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Lo que hay detrás de la polémica sobre los pintalabios de MAC y la OCU
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Lo que hay detrás de la polémica sobre los pintalabios de MAC y la OCU

La organización de consumidores y usurios ha lanzado recientemente un estudio en el que recomienda evitar tres pintalabios rojos de marcas distintas

Foto: La OCU no recomienda tres pintalabios rojos por suponer un riesgo para la salud. (Foto: Pixabay)
La OCU no recomienda tres pintalabios rojos por suponer un riesgo para la salud. (Foto: Pixabay)

El foco del mundo 'beauty' está hoy en MAC, en Kiko Milano y en Too Faced. La reciente publicación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indicando que tres de los pintalabios de estas marcas no son recomendables y podrían ser dañinos para la salud por la presencia de aceites minerales hidrocarburos aromáticos, (MOAH) y en algunos casos también aceites minerales con hidrocarburos saturados (MOSH), —es decir, metales pesados y derivados del petróleo procedentes de aceites minerales que a su vez derivan de un mal refinado de las grasas minerales— ha llevado a que muchos consumidores se cuestionen si seguir o no usando estos productos y a que las marcas se vean forzadas a responder.

El Ruby Woo de Mac, que según la revista Vogue era en 2019 el pintalabios más vendido del mundo, ha sido el principal detonante de la polémica. La OCU lo incluye en su lista de no recomendaciones, pero la firma canadiense no ha tardado en defenderse. A través de mensajes privados enviados a los seguidores de Instagram que acudían a solicitar información sobre la polémica, MAC ha asegurado que todos sus productos son "100% seguros".

"La marca solo utiliza ingredientes de alta calidad y realiza rigurosos exámenes antes de incorporar cualquiera de estos ingredientes o materiales en nuestros productos. Somos una marca comprometida que vende productos seguros y trabaja para que tanto nuestros productos como el packaging superen los altos estándares de calidad", ha indicado la compañía.

Discrepan sobre la legislación

La OCU denuncia que no hay legislación estricta al respecto de la presencia de hidrocarburos saturados (MOSH) en productos cosméticos y, acogiéndose a lo que dictan otras organizaciones de consumidores europeas, plantea que debe establecerse un límite razonable de seguridad. Sin embargo, desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, Stampa, aseguran que los únicos aceites minerales incluidos en los productos cosméticos son, en términos químicos, los llamados MOSH.

Estos elementos, según defiende Stampa citando a un artículo científico elaborado por investigadores de diferentes universidades del mundo y publicado por la revista Science Direct en 2017, no hay evidencias de que se absorban por la piel. "El uso cosmético de aceites minerales y ceras no presenta un riesgo para los consumidores debido a la falta de exposición sistémica", revelan las conclusiones de la investigación.

En cuanto a los hidrocarburos aromáticos (MOAH) encontrados por la OCU en los tres labiales señalados por la entidad, la organización de consumidores recalca que están prohibidos en los alimentos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria aunque no hay restricciones oficiales en los cosméticos, ante lo que lamenta que no haya una "normativa más clara", algo en lo que no está de acuerdo la Stampa.

Para la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, la normativa que regula los aceites minerales define unas condiciones estrictas que garantizan que su uso es seguro en productos cosméticos. "La regulación europea permite asegurar que las posibles trazas de MOAH que pudiesen estar presentes en el producto después de su purificación sean totalmente seguras para los consumidores", indica la patronal de la cosmética.

Unos compuestos "complicados"

Para intentar acalarar a qué se debe la disparidad de visiones que presentan la OCU y Stampa, la experta en química con experiencia en laboratorios de análisis alimentarios y medioambientales, Sofía Rodríguez,, consultada por El Confidencial, explica que "la complejidad de estos compuestos (MOSH y MOAH) deriva de su composición. "Están compuestos de distintos tipos de hidrocarburos, los saturados y los aromáticos", indica la química, que añade que es precisamente del desconocimiento y la gran variedad de estos hidrocarburos de donde nace la polémica.

"En función del aceite mineral que se use para la fabricación del cosmético, la composición va a variar muchísimo, y estos hidrocarburos de los que está compuesto van a tener menor o mayor toxicidad", explica. "El desconocimiento es tal que ni la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha podido establecer unos límites máximos admisibles de estos compuestos en alimentos, así que ni mucho menos se conoce para un cosmético, cuya única vía de penetración sería la piel y por tanto, el nivel de toxicidad sería mucho menor".

La científica asegura que en estos compuestos se suelen dar solo a nivel "traza" y que muchas veces derivan de la contaminación cruzada

"Existen datos que avalan que los distintos hidrocarburos tienen efectos cancerígenos y por tanto estos aceites minerales también, pero no hay estudios ni datos relevantes que establezcan cuál es la cantidad máxima tolerable por el ser humano a la que podría estar expuesto de forma crónica, como podría ser mediante el uso de cosméticos", asegura la científica.

Además, Rodríguez ha querido dejar claro que en la mayoría de los casos estos compuestos se encuentran a nivel "traza". "Se añaden en muy poca cantidad, o como suele ser en la mayoría de los casos, llegan al cosmético o alimento por contaminación cruzada", pudiendo provenir de la maquinaria, ya sea de los aceites lubricantes que esta utiliza o de otro tipo de sustancias derivadas.

El foco del mundo 'beauty' está hoy en MAC, en Kiko Milano y en Too Faced. La reciente publicación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indicando que tres de los pintalabios de estas marcas no son recomendables y podrían ser dañinos para la salud por la presencia de aceites minerales hidrocarburos aromáticos, (MOAH) y en algunos casos también aceites minerales con hidrocarburos saturados (MOSH), —es decir, metales pesados y derivados del petróleo procedentes de aceites minerales que a su vez derivan de un mal refinado de las grasas minerales— ha llevado a que muchos consumidores se cuestionen si seguir o no usando estos productos y a que las marcas se vean forzadas a responder.

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