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Cuidado: por qué es mala idea aprender defensa personal con los vídeos de Internet
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Cuidado: por qué es mala idea aprender defensa personal con los vídeos de Internet

Los autores consideran que los consejos de autoayuda que circulan por la red pueden dar una seguridad engañosa a las mujeres y ponerles, de ese modo, en peligro

Foto: El entrenamiento es esencial. (iStock)
El entrenamiento es esencial. (iStock)

Todos los días se cierne sobre las mujeres la posibilidad de ser agredidas físicamente. No es uno de esos peligros insignificantes desde el punto de vista estadístico, como que se estrelle un avión, sino que es muy común. La oficina de la Unión Europea de Derechos Humanos encuestó a 42.000 mujeres y concluyó que un tercio, el 31%, habían sido agredidas físicamente al menos una vez en su vida desde los 15 años.

Pero igual que eso es muy frecuente, tampoco es raro que las mujeres aprendan a pelear para repeler las agresiones. Las sufragistas inglesas se entrenaban en el arte marcial del jiu-jitsu para defenderse en las manifestaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial el creciente número de ataques a las chicas que ejercían roles poco habituales para su sexo dio lugar al primer manual de autodefensa. ‘Hands off!: Self defense for women’.

Anima a las mujeres a estar atentas a lo que ocurre a su alrededor, usar su voz o gritos como un arma y correr en zigzag siempre que sea posible

Esas instrucciones para defenderse, en los tiempos que corren, ya han llegado hasta las redes sociales. Los vídeos de sitios como 'Buzzfeed' se han hecho virales. Uno de ellos, '11 self defense tips that will you make feel safer walking alone' ha tenido más de 19 millones de visitas solo en Facebook. Pero aunque estén elaborados con la mejor d ellas intenciones, estos vídeos pueden poner a las mujeres en peligro. Esa es la tesis que desgranan en 'The Conversation' David H. K. Brown y George Jennings, ambos de la Universidad de Cardiff.

Tomemos el vídeo de 'Buzzfeed' como ejemplo. El instructor y “asaltante” es Nelson Nio, fundador del sistema de autodefensa callejero derivado de las artes marciales. El vídeo ofrece algunas pistas a través de los sonidos y anima a las mujeres a estar atentas a lo que ocurre a su alrededor, usar su voz o gritos como un arma y correr en zigzag siempre que sea posible.

Las técnicas de defensa están ejecutadas correctamente. La “víctima”, una chica joven y atlética, supera abrazos del oso, tirones de pelo y empujones por detrás. Es una profesional que hace que los movimientos parezcan sencillos. Pero no lo son.

Difícil de aplicar

Pero vídeos como este pueden suponer que es fácil aprender autodefensa online, o que los ataques realmente suceden como se ve en la película. Quienes los ven pueden tener una falsa sensación de seguridad. El vídeo de 'Buzzfeed' concluye que si tienes que defenderte “deja que tu adrenalina se encargue del agresor”. Pero salvo que uno tenga mucho tiempo para entrenarse de verdad quizá ese no sea el mejor consejo. Técnicas sencillas son difíciles de aplicar en la realidad, en momentos de gran tensión, cuando hay opciones limitadas de escapar o replicar a un ataque. Y los asaltantes se comportan a menudo de una manera impredecible.

La paradoja del entrenamiento en las artes marciales es esa: se dedica una vida entera a adorar la lucha, pero odiar la violencia

Incluso en las clases de autodefensa reales, los ejercicios tienden a hacerse con compañeros que en realidad hacen una coreografía. Y ese es claramente el caso del vídeo. En una situación real no se puede fallar. Intentar golpear al atacante puede ser peligroso, porque va a responder. Las verdaderas técnicas que funcionan necesitan de mucha práctica y de hacerlo con distintos compañeros de tamaños diferentes. Hay que pensar también en escenarios distintos. Un entrenamiento sostenido en el tiempo mejora la reacción de combate, la atención y la capacidad de respuesta.

En cualquier caso, el último objetivo de la defensa personal es el evitar la confrontación y reducir la violencia a la mínima expresión. La paradoja del entrenamiento en las artes marciales es esa: se dedica una vida entera a adorar la lucha, pero odiar la violencia.

Todos los días se cierne sobre las mujeres la posibilidad de ser agredidas físicamente. No es uno de esos peligros insignificantes desde el punto de vista estadístico, como que se estrelle un avión, sino que es muy común. La oficina de la Unión Europea de Derechos Humanos encuestó a 42.000 mujeres y concluyó que un tercio, el 31%, habían sido agredidas físicamente al menos una vez en su vida desde los 15 años.

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