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Cuándo llega la hora de decir "es mejor que seamos sólo amigos"
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crónica de una ruptura anunciada

Cuándo llega la hora de decir "es mejor que seamos sólo amigos"

Os queréis tanto que crees que empezar una relación con tu mejor amigo es buenísima idea. Pero es importante tener en cuenta los riesgos de pasar de tener solo una amistad a algo íntimo y personal

Foto: Ahora estás en una nube, pero si lo dejáis, habrás perdido a tu mejor amigo para siempre. (Corbis)
Ahora estás en una nube, pero si lo dejáis, habrás perdido a tu mejor amigo para siempre. (Corbis)

Llega un momento de la vida en el que muchas personas empiezan a plantearse seriamente su futuro amoroso a largo plazo. Lo que antes no suponía ninguna importancia y no se dedicaba ni un solo esfuerzo a planear un futuro en pareja, se convierte en casi una obsesión que no para de atormentar el mundo interior del que lo sufre.

Llegado ese punto, si no hay una clara opción, entran los agobios y a estos les acompaña todo tipo de planteamientos y cambios en la forma de pensar. Uno muy habitual es el de empezar a ver con otros ojos a aquel amigo o amiga con el que siempre se ha tenido tanta confianza, respeto, aprecio mutuo y un profundo vínculo personal o emocional.

Hay una serie de diferencias entre ambos tipos de relaciones que pueden utilizarse para detectar hasta qué punto es factible adentrarse en una aventura

Visto así puede parecer una reacción alejada de la realidad, pero es bastante común. La psicóloga y profesora de la Universidad Loyola Maryland, Theresa E. DiDonato entiende que en situaciones así puedan confundirse esos sentimientos de amistad con los de amor y esgrime en Psychology Today algunas de las razones por las que esto ocurre.

- Feeling: tan fácil y sencillo. Esa conexión de complicidad que da la confianza puede llevar al equívoco.

- Intimidad: en las grandes relaciones de amistad surge una confianza y sensibilidad casi única que da lugar a la creación de un ambiente íntimo muy característico.

- Respeto: este es uno de los pilares de cualquier tipo de relación, pero aumenta según la estrechez de esta, por lo que puede llegar a ser una sensación muy parecida en una relación de pareja sana o en una amistad profunda.

- Apoyo: en una buena relación de amistad se produce una relación de apoyo mutuo, igual que en una pareja.

- Diversión: uno de los aspectos más gratificantes, tanto de la amistad como de las relaciones amorosas, son los buenos ratos de diversión juntos.

Lógicamente, con estos argumentos, DiDonato no trata de justificar algo que a todas luces es un error, sino que la sirve para señalar algunos de los riesgos que corren esas amistades si van un paso más allá, cuando solo y exclusivamente son eso, amistad. Para no caer en este error, la psicóloga propone una serie de diferencias generales entre ambos tipos de relaciones, que pueden utilizarse a modo de trucos para detectar hasta qué punto es factible adentrarse en una aventura.

1. Compartir unas mismas metas

Esta es una de las grandes diferencias, según DiDonato. Al final la convivencia y el funcionamiento de una pareja va decantando progresivamente la balanza hacia un lado, de tal forma que algunos de los objetivos de uno, también acaban siendo los del otro. Aunque, el primer pensamiento pueda llevar a hablar de metas laborales, no solo se trata de estas. Familia, hijos, plan de vida, finanzas... Cualquier aspecto marca la diferencia.

2. El tiempo y la atención que se presta

Un buen amigo es consciente de que no sabrá apenas nada del otro durante esos días. cuando se pasa una semana complicada o más intensa de lo habitual. Esa perspectiva no es la misma cuando hay algo más, ya que aunque falte tiempo, se acaba por arañar minutos al reloj de una u otra forma para disfrutar de un rato con la otra persona y dedicarle esa atención.

3. La interdependencia

En relación con el punto anterior, la prestigiosa profesora de psicología Caryl E. Rusbult señaló que la dependencia entre los miembros de una relación era un rasgo definitorio de esta. Esta dependencia no tiene que verse como algo negativo o enfermizo. Al final es un cambio en el que se pasa del tú o el yo, al nosotros. Algo que no suele ser común en una relación de amistad.

4. El nivel de influencia

Siempre va a influir más en nosotros aquello que dice alguien que tenemos en alta estima, o así debería ser. Esto significa que tanto los buenos amigos como una pareja tienen un nivel bastante elevado de influencia sobre uno mismo. Sin embargo, en una relación amorosa esto va un pasito más allá, ya que muchas veces se acaba asumiendo como propia una decisión conjunta o en la que ha tenido un enorme peso la otra persona.

5. Compromiso

Para DiDonato, el compromiso es el factor más importante para diferenciar a una relación de pareja de cualquier otro tipo de relación. De nuevo Rusbult, indicó en 1980 que la estabilidad de una pareja depende directamente del nivel de compromiso, de la elección voluntaria de cada uno para trabajar y crear un fuerte vínculo que permita seguir avanzando satisfactoriamente en el tiempo, aunque se avecinen tormentas.

Llega un momento de la vida en el que muchas personas empiezan a plantearse seriamente su futuro amoroso a largo plazo. Lo que antes no suponía ninguna importancia y no se dedicaba ni un solo esfuerzo a planear un futuro en pareja, se convierte en casi una obsesión que no para de atormentar el mundo interior del que lo sufre.

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