Una mujer vive con 480 gatos y 12 perros que le cuestan 6.500 euros al mes

"¿Fue la Tierra creada solo para nosotros, o las criaturas de Dios comparten la Tierra con nosotros?" Esas son las palabras de Maryam Al Balushi, una mujer de 51 años que vive en Omány que se ha hecho famosa por su amor por los animales. Es tal su pasión que ha acogido en su casa a casi 500 ejemplares entre gatos y perros callejeros.

Actualmente, Maryam vive con 12 perros y 480 gatos, pero hace poco más de una década eso era impensable. Su hijo le regaló un gato persa y, aunque en principio no le gustaban los animales, pronto se hicieron inseparables. El apoyo que el felino prestó a esa mujer poco después durante una depresión la llevó a ampliar su número de mascotas.

En declaraciones que recoge el diario El Universo, Maryam señala que "todo comenzó en 2008, cuando mi hijo compró un pequeño gato persa. Como muchas madres, al principio me negué a cuidarlo porque no me gustaban los animales y mi hijo no le prestaba atención ni cuidaba de su higiene. Pero pronto me encontré inmersa: lo cuidé, alimenté, bañé y pasé mucho tiempo con él".

Casi 500 animales

Poco después de aquella depresión decidió acoger al primer gato que encontró vagando por las calles para darle de comer. Tras ese felino llegaron otros y en pocas semanas tenía más de 20 en su casa, lo que provocó que los vecinos la denunciaran. Sin embargo, en el año 2014 consiguió comprarse su propia casa y, desde entonces, el número de animales con los que vive no ha hecho más que crecer.

En 2018 ya eran 235 gatos y 10 perros y, tal y como explicaba a Times of Oman, le costaban casi 3.500 euros en gastos cada mes. Hoy esa cifra ha crecido hasta los 480 gatos y 12 perros y el presupuesto se ha disparado hasta los 6.500 euros, una cifra que esta mujer se puede permitir, a pesar de estar jubilada a los 51 años, gracias a las donaciones anónimas que recibe.

Maryam señala que "debemos ofrecer un deber moral y humano a todos los que viven en este planeta" y asegura que piensa seguir ampliando la familia en el futuro con aquellos animales que lo necesiten. Mientras haya quien sufrague sus gastos, ella continuará dedicando su tiempo a una causa más que merecida.