un zorro extraordinario y cree que es un perro. Creemos que sus padres simplemente lo abandonaron; tal vez supieron que le pasaba algo y lo dejaron atrás". Ahora se está adaptando a su nueva vida como un "zorro doméstico" y su rescatador está haciendo todo lo posible para que lo consiga, eliminando todas las barreras que pueda encontrarse por la casa para que el zorro ciego se acostumbre cuanto antes al entorno.

Su ceguera es de, aproximadamente, el 90 por ciento y, por eso, Geoff lo trata como haría con una persona ciega: "Sus problemas de vista hacen que no podemos liberarlo, pero está muy feliz viviendo como un zorro doméstico y de compartir su vida con Orla y Bramble". Asegura que cuando salen a pasear llama mucho la atención junto a sus vecinos, que le preguntan qué animal es ese, pero ya se ha ganado el cariño de todo el barrio.