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Por qué te hacen esperar tanto cuando vas a la consulta de un médico
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¿SE PUEDE ATENDER A ALGUIEN EN 10 MINUTOS?

Por qué te hacen esperar tanto cuando vas a la consulta de un médico

Los españoles esperan 22 minutos de media para que les atienda su médico, en ocasiones mucho más ¿Por qué los médicos están tan saturados?

Foto: Es casi imposible atender correctamente a los pacientes en consultas de menos de 10 minutos. (Corbis)
Es casi imposible atender correctamente a los pacientes en consultas de menos de 10 minutos. (Corbis)

En esta época del año los centros de atención primaria se abarrotan de pacientes con constipados y gripe y, por mucho que tengamos nuestra hora de cita previa, acabamos esperando una cola que a veces se torna interminable.

Aunque las esperas difieren mucho entre los distintos centros de salud,según una reciente encuestalos españoles esperan de media unos 22 minutos para ser atendidos por su médico. No es de extrañar, por tanto, que según la Federación de Sociedades Españolas de Medicina de Familia, la esperapara entrar en la consulta sea la causa más frecuente de insatisfacción en la Atención Primaria.

¿Por qué es tan difícil reducir las esperas en los ambulatorios? La doctora Sanaz Majd, que trabaja en un centro de atención primaria estadounidense, ha explicado en la revista Quick and Dirty Tips que se trata de un problema complejo, que afecta por igual a todos los médicos de familia.

Para poder citar a los pacientes a una hora concreta es necesario establecer un tiempo medio de duración de la cita, pero eso es casi imposible teniendo en cuenta la multitud de casos distintos que pueden darse en Atención Primaria. Hay citas que pueden solucionarse en cinco minutos, pero otras pueden durar mucho más, y nadie sabe el tipo de pacientes que va a llegar cada día. La médicos han reclamado históricamente un mínimo de 10 minutos para atender a los pacientes, pero en la mayoría de comunidades las agendas asistenciales se establecen con un tiempo menor, pese a que las consultas suelen alargarse bastante más.

Una mañana en el ambulatorio

En opinión de Majd, para arreglar este problema es importante entender cómo es el día a día de un médico de atención primaria; un día a día que no difiere mucho entre países desarrollados, pues los problemas que se presentan son similares –aunque, en el caso de EEEU, hay que añadir, además, las discusiones frecuentes sobre la financiación de los tratamientos–.

Esta podría ser una mañana normal de cualquier médico que trate de hacer bien su trabajo. Lo que implica, casi con seguridad, que va a hacer esperar a la gente. En este caso, las visitas tienen una duración estimada de 20 minutos, que es bastante más de lo habitual en España.

Primer paciente: Señor “no voy nunca al médico”

El primer paciente de la agenda es nuevo en el ambulatorio. Se ha olvidado de venir con algo de tiempo para hacer el papeleo. Se supone que estaba citado a las 8:30, pero el papeleo retrasa su cita 10 minutos. Además, su historial médico lleva sin actualizarse años. Una vez que el doctor consigue la información necesaria y le atiende, la cita se ha retrasado 20 minutos respecto a lo hora prevista para finalizar.

El doctor va a llamar al siguiente paciente pero una de las enfermeras le avisa de un electrocardiograma anormal en un cliente. El médico nunca ha visto a este enfermopues es de otromédico que está de vacaciones.Tiene que observar su historial médico, comparar el nuevo electrocardiograma con los anteriores y ver qué hacer. Pierde otros cinco minutos.

Segundo paciente: Doña infección del tracto urinario

La siguiente paciente tiene algunos problemas urinariosfáciles de solucionar. El médico le manda hacerse unos exámenes y le extiende un par de recetas. En sólo 10 minutos de examen y 5 de papeleo puede despacharle. Ya sólo va con 20 minutos de retraso (lo normal).

Tercer paciente: Doña ictus

La siguiente paciente es una anciana de 87 años que ha sufrido un infarto cerebral. Es incapaz de hablar con claridad y va acompañada de un familiar. El doctor tiene que examinar el registro de los 10 días que pasó en el hospital. Tras esto tiene que firmar los volantes para rehabilitación y neurología. La familia se siente frustrada porque no pueden cuidar de ella en casa y piden consejo. El doctor trata de consolar su dolor y proporcionar apoyo y orientación. La paciente además es diabética y tiene los niveles de azúcar por las nubes, por lo que necesita medicación. No hay manera de que esta visita dure lo previsto. La paciente está media hora en la consulta. El retraso es ya de 35 minutos.

