Es noticia
Cómo casarse con un millonario (y no, no resulta imposible si eres "un poco feo")
  1. Alma, Corazón, Vida
Es conveniente dar clases de golf y de vela

Cómo casarse con un millonario (y no, no resulta imposible si eres "un poco feo")

Woody Allen afirmaba que el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que se necesita un especialista para diferenciarlo

Foto: ¿Merece la pena casarse con un millonario? (Janni Chavakis/Corbis)
¿Merece la pena casarse con un millonario? (Janni Chavakis/Corbis)

"Money, money, money / must be funny /in the rich man's world",cantaba Abba y, la verdad, cuesta quitarles la razón. Un poco en la misma línea, afirmaba Woody Allen que "el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia". Es evidente que el dinero no lo es todo, ni muchísimo menos, pero también es evidente que tener una gruesa cuenta bancaria hace las cosas más fáciles y, desgraciadamente, en el mundo en el que vivimos cada vez más cosas dependen de él.

Sin embargo quizás haya algo más sencillo que ser millonario: casarse con uno. Con apenas echar una firmita –y, en caso de que se considere pertinente, montar un bodorrio– se beneficia uno de los bienes que otro ha conseguido. La ficción, además, ha generado miles de historias que nos hacen pensar en una pobre chica salvada por un hombre rico (o viceversa). Y aunque lo que Julia Roberts quiere en Pretty Woman es el "cuento de hadas" y no que le pongan un pisazo, lo cierto es que al final termina teniendo las dos cosas.

El director del Centro de Ansiedad y Fobia del White Plains Hospital, Frederic Neuman, se sorprende de la cantidad de gente que sueña diariamente con ganar la lotería y tiene fantasías acerca de cómo mejoraría su vida si fueran ricos. ¿No es más sencillo que ganar la lotería –se pregunta Neuman– casarse con alguien rico?

Los beneficios que proporciona el dinero

"Personalmente, no me impresionan demasiado las ventajas de ser ricos, pero sí que tiene algunas", afirma Neuman. Y la afirmación sorprende, porque él halla, efectivamente, muchas ventajas en la posesión de tener mucho dinero.

Hay que apuntarse a clases de vela o de golf, o ir a clubs selectos

Considera que si eres rico puedes comprar un coche caro e impresionar a mucha gente; puedes comprar una casa, e incluso dos; puedes comprar whisky caro y caviar, bienes muy estimados por la mayoría de la gente; puedes irte de vacaciones a cualquier lugar del mundo; puedes dar una vuelta en helicóptero e ir a un restaurante diferente cada día; puedes permitirte comer cualquier cosas y comprar artículos que aparecen anunciados en las revistas de moda, como abrigos de piel o joyas... Todas esas son algunas de las ventajas que Neuman considera que aporta el dinero y, sin embargo, afirma tajante que ser rico no implica ningún éxito ni ninguna victoria, ni demuestra ninguna condición especial que uno pueda tener.

El secreto del éxito

A pesar de renegar de ese modo de los asombros que el dinero puede causar, Neuman tiene un consejo fundamental para aquellos pacientes que quieren casarse con un millonario: pasar tiempo en los lugares que los más ricos frecuentan. Aconseja apuntarse a clases de vela o de golf, o ir a clubs selectos.

Se recomienda asistir a recaudaciones de dinero por una buena causa

Además, afirma tajantemente que no debes desanimarte si eres "más bien feo", pues alguien que es "más bien feo" puede ser igualmente deseable: todo es cuestión de personalidad, actitud y estilo.

Recomienda, asimismo, asistir a recaudaciones de dinero por una buena causa. Dice con malicia que, cuanto más desconocida sea la causa –"como huérfanos etíopes, por ejemplo"– más probable es que la gente invitada sea muy, muy rica. Los multimillonarios, considera Neuman, se enorgullecen de participar en acciones caritativas para combatir desgracias de las que nadie ha oído hablar.

El verdadero problema

Neuman, que ejerce como terapeuta, cree que el principal problema de la gente que quiere casarse con alguien verdaderamente rico –o que quieren ganar la lotería: lo mismo da– es que pretenden conseguir algo sin tener que pasar por el esfuerzo que ello implica. Así, los casos de abandono de la empresa son muy numerosos. Neuman hace hincapié en que "quien algo quiere algo le cuesta", y en que si alguien desea efectivamente casarse con un millonario debería poner todas sus energías en ello. Quizá cabría añadir, además, que la gente que quiere casarse con un millonariotiene otro problema: ha errado en el descubrimiento de los motivos que lo conducen a uno a casarse. Pero eso ya va ligado a la escala de valores de cada cual.

"Money, money, money / must be funny /in the rich man's world",cantaba Abba y, la verdad, cuesta quitarles la razón. Un poco en la misma línea, afirmaba Woody Allen que "el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia". Es evidente que el dinero no lo es todo, ni muchísimo menos, pero también es evidente que tener una gruesa cuenta bancaria hace las cosas más fáciles y, desgraciadamente, en el mundo en el que vivimos cada vez más cosas dependen de él.

Súper ricos Relaciones de pareja Humor Millonarios
El redactor recomienda