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La caridad despierta los centros de placer en el cerebro
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La caridad despierta los centros de placer en el cerebro

Saber que su dinero está yendo a una causa justa puede activar en algunas personas los mismos centros cerebrales de placer que comer y tener sexo,

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La caridad despierta los centros de placer en el cerebro

Saber que su dinero está yendo a una causa justa puede activar en algunas personas los mismos centros cerebrales de placer que comer y tener sexo, informaron investigadores estadounidenses. Las personas que participaron en un estudio se sintieron motivadas y complacidas al saber que su dinero iba a obras de caridad, aún cuando la contribución era obligatoria, como por ejemplo un impuesto.

Las participantes se sentían aún mejor cuando hacían donaciones voluntarias, según los expertos. Ulrich Mayr, profesor de Psicología de la Universidad de Oregon, dijo que la investigación arroja luz sobre la naturaleza del altruismo y que podría ayudar a las personas a tener mejores sentimientos cuando pagan impuestos.

"Muestra que en un mundo ideal se podría dar una situación impositiva donde uno podría ser un contribuyente satisfecho", dijo Mayr, cuya investigación fue publicada en la revista Science. En el estudio, Mayr y dos economistas dieron a cada una de 19 voluntarias 100 dólares y luego siguieron su actividad cerebral por medio de imágenes por resonancia magnética. Las mujeres vieron cómo su dinero pasaba automáticamente de su cuenta a un banco de alimentos.

Cuando el dinero llegó a la cuenta de la entidad se activó una porción del cerebro que se considera ligada al placer. El efecto fue aún mayor cuando las personas eligieron donar el dinero. "Lo que es interesante es que estas zonas del placer están ligadas a necesidades realmente básicas, como alimentación, sexo, refugio y relaciones sociales", explicó Mayr en una entrevista telefónica. "Es la región que le dice al cerebro lo que es bueno para nosotros", agregó.

El especialista y sus colegas esperan descubrir si hay algo en el acto de dar en sí mismo -y no sólo la recompensa social y egoísta de ser filántropo- que produzca satisfacción. "El hecho de encontrar actividad del placer en estas situaciones similares al pago obligatorio de impuestos sugiere fuertemente la existencia de altruismo puro", dijo el psicólogo. Por supuesto, simular pagar un impuesto es muy distinto a pagarlo efectivamente a un gobierno con políticas que uno puede o no apoyar, destacó Mayr.

"Lo que demuestra (este trabajo), en principio, es que somos capaces de sentirnos bien pagando nuestra parte", agregó el investigador. "La pregunta es '¿por qué nos sentimos mal tan seguido por pagar nuestros impuestos?' Nuestro estudio muestra que vale la pena buscar una respuesta", concluyó el autor.

Saber que su dinero está yendo a una causa justa puede activar en algunas personas los mismos centros cerebrales de placer que comer y tener sexo, informaron investigadores estadounidenses. Las personas que participaron en un estudio se sintieron motivadas y complacidas al saber que su dinero iba a obras de caridad, aún cuando la contribución era obligatoria, como por ejemplo un impuesto.

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