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¿Por qué hay cámaras en el quirófano de los abortos?
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¿Por qué hay cámaras en el quirófano de los abortos?

El cierre reciente de la clínica C.B. Medical de Madrid, una de las sucursales del doctor Carlos Morín, encarcelado por practicar supuestamente abortos ilegales en sus

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¿Por qué hay cámaras en el quirófano de los abortos?

El cierre reciente de la clínica C.B. Medical de Madrid, una de las sucursales del doctor Carlos Morín, encarcelado por practicar supuestamente abortos ilegales en sus cuatro centros de Barcelona, ha puesto de manifiesto numerosas irregularidades en la práctica de interrupciones de embarazo.

Una mujer, que ha vivido en segunda persona el viaje de una amiga que se propuso abortar, denuncia en una carta al Defensor del Paciente el trato dispensado en la clínica de Morín en Madrid. Entre otras cosas, habla de cámaras en los quirófanos. Esta es la historia resumida:

"Una amiga mía estaba embarazada de dos semanas (...). Acude inmediatamente a su ambulatorio de la Seguridad Social y la trabajadora social la desvía a C.B. Medical. Le explica que Esperanza Aguirre está desviando pacientes a empresas privadas cuyo costo asume la Sanidad Pública (...)".

"A mi amiga la intervienen el 28 de noviembre (ya estaba de cinco semanas). Antes ha de firmar muchos papeles. Y, entre ellos, uno que se le niega la operación si no da su consentimiento para que la empresa (la clínica) se quede con sus datos. ¿No debería sus datos a la Seguridad Social? Nada conforme, tiene que firmarlo: no quiere que el ovocito de su útero se transforme en un ser humano entre papeles administrativos".

"Se niegan a darle copia de ninguno de esos documentos (...). A los tres días acude a la clínica, llena a rebosar. Haciendo tiempo, lee de arriba abajo nombres de una placa en la pared de la entrada. El señor Carlos Morín Gamarra es el director del centro. ¡No puede ser: ¿el que opera en Barcelona?! (...). Enseguida la llaman. Le entregan una bata, un gorro y unas zapatillas de hospital. Le hacen pasar a un aseo para cambiarse y esperar a que vayan a buscarla. A falta de otro sitio, se sienta en el váter. Pasan 10 minutos interminables por el frío que hace".

"Efectivamente, ya no le parece una clínica, sino una empresa (...). Ni la trabajadora social ni los ginecólogos le han explicado nada acerca de la intervención (...). Finalmente, una enfermera la lleva al quirófano (...). La desnudan. El cirujano se sienta a esperar en un taburete (...). Ella se siente como una vaca en el matadero (...). De repente, en la pared ve una cámara frente a ella. Un escalofrío le recorre el cuerpo desnudo. Observando la cámara, llega el anestesista y le aplica la anestesia. ¿Para qué una cámara? ¿En las manos de qué profesionales se abandonó? (...). Salgamos de esta anestesia general".

Ilustración de Julio Cebrián.

El cierre reciente de la clínica C.B. Medical de Madrid, una de las sucursales del doctor Carlos Morín, encarcelado por practicar supuestamente abortos ilegales en sus cuatro centros de Barcelona, ha puesto de manifiesto numerosas irregularidades en la práctica de interrupciones de embarazo.

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