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"Todo se decide en menos de diez minutos": la nueva y pragmática seducción femenina
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EL ARTE DEL CORTEJO

"Todo se decide en menos de diez minutos": la nueva y pragmática seducción femenina

Todo cambia, y en lo que se refiere a ligar mucho más. Los protocolarios rituales del arte de la seducción se han transformado por completo en los últimos años

Foto: El tiempo promedio que las mujeres emplean para el cortejo no sobrepasa los quince minutos. (Corbis)
El tiempo promedio que las mujeres emplean para el cortejo no sobrepasa los quince minutos. (Corbis)

Todo cambia, y en lo que se refiere a ligar mucho más. Los protocolarios rituales del arte de la seducción se han transformado por completo en los últimos años. Ni el cortejo se basa ya en la reproducción de solemnes actos ceremoniales ni el que tiene que llevar la iniciativa es el hombre. Cada vez más, las mujeres son las que se lanzan y marcan las pautas para ligar, caracterizadas por un pragmatismo mucho mayor que el de los hombres. Según la opinión de ellas, quince minutos son suficientes para discernir si una persona que las atrae puede convertirse en una pareja potencial o no, según los resultados de una encuesta realizada por Ipsos a más de un millar de mujeres.

Concretamente, para el 43% de las consultadas, todas de nacionalidad francesa, el tiempo de cortejo no suele durar más de cinco minutos, mientras que el 58% de ellas opinan que en un máximo de diez se decide todo. De media, el cortejo femenino dura 14 minutos y 30 segundos. El tiempo es oro, y el amor ya no es ninguna excepción. Además, cuanto más jóvenes más pragmáticas, siendo las mujeres de entre 18 y 24 años las que menos tiempo de cortejo emplean.

El paso delante de las mujeres parece que tiene más que ver con el suspenso de los hombres en materia de cortejo que con la liberación femenina. A tenor de los resultados de la encuesta, los buenos seductores son una especie en extinción, pues para el 72% de ellas es muy difícil encontrar hombres que sepan ligar. Como consecuencia, una de cada tres reconoce que cuando se sienten atraídas por alguien no se plantan a esperar que él tome la iniciativa, sino que son ellas quienes tratan de seducirlo.

Dónde, cómo y con quién

Si los hombres no saben ligar, ellas parecen contar con la fórmula perfecta para conseguir sus objetivos. Según afirma la mayoría de ellas (ocho de cada diez), sólo necesitan dos intentos para seducir a un hombre. Sin embargo, como matiza Arden Leigh en The New Rules of Attraction, donde desvela todas las claves para seducir a un hombre, “lo fácil para una mujer es ligar, en general", pero que harina de otro costal es llamar la atención del hombre que verdaderamente interesa.

Romanticismo y pragmatismo parecen ser dos conceptos cada vez más interrelacionados. Con la irrupción de internet todo se ha hecho más fácil, ya no sólo para conocer a gente afín en portales de citas, sino para obtener información sobre las potenciales parejas. Así, el 74% de las mujeres reconocen que buscan a las personas que las atraen en las redes sociales antes de ligar con ellas. Una forma de conocer ciertos aspectos de su personalidad, gustos y aficiones, que utilizan de guía a la hora de abordarlos.

Una buena parte de ellas (el 40%) dicen hacer la primera toma de contacto con ellos por internet, para lo que un 43% no duda en alterar su perfil social para hacerlo más atractivo a ojos de la persona con la que tratarán de ligar. Otra de las pautas que suelen seguir es la denominada “desestabilización emocional”, es decir, dar señales contradictorias para que la otra persona dude de si realmente les interesa o no.

Los amigos comunes son otra de las principales bazas que utilizan las mujeres para lograr una primera toma de contacto con el hombre que les interesa. Los lugares preferidos para ligar son a día de hoy las fiestas o las cenas organizadas por amigos en casas particulares (según el 75% de las encuestadas). El trabajo es el segundo lugar que más triunfa para ligar, seguido de las discotecas o los bares de noche y, en cuarto lugar, las bodas. Sin embargo, para el grupo de edad que va de los 18 a los 25 años las discotecas siguen siendo el lugar fetiche del cortejo, junto a las redes sociales.

Romanticismo y pragmatismo

El amor romántico parece perder fuelle entre las nuevas generaciones, y es que tres de cada cuatro encuestadas aseguran haber sufrido una ruptura traumática, por lo que sólo una de cada dos cree que existe el amor verdadero para toda la vida. Un desencanto que explicaría la transformación en los protocolos de cortejo, cada vez menos ceremoniales, rápidos y directos al grano. A pesar de todo, sólo el 25% de ellas afirman que han tenido una relación con una persona a la que acababan de conocer, mientras que una de cada cinco estaría dispuesta a mantener un encuentro esporádico con una persona que realmente la atraiga para construir con ella una relación seria.

De lo que no hay duda es de que cada vez hay más separaciones y de que el tiempo de duración promedio de una pareja se ha reducido, hasta establecerse en una media de siete años. A los cinco nuevos tipos de relaciones de pareja que lo están cambiando todo,se suman el miedo al compromiso y la falta de resiliencia en el amor de las personas más jóvenes. Y es que el sentimiento amoroso está asociado, inevitablemente, aepisodios pasajeros de frustración y soledad. Unas contrapartidas difícilmente asumibles en la sociedad del confort absoluto y el hedonismo constante.

Todo cambia, y en lo que se refiere a ligar mucho más. Los protocolarios rituales del arte de la seducción se han transformado por completo en los últimos años. Ni el cortejo se basa ya en la reproducción de solemnes actos ceremoniales ni el que tiene que llevar la iniciativa es el hombre. Cada vez más, las mujeres son las que se lanzan y marcan las pautas para ligar, caracterizadas por un pragmatismo mucho mayor que el de los hombres. Según la opinión de ellas, quince minutos son suficientes para discernir si una persona que las atrae puede convertirse en una pareja potencial o no, según los resultados de una encuesta realizada por Ipsos a más de un millar de mujeres.

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