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Cómo hacer que tu casa parezca limpísima en sólo 10 minutos
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"ojos que no ven, corazón que no siente"

Cómo hacer que tu casa parezca limpísima en sólo 10 minutos

Esta guía no sirve para asear tu casa de verdad, pero, como dice el refrán, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Si algo parece ordenado y aseado es que lo es

Foto: Sí, en 10 minutos puedes hacer que tu casa parezca limpia. (iStock)
Sí, en 10 minutos puedes hacer que tu casa parezca limpia. (iStock)

Para mantener un hogar bien aseado hay que realizar una limpieza a fondo casi todas las semanas, y asegurarnos de lavar lugares a los que nunca llegamos. Pero la cruda realidad es que no todos tenemos tiempo para ello, ni el dinero para que alguien lo haga por nosotros.

Mientras estemos solos en casa, y siempre que nuestros compañeros de piso o pareja tengan una tolerancia a la suciedad similar a la nuestra, es posible convivir con alguna mota de polvo, un yogur olvidado en la mesa del salón, un cenicero rebosante o un baño que no está todo lo limpio que debiera. El problema surge cuando vienen visitas, la casa está hecha un Cristo, y no tenemos tiempo para limpiarla en condiciones.

Lo ideal, dirán algunos, es pasar de invitar a la gente a casa y sugerir el mítico “mejor quedamos en un bar, que ahora mismo no tengo nada para beber”. Pero amigos, esto no siempre funciona. Tu madre –o, peor, tu suegra– puede aparecer en tu casa en cualquier momento y, si eres soltero, y estás en racha, nunca se sabe cuándo vas a tener que invitar a alguien de un momento para otro.

Por todo ello, harías bien en saber cómo hacer que la casa parezca limpia en un abrir y cerrar de ojos. Ni qué decir tiene que esta guía no sirve para asear tu casa de verdad, pero, como dice el refrán, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Si a las visitas les parece que la casa está ordenada y aseada puedes darte con un canto en los dientes. Estos son los pasos que debes seguir.

1. Antes de volverte loco limpiando, ordena

Tus visitas llegarán en menos de 10 minutos, pero ayer saliste, te has quedado dormido y sólo te ha dado tiempo a darte una ducha rápida. La casa está hecha un asco. Cálmate y piensa, ¿qué es lo que realmente da una casa mal aspecto?

Hay algo peor que la suciedad, y es el desorden. Lo primero que debes hacer es retirar de la vista aquellas cosas que indican, sí o sí, que no te has molestado en limpiar tu morada. Esto es, cualquier cosa que este fuera de lugar: platos o envases en el salón, bolsas de plástico (no hay nada que de una mayor sensación de suciedad), ropa, papeles… La bolsa de basura es tu mejor aliado, mete en ella todo lo que este fuera de lugar y no necesites conservar.

2. Céntrate en los espacios donde estarán las visitas

Si vas muy pillado de tiempo acumula las cosas que no sepas donde meter en un cuarto donde las visitas no tengan porque entrar. Piensa que la mayoría no pasa del salón y el baño, así que son estos lugares los que deben estar realmente respetables. La cocina es un espacio intermedio, pero siempre puede estar algo más desordenada (puedes inventarte que ayer diste una cena y no te ha dado tiempo a limpiarla a fondo).

3. Abre las ventanas

Mientras estás limpiando no te olvides de abrir las ventanas para que la casa se airee. Da igual que estemos en invierno, no hay nada peor para un invitado que comerse tu olor corporal acumulado en el salón.

4. Barre

Fregar o pasar la aspiradora lleva un poco más de tiempo pero en un minuto habremos barrido el pasillo, el salón y el baño, quitando la suciedad más evidente.

5. Deshazte del polvo

No hace falta que te vuelvas loco pasando el plumero por todos los rincones de la casa, pero coge un trapo o bayeta, humedécelo, y pásalo por la superficie de los muebles que estén a la vista de todos. Presta especial atención a las mesas del salón –si tienes un mantel limpio, puedes ponerlo, pues le da un toque que no tiene una mesa desnuda–, y limpia las partes de las estanterías que sean visibles. Si quieres ir rápido olvídate de las baldas superiores, que nadie va a mirar. Sólo debes ocuparte del polvo con el que los invitados puedan establecer contacto visual.

6. Limpia el baño

¿Limpiar el baño en un par de minutos? No, no es posible, pero sí lo es que parezca limpio. Coge un estropajo y deshazte, rápidamente, de la suciedad visible del lavabo: asegúrate de eliminar restos de jabón y pasta de dientes. Luego pasa al inodoro, elimina con el estropajo cualquier mancha de la superficie y utiliza la escobilla para el interior. Echa lejía, que eliminará cualquier posible mal olor. No tienes tiempo para más. La ducha puede estar hecha un asco, pero si cierras la cortina no tiene por qué ver nadie la suciedad.

7. Dale la vuelta a los cojines

El sofá es el punto neurálgico de cualquier encuentro hogareño, y es lo primero en lo que se van a fijar las visitas. Como no te va a dar tiempo a limpiarlo en profundidad, limítate a colocar bien los cojines y dales la vuelta, pues el otro lado tendrá menos suciedad.

8. Ten siempre aperitivos

Todo puede disimularse con una lata de cerveza y unos cacahuetes. Ten siempre a mano algunos snacks, vino, refrescos o cerveza para ofrecer a tus invitados. No vas a dejar de parecer un guarro por ofrecer comida, pero tus invitados te juzgarán de forma mucho menos dura. Si has hecho todo lo que te recomendamos, esta será la guinda para mantener a las visitas clavadas en el sofá, sin darse cuenta de que el resto de tu casa está impresentable.

Para mantener un hogar bien aseado hay que realizar una limpieza a fondo casi todas las semanas, y asegurarnos de lavar lugares a los que nunca llegamos. Pero la cruda realidad es que no todos tenemos tiempo para ello, ni el dinero para que alguien lo haga por nosotros.

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