Cómo evitar la tentación de explotarte una espinilla de la cara

Una de las manías más típicas que tenemos los seres humanos de los tiempos actuales es la de tocarnos la cara. Un hecho en el que reparamos hasta hace nada, cuando las autoridades sanitarias recomendaron tener precaución y no frotarse las zonas como nariz, ojos y boca para detener el ritmo de contagios de coronavirus. Y una de las consecuencias directas de este acto tan particular es el descubrimiento táctil y casi automático de espinillas y granos sobre la superficie de nuestra piel.

Son muchas las personas que viven aquejadas de acné. Se trata de una patología que puede ir y venir a lo largo de la vida, dependiendo de nuestros hábitos o de la edad. Aunque por norma general se asocia con personas jóvenes, también puede ocurrir en édades avanzadas y, de igual forma, en períodos muy concretos, como el embarazo. Pero más allá de esta enfermedad tan prototípica y común, existe el problema de las espinillas, un auténtico incordio muchas veces no solo por que puedan escocer o doler, sino también porque afectan muchísimo a la lautoestima o a la percepción que tenemos sobre la imagen que proyectamos a los demás.

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José Pichel

¿Qué hacer en caso de tener una espinilla? Algunos responderán: "fácil y sencillo, voy corriendo al baño a explotarla". Este remedio, a pesar de resultar definitivo, no es nada sano. Básicamente porque hay una muy alta probabilidad de que te produzcas una herida en la zona en la que estaba la espinilla. "Al tocar estas protuberancias rojas y arrancarlas, estás cargándote la barrera cutánea creando así una herida donde no la había", asegura Joshua Zeichner, dermatólogo de Estados Unidos, a 'Business Insider'.

"Las espinillas pueden ser muy incómodas y antiestéticas, pero están conectadas a la superficie de la piel y no se pueden quitar así como así", prosigue el especialista. Además de que puedas producirte una llaga, romper las barreras de la piel hace que puedan entrar más bacterias, lo que te provocaría una infección en la zona".

Lo mejor es escoger algún producto específico para aplicar en la zona y esperar a que se seque y se cure por sí misma. O ir al dermatólogo si es grave

¿Qué sucede entonces con aquellas espinillas que nos hemos reventado a lo bruto? "En el mejor de los casos, la herida formará una costra que cicatrizará sin dejar marcas", explica Zeichner. "Si te quitas la costra, estarás causando más irritación en la zona y aumentando las posibilidades de que te deje cicatriz, por lo que lo mejor es siempre mantener las manos lejos de la cara mientras se cura".

Un acto a veces ansioso

Como el hecho de tocarse la cara, reventarse las espinillas también puede responder a un sentimiento de ansiedad. "Una de las formas más efectivas para dejar de hacerlo es identificar y abordar los factores que desencadenan la manía", observa Lisa Zachary, psiquiatra especializada en trastornos cutáneos, al medio norteamericano. "Muchas personas acaban desarrollando este tipo de manía como técnica para lidiar con la ansiedad, la depresión o las emociones negativas".

¿Qué es lo que debes hacer para conseguir quitarte una espinilla sin usar la violencia de tus dedos? Lo mejor es escoger algún producto específico o crema para aplicar en la zona y esperar a que se seque y se cure por sí misma. En casos más graves, acude a tu dermatólogo de confianza. Tal vez necesite tratamiento de antibióticos para eliminar las bacterias que se han quedado alojadas en la piel.