Salen con una moto de agua a grabar olas de nueve metros y obligan a desplegar un operativo

Un enorme despliegue en el que participaron la Policía Local de A Coruña, los bomberos y Salvamento Marítimo sirvió para dar con dos personas que desafiaron el temporal que asolaba la ciudad gallega el pasado sábado 30 de enero y que decidieron embarcarse en una moto de agua y salir a mar abierto, a pesar de las condiciones climáticas tan complicadas.

Los hechos sucedían poco antes de las 18:00 horas, cuando alguien alertaba a las autoridades de que dos personas habían tratado de entrar a puerto, en la zona coruñesa de O Portiño, pero no habían podido hacerlo por culpa de las malas condiciones de la mar. Después, decidieron regresar a mar adentro y buscar una opción alternativa de llegar a tierra.

En ese momento se organizó una operación de búsqueda en la que participó el helicóptero de Salvamento Marítimo, aunque sin éxito. Varios testigos confirmaron que habían visto la moto de agua frente a la costa coruñesa, por lo que continuaron buscando al hombre y a la mujer que se habían echado a la mar, aunque pronto se hizo de noche.

En busca de la foto perfecta

Tal y como han explicado los responsables del operativo a La Voz de Galicia, el piloto pudo acercarse hasta la zona de Labañou, donde pudo dejar a la mujer, mientras él intentaba llegar a la playa para ser recogido por un vehículo que pudiera llevar la moto en un remolque. Entonces, los agentes comenzaron a buscar un posible vehículo que cumpliera con esas características cerca de la playa y, cuando lo localizaron, no dudaron en seguirlo.

Finalmente, el coche llevó a la policía hasta la zona de Marina Coruña, donde pudo atracar y ponerse a salvo. El piloto fue identificado, aunque no ha trascendido si se presentarán cargos contra él por obligar a desplegar un gran dispositivo de rescate, poniendo en riesgo a decenas de personas que lo buscaron por tierra, mar y aire.

Los responsables del dispositivo han confirmado que se trataría de una pareja que se dedica a grabar y fotografiar los temporales, por lo que corrieron más riesgos de los necesarios. Eso sí, el piloto sería una persona muy experimentada porque "cualquiera que no tuviera amplios conocimientos y muchas horas de mar no sería capaz de cruzar la costa coruñesa, desde O Portiño al Castillo de San Antón, doblando la torre de Hércules con olas de hasta nueve metros".