Un enfermo de cáncer sobrevive al coronavirus para poder cumplir su sueño

Jay Dixon es un hombre de Newcastle, en el norte de Inglaterra, que en las últimas semanas se ha enfrentado al coronavirus. Su caso sería uno más de los miles de contagios confirmados en el Reino Unido, si no fuera porque, además, es enfermo de cáncer. Ahora, Jay ha demostrado que está hecho de otra pasta y ha conseguido vencer al covid-19 para cumplir su gran sueño: casarse con su pareja.

Los miembros del Hospital St. Oswald donde tratan a Jay Dixon creen que su recuperación ha sido milagrosa, sobre todo porque su cáncer se encuentra en un estado muy avanzado y apenas tiene posibilidades de recuperarse. Sin embargo, tenía claro que, antes de morir, quería casarse con su pareja: Vicci Morrison.

Por eso, cuando Jay se recuperó, tanto el hospital como un montón de negocios locales de la zona se pusieron manos a la obra para preparar el enlace. Y en solo 48 horas lograron que la pareja se diera el 'sí, quiero' delante de sus más allegados. Un enlace muy emotivo y que nunca olvidarán los que estuvieron presentes en la ceremonia.

Se despidieron dos veces

Durante las dos semanas que Jay estuvo ingresado en el Hospital St. Oswald su situación se hizo crítica. Tanto que los médicos llamaron a su pareja hasta en dos ocasiones para decirle que se despidiera de él porque, posiblemente, moriría en las horas siguientes. Sin embargo, el enfermo no estaba dispuesto a marcharse sin poder cumplir el sueño de su vida.

Un total de diez personas pudieron asistir al enlace en los jardines del hospital, entre ellas los dos hijos de la pareja: Bailie, de 13 años, y Nate, de 5

Tal y como publica ITV, Jay confesó varias veces que quería casarse antes de morir, pero el contagio con el covid-19 y los delirios que sufrió durante el ingreso hospitalario no lo hicieron posible. Sin embargo, en cuanto se recuperó, todo el entorno de la pareja, incluido el hospital, quiso poner su grano de arena para que pudieran cumplir el sueño de su vida.

Vicci diseñó su propio vestido, que encantó a su ya marido, y un total de diez personas pudieron asistir al enlace, entre ellas los dos hijos de la pareja: Bailie, de 13 años, y Nate, de 5. La pareja se casó en los jardines del hospital ante la atenta mirada de otros enfermos, que se asomaron a las ventanas de sus habitaciones para seguir el enlace. Ahora, Jay asegura que seguirá luchando contra el cáncer con todas sus fuerzas y se ha marcado otro objetivo en su carrera hacia la curación: llevar a su hijo pequeño a dar un paseo en moto.