Cinco pequeños cambios para sentirte más sano en tan solo una semana

A veces asociamos llevar una vida saludable con hacer grandes sacrificios. Es inevitable: pregunta a quién quieras, porque siempre te van a decir que lo que debes hacer es ejercicio físico regular y adoptar una dieta sana y equilibrada. Eso, en muchos casos, significa que a partir de ahora te tendrás que olvidar de los antojos y deberás sudar la gota gorda si quieres ver que tus objetivos se hagan realidad.

Pero, ¿de verdad hace falta tanto? Muchas veces son los pequeños hábitos los que producen grandes cambios en nuestro día a día. Puedes escoger la dieta que quieras y temer los grandes esfuerzos que están por venir o, en su lugar, puedes simplificar todo al máximo y optar por detalles cotidianos que harán tu vida mucho más sana y placentera.

Los vegetales como frutas, verduras, granos integrales o nueces son los mejores para comer hasta sentirte lleno y no lamentarte después

La revista 'Business Insider' ha consultado con el experto nutricionista Andy Bellatti para perder peso y sentirte más sano en tan solo una semana. Su enfoque es holístico y no va por objetivos, por lo que podrás adoptar esta serie de rutinas y comprobar en tus propias carnes si has notado mejoras.

Bebe mucha agua

El agua, como ya sabes, es esencial para mantenerse hidratado y para que tu organismo realice las funciones vitales y metabólicas. Si no tenemos suficiente, las células tienen a estropearse. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan decantarse por el agua en lugar de las bebidas azucaradas, que como ya seguro que puedes intuir, tienen un alto volumen de glucosa que no hace nada por tu corazón así como tampoco por tu pérdida de peso. Además, cabe la posibilidad de que sientas más sed después. Si te aburre demasiado darle tantos tragos a esta sustancia incolora, inodora e insípida puedes consumirla en forma de tés e infusiones.

Reduce la sal

Sazonar demasiado tus alimentos aumenta tu presión arterial y puede dar pie a desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón en el futuro. También favorece la sensación de hinchazón estomacal o inflamación intestinal, lo que no es de gran ayuda si frecuentemente padeces de dolores abdominales. "Además, retiene el agua", argumenta Bellatti. "Por lo que podrías sentirte un tanto deshidratado si consumes mucho".

Come más fibra

"Come más alimentos, no demasiados, pero sobre todo plantas", asevera Michael Pollan, un prestigioso dietista que publicó 'En defensa de la comida'. Las verduras frescas con alto contenido en fibra como el brócoli o los pimientos son las estrella en cualquier dieta de adelgazamiento que se precie debido a su efecto depurador del organismo. Pero también son una rica fuente de vitaminas, tan necesarias en esta época del año para combatir gripes y resfriados.

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"Los alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, granos integrales, frijoles o nueces son los mejores para comer sin parar hasta sentirte lleno y satisfecho sin tener que lamentarte", concluye Bellati.

Vigila las cantidades

Los atracones nunca son buenos, ni para tu salud digestiva ni tampoco, obviamente, para tus planes de pérdida de peso. Lo mejor para evitar empacharte es usar platos más pequeños, así te dará la sensación de que hay más comida. Otro truco es intentar comer más despacio; no solo conseguirás engañar al estómago para que crea que ya está lleno, sino que también disfrutarás más de la comida. A la hora de adelgazar, no importa tanto lo que comes como el cuánto. En este sentido, más vale la pena comer de todo pero no demasiado que privarte innecesariamente de tus platos favoritos.

Sé positivo

Evidentemente, no sería una vida saludable si no estás bien de ánimo. Si crees que lo que estás haciendo es verdaderamente bueno para ti y no lo ves como una autoimposición, tendrás muchas más posibilidades de mantener los buenos hábitos para no cesar en tu empeño de llevar una vida sana. "A la hora de cambiar la dieta, debes enfocarte más en los que puedes comer que en lo que no", asegura Donald Hensrud, de la Clínica Mayo. "Hay muchas comidas y recetas maravillosas por explorar, y lo creas o no, podemos cambiar el gusto para que nos deleiten alimentos nuevos".