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"Se van a barrer gran cantidad de empleos en todos los sectores. No se librará ninguno"
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ENTREVISTA CON SANTIAGO NIÑO-BECERRA

"Se van a barrer gran cantidad de empleos en todos los sectores. No se librará ninguno"

En su nuevo libro, el popular economista repasa una serie de cuestiones centrales para nuestro presente y nuestro futuro. El diagnóstico no es nada positivo, pero sí realista

Foto: Santiago Niño-Becerra.
Santiago Niño-Becerra.

Santiago Niño-Becerra, catedrático de estructura económica de la IQS School of Management de la Universidad Ramón Llul, se convirtió en una figura popular con su best seller 'El crash de 2010' y su presencia comenzó a ser habitual en numerosos medios de comunicación. Acaba de publicar 'Mails. Lo que ustedes me cuentan (y mis respuestas) acerca de lo que más les preocupa' (Ed. Los libros del lince) en el que repasa un buen número de asuntos sobre nuestra actualidad y sobre lo que está por venir. El diagnóstico suena duro, pero también bastante realista.

PREGUNTA. En su libro aparecen un buen número de casos reales relacionados con el trabajo. Por ejemplo de de gente con mucha preparación que no encuentra empleo a los 30 o el de ese empleado al que se le responde que “hay más técnicos que estrellas en el firmamento”, de modo que si no le gusta lo que tiene, lo que debe hacer es irse. No hay suficientes empleos, y tiene pinta de ir a peor, ¿no?

RESPUESTA. Entiendo que esto va a ir a más por varios motivos. El acento está puesto en la eficiencia y el productividad y debido a esto la tecnología va a barrer una gran cantidad de empleos en todos los sectores y en todas las actividades. No se va a librar ninguna. La demanda de trabajo va a caer, tanto en las empresas como en los sectores públicos, y es un hecho del que no se va librar nadie.

P. Esa situación es preocupante, porque significa que una cantidad sustancial de personas no podrán con los ingresos necesarios para subsistir, con lo que tendremos sociedades muy desestructuradas. Hay quienes entienden que la renta básica puede ser una solución para esta masa de desheredados.

R. Por eso pienso que la renta básica se va a implementar. Hace un par de siglos esto se solucionaría con una guerra, pero hoy es imposible, porque puedes destrozar una ciudad desde una distancia muy lejana y de una forma muy barata, con lo cual tampoco serviría de nada. Por eso pienso que la renta básica será implementada, aunque solo sea por un tema de orden público. No sé si en el futuro habrá controles demográficos y cosas por el estilo. De momento sobran horas de trabajo, y esas las aportan las personas. Si fuera un bien como el cobre, que si no lo necesitas lo dejas en la mina y ya lo cogerás cuando te haga falta, no tendría importancia. Pero con las personas esto no se puede hacer. En definitiva, que habrá un excedente de población activa de entrada y después un excedente de población en general.

El PIB crece mientras el empleo decrece. En este escenario, quien más bofetadas está recibiendo es la clase media, que ya no es necesaria

P. Esa es una de las consecuencias de que la clase media esté en trance de desaparecer, ¿no? En el libro así lo afirma.

R. La clase media actual, la que conocimos en EEUU, en Europa y en parte en España después de la segunda guerra mundial, estaba vinculada de modo perfecto con el modelo de protección social. Fue una clase creada porque resolvía la ecuación: generaba producción, contribuía al crecimiento, consumía, pagaba impuestos, cotizaba, con lo que pagaba las pensiones y además se reproducía. Era perfecta. Pero esto fue algo muy acertado en un momento en que hacían falta personas, y no es el caso. Un estudio de la OCDE de mediados de los ochenta ponía de manifiesto que la relación entre población activa y PIB había desaparecido, que ya no se precisaba más gente para generar PIB. De hecho, las curvas han ido separándose y el PIB crece mientras el empleo decrece. Ante este escenario, quien más bofetadas está recibiendo es la clase media, que ya no es necesaria.

P. También hay casos reales en su libro de clases medias altas que hoy tienen dificultades para mantenerse en esa posición y cuyos hijos no logran encontrar empleo. ¿Este cambio de sistema en el que estamos inmersos también las puede dañar?

R. Imagina una familia de clase media alta, en la que trabajen ambos y sumen 100.000 € al año. De esos ingresos, hay un porcentaje, pongamos un 20%, que proviene de la parte variable de sus remuneraciones. Hoy esa parte está disminuyendo mucho. Al mismo tiempo, cuando las cosas iban bien, estas familias adecuaron su nivel de gasto a lo que tenían.Tras la crisis, sus ingresos se han estancado o han disminuido y sus gastos no se han reducido sino que se han incrementado. Si a eso le añades un par de hijos, la situación es necesariamente conflictiva.

