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¿Existieron realmente las amazonas o solo son parte de la leyenda?
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¿Existieron realmente las amazonas o solo son parte de la leyenda?

Gracias a la arqueología ahora sabemos que estos mitos amazónicos, que antes se pensaba que eran pura fantasía, contienen detalles precisos sobre las mujeres nómadas esteparias

Foto: 'El combate de las amazonas', de Anselm Feuerbach.
'El combate de las amazonas', de Anselm Feuerbach.

Antes de que Amazon llegara a nuestras vidas para traernos a casa toda clase de caprichos, el nombre de 'Amazona' lo ostentaban las legendarias guerreras mitológicas que, según las historias griegas, se cortaban presuntamente un pecho para disparar mejor con el arco y formaban una sociedad exclusivamente femenina. No es casualidad que el río Amazonas se llame así gracias a ellas, pues cuando los conquistadores españoles encontraron en la zona tribus indias con mujeres aguerridas que defendían el territorio, le pusieron el nombre en su honor.

Pero, ¿existieron realmente las Amazonas o son solo parte de las leyendas, como el Minotauro o la Medusa? Según informa 'Live Science', durante mucho tiempo se ha asumido que no se trataba más que de una fantasía, documentada por primera vez en el siglo VIII por Homero. Sin embargo, en la década de los 90 los arqueólogos comenzaron a identificar esqueletos de mujeres enterrados en tumbas de guerreros, algunos con heridas de combate y puntas de flecha incrustadas en sus huesos. Además, se habían enterrado con armas que coincidían con las que tenían las míticas Amazonas.

Estas guerreras nómadas formaban parte de un antiguo grupo de tribus conocido como 'escitas', maestros de la equitación y el tiro con arco

"Gracias a la arqueología ahora sabemos que estos mitos amazónicos, que antes se pensaba que eran pura fantasía, contienen detalles precisos sobre las mujeres nómadas esteparias, algo así como las contrapartes históricas de las míticas Amazonas", explica Adrienne Mayor, investigadora de la Universidad de Stanford. Estas guerreras nómadas formaban parte de un antiguo grupo de tribus conocido como 'escitas', maestros de la equitación y el tiro con arco (como las Amazonas) y vivieron en un vasto territorio de la estepa euroasiática, que se extiende desde el Mar Negro hasta China, desde el 700 a.C hasta el 500 d.C aproximadamente.

Los escitas eran considerados un pueblo duro. Bebían el vino sin diluir (a diferencia de los griegos que lo mezclaban con agua), se tatuaban e incluso se drogaban con cáñamo. No obstante, aunque las Amazonas eran un pueblo de mujeres exclusivo, no eran así los escitas, pero las mujeres de la tribu participaban activamente en la caza y la batalla. Niñas y mujeres de las estepas aprendían a montar a caballo y disparar flechas, igual que sus contrapartes masculinos, y como explica Mayor: "Es emocionante saberlo, pero tiene sentido pues si tenían que moverse a través de las duras tierras esteparias, bajo la constante amenaza de enemigos, todos debían defenderse, sin importar la edad o el sexo".

Al vivir en las duras estepas, todas las personas de la tribu debían saber defenderse, independientemente de su edad o género. Las guerreras iban de los 10 a los 45 años

Las guerreras tenían edades muy dispares, según muestran los huesos encontrados, entre los diez y los 45 años. No obstante, los escitas no fueron el único grupo en el que las mujeres participaron en la guerra y la caza: "Hay cientos de historias emocionantes", apunta Mayor. "Algunas imaginarias y otras reales, sobre mujeres Amazónicas de la Antigua Roma, Egipto, Arabia, Mesopotamia, el norte de África, Persia, Asia Central, India o China. Las mujeres guerreras han existido en todas las culturas del mundo, desde Vietnam a las tierras vikingas, o América", concluye.

Antes de que Amazon llegara a nuestras vidas para traernos a casa toda clase de caprichos, el nombre de 'Amazona' lo ostentaban las legendarias guerreras mitológicas que, según las historias griegas, se cortaban presuntamente un pecho para disparar mejor con el arco y formaban una sociedad exclusivamente femenina. No es casualidad que el río Amazonas se llame así gracias a ellas, pues cuando los conquistadores españoles encontraron en la zona tribus indias con mujeres aguerridas que defendían el territorio, le pusieron el nombre en su honor.

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