Antes de llamar al siguiente paciente el doctor es interrumpido porque uno de sus pacientes presenta una analítica crítica. Tiene que llamarle para pedirle que vaya inmediatamente al hospital. Le lleva cincominutos y el retraso es ya de 40 minutos.

Cuarto paciente: Señora “me duele todo”

La siguiente paciente acude al médico por cuatro problemas: tiene la presión alta, le duele la espalda, tiene síntomas de depresión y le toca hacerse la prueba de Papanicolau. El doctor le explica que, desafortunadamente, no puede tratar todos esos temas a la vez y va a tener que pedir más citas, pero, menos la prueba, acaba mirándole el resto de cosas. Le lleva media hora, con lo que el tiempo de retraso es ya de 50 minutos.

Quinto y sexto pacientes: niño 1 y niño 2

Una madre trae a la consulta a dos niños. Han sido infectados por la misma bacteria y tienen tos y moco. Como les pasa lo mismo les puede atender a la vez y darles las mismas recetas. Les despacha en 5 minutos, ganando 15 y acortando el retraso a 35 minutos.

Octavo paciente: Señora diabetes

La siguiente paciente es una mujer de 58 años con diabetes que acude a su seguimiento cada tres meses. Esta vez, además, quiere pedir ayuda para dejar defumar, como le había recomendado el médico. El doctor se toma su tiempo para explicar qué debe hacer para tener éxito en su intención de abandonar el tabaco y le explica cómo va su diabetes. Después de 20 minutos la paciente se acuerda de que tenía que decirle otra cosa. “Espere, doctor hay algo más, sufro dolor de pecho desde hace tres semanas, y es por eso que he decidió dejar de fumar”. El doctor, lógicamente, no puede ignorar esto, tiene que examinarla y extender un volante, lo que lleva otros veinte minutos. El retraso es ya de 55 minutos.

Noveno paciente: no aparece

El siguiente paciente llega 15 minutos tarde porque se ha perdido tratando de localizar la clínica. El centro tiene la política de no aceptar a nadie que llegue más de 15 minutos tarde, así que no pueden atenderle. El retraso se reduce unos minutos.

Décimo paciente: Señorita depresión

La siguiente paciente ha acudido a la consulta porque siente un extraño hormigueo en manos y pies, pero según está examinándola le revela otro tipo de problemas que no parecen conectados: dolor abdominal, dificultad para respirar y ansiedad. El doctor sospecha que hay algo más detrás de esto e intenta que el paciente exprese lo que siente. De repente la chica empieza a llorar y le reconoce que cree que tiene depresión y que ahora mismo desearía estar muerta. El doctor trata de averiguar qué tipo de depresión afecta a la chica y si sus sentimientos suicidas son peligrosos y la paciente reconoce que trató de suicidarse ingiriendo unas pastillas de su marido. Está claro que la paciente necesita ayuda inmediata y no puede dejar que salga por la puerta tal cual después de lo que ha revelado. Tiene que extender varios volantes y recetas. La visita dura 10 minutos y el retraso es ya de más de una hora.

Los últimos pacientes de la mañana

El doctor atiende a los pacientes que quedanque llevan más de una hora esperando y están bastante enfadados, por suerte son comprensivos y entienden el retraso. No siempre es así. Cuando el doctor acaba de atenderles tiene que hacer todo el papeleo de seguimiento que no ha podido hacer antes. Esta, asegura la doctora Majd, es la típica mañana de un doctor de atención primaria.

Según una declaración pública de la Organización Médica Colegial de España (OMC), en los últimos años se ha producido una progresiva masificación de las consultas médicas que se ha traducido en una fácilmente comprobable disminución de los tiempos en atención a los pacientes lo que, aseguran, conlleva “un serio riesgo para la calidad asistencial”.

¿Realmente puede atenderse bien a alguien en menos de 10 minutos? Se trata de un problema complejo y difícil de solucionar, pero al menos la próxima vez que tengas que esperar en el ambulatorio sabrás que lo más probable es queel médico no tenga la culpa.

En esta época del año los centros de atención primaria se abarrotan de pacientes con constipados y gripe y, por mucho que tengamos nuestra hora de cita previa, acabamos esperando una cola que a veces se torna interminable.

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