Las personas que puedan hacerlo tenderán a no jubilarse. En EEUU hay mucha gente que, entre comillas, se ha desjubilado

P. Señala cómo en nuestras sociedades puede aparecer cierta hostilidad contra las personas mayores, esas que cobran pensiones y no ingresan nada. Hay quien los ve como un problema: generan gasto porque enferman y no producen.

R. Entiendo que de alguna forma esa hostilidad existe. Si no se manifiesta de entrada es debido a que hay muchas familias que están siendo ayudadas por sus mayores, y a veces subsisten de la pensión del abuelo o de la abuela. Eso cambia la consideración respecto de los mayores. Pero pensión significa gasto y cuantas más personas haya, más gasto. No sé cómo se acabará esta película. Que el gobierno tome medidas para premiar la permanencia en el puesto de trabajo es significativo, porque lo que está diciendo es que no nos jubilemos.

P. Pero esto es ya un lugar común. Hay numerosos estudios que señalan que tendremos que trabajar muchos más años. En su libro también señala cómo en EEUU es muy habitual encontrar a personas que tienen 70 años y siguen sin jubilarse.

R. Creo que, cada vez más, las personas que puedan hacerlo tenderán a no jubilarse. En EEUU hay mucha gente que, entre comillas, se ha desjubilado. Son personas muy mayores que siguen trabajando, en general en empleos autónomos. Por ejemplo, esos matrimonios que con más de 70 años conducen un camión grúa y van recogiendo los coches que sufren una avería en las autopistas. Este es un hecho que entiendo que sucederá también en España. El problema añadido es que en nuestra sociedad la posibilidad de hacer cosas es mucho menor que en EEUU, con lo que esa opción tiene un recorrido muy limitado. Aquí lo que ocurrirá será que las personas intentarán mantenerse en su puesto, pero eso será también difícil porque cobran más que los jóvenes y tienen menos disponibilidad, de modo que las empresas no tendrán mucho interés en que sigan trabajando. Harán todo lo posible por echarles.

Las pensiones se recortarán. Y las posibilidades de protesta, las que permitirían cambiar eso, son limitadísimas

Eso será un cargo más en las pensiones. Hay un texto reciente, 'De Bismarck a Beveridge', que aborda muy bien ese problema. Las pensiones máximas se están reformando de forma silenciosa porque no se incrementan a la misma velocidad que las cotizaciones y faltan cuatro días para que el cálculo de las pensiones sea realizado a partir de toda la vida laboral. Las pensiones se recortarán, sin duda. Y las posibilidades de protesta, las que permitirían cambiar eso, son limitadísimas.

P. ¿Por qué los bancos están dando crédito a grupos empresariales con garantías pobres y no lo hacen a pymes?

R. Por una razón muy simple. Puedes tener como posibles clientes a una gran empresa, como Telefónica, que debe 50.000 millones de euros, y a otra con dos trabajadores que debe medio millón. Como los bancos no se imaginan quebrando a Telefónica, porque si está mal ya la comprará alguien, entienden que el riesgo de prestar a la pyme es mucho mayor y actúan en consecuencia.

Por fuerza se tiene que llegar a una quita de la deuda que clarifique una situación que es estúpida, y esto es realizable

P. Sus soluciones consisten en liberar poder adquisitivo a través de la reducción de la deuda a través de una quita, implantar la renta básica y eliminar deducciones fiscales, entre otras. ¿Pero esto es factible hoy?

R. A ver, el gran dogal de la deuda es el pago de intereses, no el principal. No hay ningún país en el mundo que pueda pagar su deuda en la situación en la que estamos hoy. En España estamos destinando 30.000 millones anuales al pago de intereses, lo que junto con educación y sanidad son las tres partidas de gasto principales del estado. Este es un problema común a todos los países. El planeta se debe a sí mismo una cantidad absurda. Por fuerza se tiene que llegar a una reducción, a una quita que clarifique una situación que es estúpida, y esto es realizable. No lo es que un país diga unilateralmente 'yo no pago más', porque se convertiría en el apestado del planeta, pero una reducción consensuada sí es factible. Y en cuanto a la renta básica, si se consiguen más ingresos, los subsidios existentes quedan absorbidos por esta renta, se araña algo del fraude fiscal y se incrementa el impuesto sobre el patrimonio, es algo perfectamente abordable. El doctor Raventós tiene un estudio en el que demuestra que se puede hacer en España. Sería una cantidad pequeña, similar al salario mínimo, pero pocas opciones más hay.

Santiago Niño-Becerra, catedrático de estructura económica de la IQS School of Management de la Universidad Ramón Llul, se convirtió en una figura popular con su best seller 'El crash de 2010' y su presencia comenzó a ser habitual en numerosos medios de comunicación. Acaba de publicar 'Mails. Lo que ustedes me cuentan (y mis respuestas) acerca de lo que más les preocupa' (Ed. Los libros del lince) en el que repasa un buen número de asuntos sobre nuestra actualidad y sobre lo que está por venir. El diagnóstico suena duro, pero también bastante realista.

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