No sabemos ligar, según la ciencia: la otra persona ni se entera de que flirteas

“Si crees que alguien no está interesado en ti, probablemente estés en lo cierto”, explica Jeffrey Hall, profesor de estudios de comunicación de la Universidad de Kansas. “Pero si lo está, lo más probable es que no te des cuenta”. Estas son las principales conclusiones de un estudio que el investigador ha realizado entre 52 parejas de estudiantes solteros, que pone de manifiesto lo que muchos sospechábamos: somos terribles ligando, pues lo más normal es que la otra persona ni siquiera se percate de nuestras intenciones.

Para elaborar su estudio, publicado en la revista 'Communication Research', Hall junto a las parejas de desconocidos en una habitación, en la que estuvieron hablando entre 10 y 12 minutos, pensando que estaban participando en un estudio sobre “primeras impresiones” (no sobre ligar).

Al finalizar las conversaciones, los participantes tuvieron que rellenar un cuestionario en habitaciones separadas. Entre otras cosas, tenían que reconocer si habían aprovechado para ligar con la otra persona, aprovechando la situación, y también si creían que la otra persona había estado ligando con ellos.

Los estudiantes se percataron con bastante precisión (un 80%) de que la otra persona no estaba ligando con ellos, pero fallaron al percatarse de los casos en los que sí estaban ligando con ellos: acertaron el 36% de los hombres y tan sólo el 18% de las mujeres.

Ligar no es sencillo

“El comportamiento propio de alguien que está ligando es difícil de percibir, y hay varias razones que explican esto”, asegura Hall en el estudio. “La gente no va a ligar de forma obvia porque no quieren ser avergonzados. Flirtear se parece mucho a ser simpático, y no estamos acostumbrados a que se reconozca el ligoteo como tal, por lo que no podemos mejorar nuestra percepción de éste”.

En la segunda parte del estudio, Hall reunióa 250 personas distintas para que vieran vídeos de seis minutos que mostraban las interacciones de los participantes en la primera parte de la investigación. La precisión de estas terceras personas para detectar que estudiantes estaban ligando no mejoró respecto a los propios participantes. Sólo el 66% de las personas acertaron cuando los estudiantes no estaban ligando, y un 38% cuando sí lo estaban haciendo. El menor nivel de precisión fue el de las mujeres detectando a los hombres que estaban ligando: sólo acertaron un 22%.

Otra de las conclusiones que arroja el estudio es que es más fácil detectar el ligoteo de las mujeres que el de los hombres. “No parece que esto suceda porque los hombres tienen una mayor intuición sobre las mujeres que las mujeres sobre los hombres”, explica Hall. “Lo que parece es que, sencillamente, las mujeres son algo más claras respecto a sus intenciones”.

¿Qué lecciones puede enseñarnos este estudio sobre nuestro día a día? Hall es “claro” al respecto: ni pienses que todo el mundo está ligando contigo (porque lo más habitual es que no lo estén haciendo) ni pienses que nadie quiere ligar contigo (porque aunque lo estén haciendo, no te vas a dar cuenta). Tu única certidumbre es la incertidumbre.