Cómo cambiar a tu pareja en tres sencillos pasos (y varias alternativas opcionales)

En los inicios de una relación sentimental, nuestra visión de la otra persona está generalmente idealizada y –propio del ‘mundo de piruleta’ al que nos acabamos de mudar– tendemos a destacar a diario todas esas cualidades por las que valoramos estar a su lado.

Pero, ¿qué ocurre cuándo termina la novedad y las virtudes de nuestra pareja parecen disiparse? ¿Es que acaso ya no es la misma persona de la que nos enamoramos? Existe la creencia generalizada de que en cuanto nos asentamos en una relación, la atracción por su forma de ser y actitudes comienzan a venirse abajo y dejamos de valorar todo lo que antes mitificábamos.Yasólo vemos lo malo.

Llegados a este punto de inflexión seguro que no hemos dado tantas vueltas a la cabeza como el doctor Jeffrey Bernstein, quien plantea en su libro Why Can't You Read My Mind? (Da Capo Press) los tres pasos para conseguir que mejore tu relación, tu pareja vuelva a parecerte fascinante y se reactivenesas ‘alas de mariposa estomacales'.

Tan sencillo como coger papel y lápiz, porque el doctor advierte que “realmente funciona” si se hace a mano (todo un romántico):

1.Haz una lista con sus puntos fuertes y débiles

Elaborarla prestando atención a las cosas buenas de nuestra pareja y plantearnos qué es lo que verdaderamente nos disgusta de su actitud. Buscala equidad (suerte).

2.Durante 14 días, incluir una cualidad positiva en la lista de virtudes

Dedicar entre cinco o diez minutos al día para escribir nuevas cualidades positivas sobre nuestra pareja en la lista. Vaya, que poco a poco la lista de pros supere a los contras (ánimo).

3.Cuéntale a tu pareja cada nueva virtud que añadas

El ejercicio no tiene sentido si no se comparten todas aquellas cualidades positivas que ahora vemos (o antes callábamos) de la otra persona (hablando se entiende la basca).

ComoexplicaenPsychology Today, parece que, según el doctor,la base para mejorar una relación sentimental se centra en la energía y pensamientos positivos. Es decir, destacar las cualidades positivas de nuestra pareja y dejar de pensar que ya no las tiene, que en realidad tiene muy pocas –y no te habías dado cuenta–o que han desaparecido porque al principio todo era “teatro”.

Pese a que los científicos explican que el amor es una reacción química con duración determinada, quizás seguir los tres pasos de Bernstein pueda ayudar a racionalizar los sentimientos, no obsesionarnos con la sensación de rutina y comodidad, aportando pensamientos positivos en torno a nuestra pareja y volviendo adestacar todas aquellas cualidades que habíamos creído olvidar. Puede.

Destacar pequeñas cosas cotidianas que hace nuestra pareja tan sencillas como que “élhace su café por las mañanas a pesar de que prefiere tomar el té” (esto es solidaridad hermanos), son pequeñas herramientas para apreciar a nuestra pareja mejorando la visión que tenemos de él o ella.

Sin embargo el doctor advierte que “no se trata de una solución milagrosa” (que no cunda el pánico) pero que modificando nuestra visión de las cosas que hace sacando a relucir las positivas nos ayudará a “continuar valorando a nuestra pareja yentender por qué merece la pena estar con ella”. Y de paso queda por escrito.

La opción de las listas puede valer (siempre que sean las de la compra y establezcas que no serás tú quien tenga que pelear en la cola de El Día) pero al margen de pros y contras, debes asumir que tu pareja, a estas alturas de la relación, te cae mal, pero aún hay alternativa para conseguir que tu pareja vuelva a gustarte (al menos que la soportes).

Convenciéndola de que viste mal: quizás un cambio de ropa pueda hacerte pensar que es una persona diferente, a veces somos así de básicos.

Consigue que abandone a sus amistades: ¿quién te cae peor? ¿Tu pareja o sus amigos? Aislándola del mundo y si solo tiene trato contigo y con los tuyos, ¡seguro que conseguís tener muchas cosas en común!

Haz que su madre se mude: Aunque sea una tipa maja que te suministra tuppers semanales, no nos engañemos: sigue teniendo el control de la situación.

Escoge tú los planes de ocio: El amor no significa tragarse un derbi Atlético- Real Madrid ni la final de Gran Hermano 15 (ya es oficial que se os ha ido de las manos). ¿O sí? Bueno, sea como fuere escoges tú.

Apunta a tu pareja a un curso de masaje (si hay tiempo a fisioterapia): seas quien seas, sabes que esto hará que te haga sentir mejor y, de paso, también te caiga un poco menos mal.

Cambia su forma de hablar: esto va en función de manías, pero a veces un buen logopeda o (intervención médica si fuese necesario) que ayude a que su voz sea completamente diferente y deje de tener ese deje que tanto detestas, te ayudará a ver (y especialmente oír) con mejores ojos a tu pareja.

Máscaras, maquillaje o cirugía estética: si el problema está en su cara.

¿Has tomado nota de nuestros consejos? Si te parecen demasiado atrevidospero has llegado a un punto de no retorno con tu pareja, debes recordar que lo importante es la comunicación y, si es imposible solucionarlo y las diferencias son insalvables,en ocasiones –por muy doloroso que resulte–lo mejor es dejarlo.