7 cosas que no te cuentan sobre los aviones (como el botón para tener más espacio)
Con que seas un poco observador, seguro que te has preguntado en alguno de tus viajes varias de estas curiosas cuestiones. Te las desvelamos
Durante los largos viajes de avión tenemos horas de sobra para hablar con el vecino, ver una película, leer el libro que tenías pendiente, echar una cabezadita, y llegarnos a cuestionar el sexo de los ángeles. Nuestra mente deambula cuando tenemos tiempo libre y, con tal de que seas un poco observador, seguro que ya te has preguntado alguna de estas cuestiones.
El porqué de las luces al despegar y aterrizar
Entras buscas tu asiento, colocas tu maleta en el compartimento de arriba y te acomodas, listo para volar. Después del saludo del capitán y las indicaciones de la tripulación, notas que cuando el avión se prepara para despegar, la intensidad de las luces baja dentro de la aeronave y no se vuelven a encender hasta más tarde. Si pensabas que era para garantizarte un buen descanso, estás equivocado. Se trata de una estricta medida de seguridad.
La combinación de sequedad y bajas presiones de dentro del avión reduce la sensibilidad de las papilas gustativas en un 30%
Las luces del interior tienen que apagarse durante el despegue y el aterrizaje para que, en caso de que haya un accidente y tengas que evacuar, tus ojos se hayan acostumbrado a la oscuridad. “Imagínate estar en una habitación desconocida llena de obstáculos y que, de repente, alguien apague la luz y te pida que salgas rápido de ahí”, le explica el piloto Chris Cooke a la revista 'Travel+Leisure'.
La comida sabe diferente
En esencia, tu sentido del gusto, al menos al que estás acostumbrado, no sube contigo a la aeronave. A miles de metros de altura, el gusto de todo lo que probamos, desde un plato de pasta hasta un vaso de vino, cambia. Sobre todo, los dulces y salados pierden gran parte de su sabor cuando estamos dentro de una cabina presurizada. En concreto, la combinación de sequedad y bajas presiones reduce la sensibilidad de las papilas gustativas en un 30%, según un estudio de la aerolínea alemana Lufthansa. Debido a esta pérdida, a veces las comidas van con un extra de sal o azúcar para alcanzar los niveles de sabor a los que estamos acostumbrados.
Cuál es el asiento más seguro en el avión
El periodista Chirstine Negroni, la mejor representación de un viajero empedernido, aconseja que el asiento puede que no sea el lugar más cómodo para pasar horas, pero sí es el más seguro. Sin embargo, no todos son igual de infalibles. Las estadísticas no engañan. Los asientos centrales en la parte trasera del avión son los que tienen las tasas de supervivencia más altas. Así lo demuestran los datos de accidentes recogidos por la Administración Federal de Aviación de EEUU y analizados en la revista 'Time'. En concreto, las butacas del tercio trasero del aparato tenían una tasa de mortalidad más baja (un 32%), en comparación con las filas del medio (39%) y las del principio (38%).
El pequeño agujero que podría salvar tu vida
No necesitas ser un ingeniero aeronáutico para saber que la cabina del avión está presurizada para evitar que nos desmayemos cuando volamos a más de 10.000 metros de altitud. También es lógico que, para mantener esa presión, el aparato no tenga ninguna abertura, ¿verdad? Entonces, ¿por qué todas las ventanillas tienen unos diminutos agujeros en su parte inferior? Fíjate bien la próxima vez que vueles.
A partir de los 3.000 metros, la presión atmosférica empieza a ser demasiado baja como para que los pasajeros respiren suficiente oxígeno, por lo que es necesario presurizar la nave. Esto provoca que la presión dentro del avión sea mucho mayor que la del aire de fuera, con lo que las ventanas pueden sufrir. El panel exterior de las ventanas es el que soporta esta diferencia de presión, y el pequeño agujero ayuda a equilibrarla. Además, facilita el paso de humedad y evita que la ventana se empañe o congele.
¿Existe un botón secreto?
Todos queremos más espacio en el avión. Seamos jugadores de la NBA o hobbits de la Tierra Media, nunca estaremos satisfechos. Algunos estudian las opciones de asientos al detalle, otros prefieren pagar algo más por la butaca de la salida de emergencia o para ascender a primera clase. No obstante, pocas personas saben que las butacas del pasillo tienen una ventaja oculta, un “botón secreto” debajo del reposabrazos, junto a la bisagra. Al menos, así lo llaman numerosos medios internacionales que recientemente se han hecho eco del 'descubrimiento'. El truco, destapado por un usuario de Reddit, posibilita que puedas orientar el reposabrazos para arriba y sentir que tienes más espacio tanto en piernas, cintura y brazos. “Convertirá tu asiento en un espacioso oasis”, dicen en el 'Business Insider'. Al parecer, no es tan novedoso ni revolucionario como proclaman que es. “Sí. El botón existe. Pero es una característica de fábrica. No es ningún secreto. Simplemente está ahí”, señala la responsable de comunicación de Easy Jet a 'Metro', algo confundida. Aunque sea una exageración propia de Internet, lo cierto es que presionar el botón te dará centímetros de desahogo.
Las estadísticas no engañan. Los asientos centrales en la parte trasera del avión son los que tienen las tasas de supervivencia más altas
Qué pasa si alguien muere en el avión
En el caso de que alguien fallezca durante el vuelo, esa persona no está muerta, al menos no jurídicamente, hasta que un médico o autoridad lo declare en tierra. Según indica 'Quartz', la mayoría de las aerolíneas no tiene un procedimiento expreso para este tipo de eventualidades. Singapore Airlines es de las pocas que sí lo tiene por escrito. Su personal está instruido para llevar al fallecido a “una fila de asientos vacíos y cubrir su cuerpo de una manera digna”. En caso de que no haya butacas disponibles, los pasajeros que se sientan junto a él serán trasladados a algún compartimento privado. Un estudio publicado en 2013 en 'New England Journal' analizó casi 12.000 emergencias aéreas que pasaron entre 2008 y 2010. En solo 36 casos el pasajero falleció, 30 de ellos durante el vuelo.
El piloto y copiloto no pueden enfermar a la vez
Es una de las muchas preguntas sin respuesta clara que suscita el mundo de la aviación, casi siempre rodeado de misterio y secretismo. Y no, no nos referimos al sexo en los lavabos, sino a una cuestión estrictamente gastonómica. Desde que en la comedia 'Aterriza como puedas' el piloto y copiloto del vuelo caían enfermos tras comer algo en mal estado, y uno de los pasajeros tenía que coger los mandos del aparato, la duda ha permanecido. Desde Qatar Airways aseguran que “no comen la misma comida que los viajeros, y tampoco lo mismo uno que el otro”. Otros, como Eurowings, centran sus normas no tanto en lo que se come durante el vuelo, sino las horas previas.
Durante los largos viajes de avión tenemos horas de sobra para hablar con el vecino, ver una película, leer el libro que tenías pendiente, echar una cabezadita, y llegarnos a cuestionar el sexo de los ángeles. Nuestra mente deambula cuando tenemos tiempo libre y, con tal de que seas un poco observador, seguro que ya te has preguntado alguna de estas cuestiones.