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Cuatro cosas que no debes hacer cuando discutes con tu pareja
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Cuatro cosas que no debes hacer cuando discutes con tu pareja

Una discusión es un enfrentamiento entre dos egos, pero si conseguís sacar algo positivo y fructífero de ella, vuestra relación irá por el buen camino

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Discutir es humano, y si vives con tu pareja probablemente haya muchísimos roces que son fruto de la convivencia. Cuando algo te molesta, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con la otra persona, pues de lo contrario irá formándose una bola de resentimiento tan grande que, en algún momento, os explotará en la cara. Sin embargo, hay buenas formas de resolver los conflictos y otras que no lo son tanto.

Como nadie es perfecto y todos al nacer somos un libro en blanco, adquirimos con el tiempo determinadas actitudes que no son correctas y con las que nos enfrentamos a la vida. Una discusión es, en realidad, una lucha entre dos egos, pero si realmente quieres que sea fructífera y sirva para algo, hay una serie de cosas que debes dejar de hacer desde ya.

Criticas

Imagina que lo que más te molesta de tu pareja es que siempre se le olvida poner el lavavajillas. No es lo mismo que le digas que es un guarro a que observes que suele comportarse de manera olvidadiza. En el primer caso estás atacando a su persona, en el segundo, a su manera de actuar. Quejarse de algo a veces puede ser bueno, pues no todo es de color rosa, el problema es cuando la queja se convierte en una crítica constante. Generalizar, especialmente, es un problema: "Eres un egoísta porque nunca quieres sacar la basura".

Qué hacer: según informa la psicóloga Amie Gordon en 'Psychology Today': "Intenta expresar tu queja sin culpas. Hazle saber a tu pareja que algo te hace infeliz, pero no lo hagas su culpa, y evita los adverbios de 'siempre' y 'nunca'".

Mantienes una actitud defensiva

Para muchas personas esto es particularmente difícil. Cuando alguien sugiere que hiciste algo mal, es normal ponerse a la defensiva y defenderse. La actitud defensiva también hace que culpes a la otra persona: si te dice que sueles dejar la cama sin hacer tú contestarás que ella nunca tiende las sábanas.

Hazle saber a tu pareja que algo te hace infeliz, pero no lo hagas su culpa, y evita los adverbios de 'siempre' y 'nunca'

Qué hacer: responsabilízate. Si tu pareja te hace saber que algo que haces le molesta, considera que podría tener razón y busca tu parte del problema. El problema con mantener esta actitud es que no ves la parte del problema que te atañe y puede ser frustrante para la otra persona, que no se siente escuchada.

Desprecias y sacas la agenda

Los problemas que se solucionaron en el pasado deben quedarse ahí, y de nada sirve volver a sacar cosas que sucedieron hace mucho tiempo y están supuestamente olvidadas, porque solo generarán resentimiento. Por otro lado, el desprecio también es una señal de que a la pareja le quedan días contados: no insultes, te burles o uses el sarcasmo para tratar temas espinosos de manera mezquina.

Qué hacer: en lugar de enfocarte en todas las cosas que odias de tu pareja, construye una cultura de apreciación en la que te enfoques en lo que aporta a la relación. Si sientes desdén, tal vez solo necesitas un momento para imaginar cómo sería tu vida si nunca la hubieras conocido. Y cuando discutas no saques a colación conversaciones que ya estaban habladas.

Eres un muro

Imagina cómo te sentirías si le contaras tus problemas a un muro de piedra. Según los estudios, los hombres son más propensos a comportarse de esta forma, contestando con monosílabos u optando por el mutismo.

En lugar de enfocarte en todas las cosas que odias de tu pareja, construye una cultura de apreciación en la que te enfoques en lo que aporta a la relación

Qué hacer: no te desconectes como respuesta al agobio, intenta decirle a tu pareja que necesitas tomarte un tiempo para calmarte y planeas volver a la conversación cuando recuperes la calma.

Cuando te liberas de esos cuatro jinetes te estás librando de una pesada carga. Las parejas que pueden enfrentar sus problemas con sonrisas, bromas o aprendiendo algo nuevo son las que serán más felices en el futuro.

Discutir es humano, y si vives con tu pareja probablemente haya muchísimos roces que son fruto de la convivencia. Cuando algo te molesta, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con la otra persona, pues de lo contrario irá formándose una bola de resentimiento tan grande que, en algún momento, os explotará en la cara. Sin embargo, hay buenas formas de resolver los conflictos y otras que no lo son tanto.

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