Es noticia
La epidemia que se avecina: “Habrá 205 millones de diabéticos más en 2035”
  1. Alma, Corazón, Vida
EL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN, CLAVE

La epidemia que se avecina: “Habrá 205 millones de diabéticos más en 2035”

La doctora Medha Munshi nos explica cuáles son los principales retos relacionados con esta enfermedad a los que la sociedad deberá enfrentarse, y para los que no estamos preparados

Foto: No es fácil para todo el mundo. (iStock)
No es fácil para todo el mundo. (iStock)

En 2014, 387 millones de personas en todo el planeta sufrían diabetes. Otros 316 padecían intolerancia a la glucosa, la antesala de dicha enfermedad. En España, el número asciende hasta los 5,3 millones, según los datos de la Sociedad Europea de Diabetes. Es decir, un 13,8% de los españoles mayores de 18 años tienen diabetes tipo 2. La perspectiva de futuro es aún peor, como recuerda a El Confidencial la doctora Medha Munshi, directora del programa de Diabetes Geriátrica y profesora asistente de Medicina en Harvard. Para el año 2035, habrá 205 millones de enfermos más y otros 471 con intolerancia a la glucosa.

Munshi ha pasado este mes por España para participar en Best of ADA, el congreso que recoge las conclusiones de la American Diabetes Association y que en nuestro país está organizado por la farmacéutica Ferrer. Entre los grandes retos para el futuro se encuentra el exponencial envejecimiento de la población que disparará el número de casos, así como los costes asociados a los mismos. Como recuerda Munshi, “a nivel global, 612.000 millones de dólares (uno de cada nueve dólares gastados en salud) se destinan al tratamiento de la diabetes”.

Muchos ancianos tienen problemas para realizar los test con tiras para la glucosa y las inyecciones de insulina

Algo aún más complicado teniendo en cuenta que, como recuerda la doctora especializada en geriatría, al contrario de lo que ocurre con la infancia, no se tiene conciencia de que estos pacientes (que son la mayoría) necesiten un trato diferente. Munshi lamenta que “cuando se utiliza el mismo criterio y estrategias para tratar la diabetes que se utiliza con los adultos jóvenes sin considerar sus riesgos especiales, hay un riesgo mayor de incumplimiento, complicaciones derivadas del tratamiento como hipoglicemia o un pobre control glicémico que puede conducir a otras complicaciones”.

Foto: Si quieres mantener un corazón sano, haz ejercicio y aliméntate correctamente. (iStock)

Aún más cuando, por lo general, estos pacientes sufren otras enfermedades que no tienen relación directa con la diabetes, pero que pueden influir negativamente en ella. Es el caso de las disfunciones cognitivas, la depresión y otros problemas funcionales, que interfieren en la capacidad de los individuos para cuidar de sí mismos. “El consenso entre los expertos sugiere revisiones periódicas a nivel cognitivo, funcional y psicosocial”, señala la doctora. “Una adjudicación de tiempo apropiada y el reembolso de estos servicios permitirá a los médicos desarrollar estrategias útiles”.

El problema del control glucémico

Munshi es especialista en los problemas asociados con el control glucémico, realizado a través de un pequeño pinchazo en el dedo del paciente para vigilar los niveles de glucemia. A menudo, recuerda la doctora, los pacientes de mayor edad no son capaces de realizarlo por sí mismos o no lo hacen correctamente, lo que dispara las posibilidades de sufrir problemas como hipoglucemia. “Cargados con complicaciones médicas, funcionales y psicosociales, muchos adultos mayores tienen problemas para mantener los rigurosos regímenes de test con tiras para la glucosa y las inyecciones de insulina”, recuerda la autora.

Entre los mayores, se recomienda la desintensificación o simplicación del régimen para tratar las enfermedades crónicas

La hipoglucemia es una de las consecuencias más peligrosas de esta situación. Se trata de la disminución de azúcar en la sangre, que en muchos resulta es difícil de identificar, como la propia Munshi ha puesto de manifiesto en sus investigaciones. “En los adultos de mayor edad es una condición particularmente peligrosa ya que puede resultar en fracturas por caídas, déficit cognitivo o ataques cardiovasculares”. A menudo, añade, los pacientes que sufren hipoglicemia experimentan manifestaciones neuroglucopénicas como el delirio, la debilidad o los mareos, en comparación con las adrenérgicas que padecen los pacientes más jóvenes. En ocasiones, esta situación se confunde con otros problemas como ataques isquémicos transitorios.

