Las mejores posiciones sexuales para una penetración profunda
¿Quieres que tu pareja llegue al clímax más fácilmente? Esta experta en el sexo te cuenta qué tres posturas favorecen el orgasmo si tu miembro no es muy grande
Cuando tenemos relaciones sexuales lo más importante es disfrutar, pero cuando tienes un miembro pequeño a veces piensas que no vas a conseguir que tu pareja llegue al orgasmo y todo se convierte en un desastre. Tranquilo, no tiene por qué ser así. A veces tener una mayor confianza en uno mismo puede llevarte a un camino inexplorado de placer.
De hecho, según un estudio elaborado por la Universidad de Queens (Nueva York), el 74% de las mujeres prefieren los preliminares a la penetración. Así que si te sientes avergonzado porque tu falo no mide como creeerías, todavía hay muchas cosas que puedes hacer para llegar al orgasmo y, sobre todo, que consiga tenerlo tu pareja. No te sientas inseguro y no te compares con las estrellas del porno, es un error garrafal.
De todas formas, si no eres un amante del sexo oral, el morbo y el sobeteo y todavía crees que lo mejor es estar dentro de tu pareja, te proponemos algunas posturas con las que llegarás muy profundo a pesar de lo que mida tu miembro. ¿No sabes si es grande o pequeño? Según los investigadores, la media mundial se encuentra en 13,97 cms erecta y poco más de 9 flácida, mientras que la media de grosor se sitúa en 11,6 y 9,31, respectivamente.
Los españoles nos encontramos a la par con Turquía, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Canadá, Argelia y Ucrania, marcando precisamente la media mundial: casi casi 14 centímetros. ¿Cumples las expectativas? Sea como fuerte, aquí te dejamos las mejores posiciones para llegar al fondo del asunto.
Perrito
Esta postura es de las más aclamadas porque le encanta tanto a ambos sexos. 'El perrito' es una posición muy carnal y animal, justo lo que es el sexo. Los que la practican sacan su lado instintivo y se olvidan de prejuicios. La logística, además, es muy cómoda para los dos, pues ella se coloca a cuatro patas (como si fuera un perro) y el hombre la penetra desde atrás. Él puede estar tanto de pie, completamente erguido, como de cuclillas.
El ángulo del miembro masculino incide sobre el conocido punto G femenino, ya que él alcanza muy rápido la parte anterior de la vagina, situada entre la entrada y el fondo de la misma. Además, ambos tienen fácil acceso al clítoris, por lo que estimularlo no supondrá ningún problema. "Recuerda siempre elegir un movimiento en el que puedas utilizar toda la longitud de tu eje", asegura Holly Richmond, sexóloga, a 'Men's Health'.
Vaquera invertida
Los hombres son fans de 'la vaquera inversa' porque les permite tener unas vistas muy eróticas al practicar el coito, lo que facilita sobremanera su erección. A ellas también les gusta porque les permite ir a su ritmo y controlar el proceso, esto es, la velocidad, profundidad y ángulo de penetración. La mujer, asimismo, experimenta una gran liberación de estrés al ser ella la que domina la situación. También puede estimularse el clítoris con la mano.
No te sientas inseguro y no te compares con las estrellas del porno, es un error garrafal. Además, se puede hacer disfrutar de muchas maneras
¿Cómo es la logística de esta postura? Ella se coloca encima del hombre dándole la espalda. Se inclina y apoya sus manos sobre las piernas o sobre una superficie horizontal. Él está completamente tumbado hacia arriba. Puede utilizar sus manos para acariciar a su pareja o para posarlas sobre sus caderas y facilitarle así el movimiento. "Para maximizar la penetración, coloca una almohada debajo de las caderas. La elevación adicional hará que ella sienta la experiencia más profunda", expica la experta.
La generosa
Permite una profundidad absoluta y además la estimulación total del clítoris, por lo que es una victoria absoluta para ambas partes. Ella se debe tumbar boca arriba (que suba sus extremidades inferiores para recibir tus embestidas y que empuje hacia ti) y tú te arrodillarás mientras le coges sus piernas, que ella apoyará sobre tus hombros. Consejo de experto: añadir una almohada debajo de la espalda de ella para que haya más amortiguación y, por tanto, más placer. Prueba una serie de empujes cortos y poco profundos y luego una zambullida completa.
"Puede ser una de las posturas en la que hay máxima penetración. Es una opción impresionante porque puedes controlar la fuerza de los empujes y asegurar la comodidad de ambos", concluye Holly.
Cuando tenemos relaciones sexuales lo más importante es disfrutar, pero cuando tienes un miembro pequeño a veces piensas que no vas a conseguir que tu pareja llegue al orgasmo y todo se convierte en un desastre. Tranquilo, no tiene por qué ser así. A veces tener una mayor confianza en uno mismo puede llevarte a un camino inexplorado de placer.