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Por qué tienes calambres en las piernas cuando duermes y cómo prevenirlos
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un dolor muy frecuente

Por qué tienes calambres en las piernas cuando duermes y cómo prevenirlos

Los espasmos suelen durar alrededor de nueve minutos, aunque a veces no son más que unos pocos segundos. En cualquier caso, es frecuente acarrear las molestias durante horas o días

Foto: Te despiertan en mitad de la noche. (iStock)
Te despiertan en mitad de la noche. (iStock)

No hay nada como el cóctel de sorpresa, rabia, agonía y pesar que acompaña a los calambres en la pierna en mitad de la noche. De repente, incluso dormido, y sin razón aparente, el músculo decide tensarse y contraerse espontáneamente, causando un dolor insoportable. La gente que ha pasado por esta experiencia sabe lo que se siente: impotencia, al verse incapaces de aliviar los espasmos en la pantorrilla. Una sensación incómoda que puede durar de unos pocos segundos a varios minutos, siendo la media de unos nueve minutos, seguidos por lo general de varias horas o días con molestias.

“Mis episodios no son muy frecuentes, pero sí muy dolorosos. Y mi experiencia no tiene nada de extraordinaria”, relata en un artículo Jill U. Adams, periodista de 'The Washington Post'. En efecto, más de la mitad de la población adulta en EEUU asegura haber sufrido estos espasmos en algún momento de sus vidas. Casi el 30% dijo que tenía calambres por lo menos cinco veces al mes y el 6%, al menos 15, según una encuesta publicada en la revista científica 'PLOS One'. Otro estudio, este realizado por investigadores europeos, descubrió que un 46% de las personas de 60 años o más (son más habituales una vez pasados los 50) han experimentado los dolorosos calambres: un 31% confiesa que le suelen despertar en mitad de la noche y un 15%, que sufre episodios al menos tres veces al mes.

Más de la mitad de la población adulta asegura haber sufrido espasmos en algún momento de sus vidas, según un estudio de 'PLOS One'

Sea el que sea el porcentaje exacto, las estadísticas nos confirman que si tú también los sufres, no estás solo. El problema es que todavía no se ha encontrado la razón que causa los espasmos. Sí, en algo tan doloroso y frecuente uno podría pensar que la ciencia ya habría identificado el origen, pero no es el caso. Es cierto que se han hecho varios estudios y que se cree que la deshidratación o el desequilibrio electrolítico (posiblemente debido al ejercicio) podrían causarlos y, sin embargo, una investigación de 2010, publicada en 'Sports Health', no encontró ninguna correlación.

Estiramientos para prevenirlos

Es por ello que ahora los estudios apuntan a causas más estructurales, como podría ser tener los pies planos o problemas circulatorios. Lo confirma Christopher Hogrefe, profesor de cirugía ortopédica en la Universidad del Noroeste, en 'Men's Health'. También se valora el vínculo entre los calambres y el hecho de estar sentado mucho tiempo o en una posición incómoda, lo cual podría afectar a la circulación de las piernas. En este sentido, también puede afectar la forma en que andas o si siempre caminas sobre asfalto duro. Además, hay que evaluar el riesgo de efectos secundarios de ciertos medicamentos, como los diuréticos, las estatinas o los fármacos para el asma. Por último, la causa también puede estar en los cambios atmosféricos (se dan más en verano) o incluso en dolencias más graves como trastornos neurológicos, miopatías, neuropatías, la enfermedad de la neurona motora o el párkinson.

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Foto: iStock.

En caso de que te despiertes con el dolor de los espasmos, deberías estirar el músculo afectado, apuntando con los dedos del pie hacia tu cabeza y con la rodilla extendida. “Ejercita las piernas en la cama flexionándolas y estirándolas 10 veces, dos veces al día. Un familiar puede moverlas por ti si no puedes hacerlo”, recomienda la American Cancer Society. Otras formas de aliviarlo tienen que ver con los cambios de temperatura, como una ducha caliente, y con la hidratación. Al respecto, un estudio publicado en 'Medicine & Science in Sports & Exercise' descubrió que el jugo de pepinillo puede ser de gran ayuda en los segundos posteriores al calambre.

Para ser algo tan frecuente, uno podría pensar que la ciencia ya habría identificado el origen, pero no es el caso: todavía no se ha encontrado la causa

Sea como fuere, los estiramientos y mantenerse bien hidratado siguen siendo los mejores consejos. Además, los expertos recomiendan montar en una bicicleta estática a ritmo tranquilo unos minutos antes de acostarse y mantener las sábanas (sobre todo en la zona inferior) sueltas. Por otro lado, la gente que sufre de calambres de forma frecuente suele tomar suplementos minerales y vitamínicos. Por supuesto, consulta a tu médico si se vuelven un problema grave, ya que se pueden hacer exámenes para determinar si es un problema metabólico o neurológico.

No hay nada como el cóctel de sorpresa, rabia, agonía y pesar que acompaña a los calambres en la pierna en mitad de la noche. De repente, incluso dormido, y sin razón aparente, el músculo decide tensarse y contraerse espontáneamente, causando un dolor insoportable. La gente que ha pasado por esta experiencia sabe lo que se siente: impotencia, al verse incapaces de aliviar los espasmos en la pantorrilla. Una sensación incómoda que puede durar de unos pocos segundos a varios minutos, siendo la media de unos nueve minutos, seguidos por lo general de varias horas o días con molestias.

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