El tratamiento de la diabetes, recuerda la doctora, es complicado de por sí “por su heterogeneidad clínica, funcional y social”, y a causa de ello y de las dificultades anteriormente mencionadas, es necesario que “los regímenes de tratamiento sean simples”. “Nos hemos dado cuenta de que todos los algoritmos en diabetes se centran en la adición de medicamentos o de insulina para mejorar el control glicémico”, explica la doctora de Harvard. “Sin embargo, en los adultos mayores, se recomienda la desintensificación o simplicación del régimen para tratar todas las enfermedades crónicas”. A efectos prácticos, esto se traduce en reducir el número de tomas de pastillas al mínimo para evitar que se olviden.

placeholder La doctora Medha Munshi.
La doctora Medha Munshi.

“Además, hemos desarrollado un 'algoritmo invertido' que ayuda a los médicos a simplificar el régimen de insulina de múltiples inyecciones a una al día combinada con otros agentes no insulínicos”, recuerda Munshi. Un enfoque que, según sus resultados, ha mostrado “un menor riesgo de hipoglicemia y un menor estrés relacionados con la diabetes en adultos mayores, al mismo tiempo que mantiene el control glicémico”. Este debe ser realizado de forma más habitual entre las personas que hacen ejercicio, se saltan comidas, abusan del alcohol, sufren enfermedades renales, cardíacas o gastrointestinales o que hayan sido hospitalizadas recientemente. También con las que consumen medicaciones como la sulfonilurea.

Antes de que sea demasiado tarde

Como suele ocurrir con las enfermedades crónicas, la prevención resulta mucho más eficiente que el tratamiento. Sin embargo, la difusión exponencial de condiciones como la obesidad apuntan en la dirección opuesta. “La diabetes puede ser considerada como una enfermedad que se deriva del abuso de la comida así como por la falta de recursos para acceder a una cantidad adecuada”, explica la doctora. Además, esta recuerda que “la prevalencia de obesidad entre los adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2 se ha incrementado de forma continua en Estados Unidos”.

Como sociedad, es importante que pensemos cómo vamos a cuidar de esta población cada vez mayor que requiere apoyo diario

En el caso de los ancianos, las intervenciones deberían centrarse en “maximizar las habilidades funcionales, mantener la independencia y preservar la calidad general de vida”. En algunos casos, en los que el cuidado no es posible, es necesaria la intervención un cuidador, que una vez más, eleva los gastos del enfermo. “Como sociedad, es importante que pensemos cómo vamos a cuidar de esta población cada vez mayor, especialmente en las enfermedades que requieren apoyo diario”, recuerda Medha. “Hoy en día hay un déficit significativo entre las necesidades y el apoyo que presta la sociedad”.

Durante los últimos años, no obstante, se han producido importantes avances en el área de la tecnología que pueden ser útiles para el cuidado de los pacientes de diabetes. Especialmente, explica la doctora, en lo que respecta a la autogestión y a ayudar a las personas mayores para que mantengan sus cualidades, medir sus condiciones físicas o para se comuniquen rápidamente con sus cuidadores. Son pequeñas ayudas que difícilmente pueden poner freno a una tendencia cada vez mayor y más peligrosa, que ya afecta a amplios sectores de la población y que tan solo irá a peor. En qué grado, aún está por ver.

En 2014, 387 millones de personas en todo el planeta sufrían diabetes. Otros 316 padecían intolerancia a la glucosa, la antesala de dicha enfermedad. En España, el número asciende hasta los 5,3 millones, según los datos de la Sociedad Europea de Diabetes. Es decir, un 13,8% de los españoles mayores de 18 años tienen diabetes tipo 2. La perspectiva de futuro es aún peor, como recuerda a El Confidencial la doctora Medha Munshi, directora del programa de Diabetes Geriátrica y profesora asistente de Medicina en Harvard. Para el año 2035, habrá 205 millones de enfermos más y otros 471 con intolerancia a la glucosa.

El redactor recomienda