Así ve Elon Musk la educación: de víctima del bulling al hombre más rico del planeta

Se ha hablado mucho sobre sus negocios, sobre sus inversiones y se ha desmenuzado concienzudamente cómo ha ganado cada uno de los 187.000 dólares que posee su fortuna personal, pero ¿qué se sabe de su azarosa vida personal? Tras la figura de éxito de Elon Musk, hay un niño que sufrió acoso escolar durante años. Llegó a ser hospitalizado tras recibir una paliza y caer por unas escaleras, una anécdota que ha narrado Ashlee Vance en un libro biográfico sobre el empresario.

Sin embargo, cambió de colegio y se convirtió en cierta manera en un 'chico popular'. Se trasladó de su Sudáfrica natal a la universidad en Ontario (Canadá) y, después, a la de Pensilvania, donde pagaba sus estudios organizando fiestas clandestinas en su casa: cobraba cinco dólares la entrada.

TE PUEDE INTERESAR

Elon Musk supera a Bill Gates y se convierte en la segunda persona más rica del mundo

Europa Press

No fue su primer negocio de éxito. Ya con tan solo diez años aprendió a programar y, dos años después, vendió un videojuego llamado Blastar a una revista informática por 500 dólares. Este emprendedor ha conocido el éxito en sus negocios y también el fracaso (y el despido). Pasó a vivir literalmente en su despacho, lo que le permitió ganar durante 2020 aproximadamente 21.267 euros cada segundo.

Seis hijos, tres mujeres

Elon Musk tiene seis hijos, pero ha vivido una auténtica lotería genética: los dos mayores son gemelos y, dos años después, tuvo trillizos. Ahora, acaba de volver a ser padre, pero esta vez no ha sido un parto múltiple. Sus hijos asistían a una escuela privada (la exclusiva escuela Mirman para niños superdotados en Beverly Hills), pero decidió sacarlos para brindarles otro tipo de enseñanza. Quizás su pasado como víctima de bulling le llevó a fundar su propia escuela, Ad Astra, donde educar a sus propios hijos y a los de los más de 40 empleados de SpaceX, en Hawthrone, California.

'Ad Astra' en latín significa 'hacia las estrellas'' y en su web hay una foto de Marte: es un centro para niños de entre ocho a 13 años. No hay grados ni divisiones y, según comentan, fomentan la creatividad por encima de las enseñanzas regladas. Tiene un exclusivo proceso de selección, donde se estudia a los niños y a las familias: "Si sospechamos la manipulación de los padres, no consideraremos la presentación de su hijo", aseguran desde la escuela.

“A algunas personas les encanta el inglés o los idiomas, a otros las matemáticas, a otros la música… son diferentes habilidades. Tiene más sentido que la educación se adapte a sus aptitudes y habilidades. Ese es un principio”, ha asegurado Musk según recoge la BBC. "El otro principio es la importancia de enseñar cómo resolver problemas poniendo el enfoque en el problema y no en las herramientas. Si quieres enseñar a alguien cómo funciona un motor, es mejor desmontarlo e ir aprendiendo para qué sirven las herramientas que empezar por un curso completo sobre destornilladores y llaves inglesas".