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La inversión extranjera arroja un rayo de esperanza a la vivienda de costa
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EL MEDITERRÁNEO, ÁREA MÁS CASTIGADA

La inversión extranjera arroja un rayo de esperanza a la vivienda de costa

No hay quien venda un piso y menos todavía en la Costa Mediterránea. Es la frase más repetida entre los principales promotores de buena parte de

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La inversión extranjera arroja un rayo de esperanza a la vivienda de costa

No hay quien venda un piso y menos todavía en la Costa Mediterránea. Es la frase más repetida entre los principales promotores de buena parte de España. Sus lamentos no están infundados. Los últimos datos de Tinsa reflejan una caída del 14,3% en los precios de la vivienda de estas regiones a lo largo del mes de abril. Es el descenso más acusado de toda España en comparación con los datos registrados en el mismo mes del pasado año. Sin embargo la reactivación de la inversión extranjera trae esperanza a un mercado herido.

Desde que se produjera el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de 2007, las viviendas de la costa mediterránea han sufrido una drástica reducción de sus precios que ya alcanza el 37%. La brecha respecto a las capitales y grandes ciudades españolas (que caen un 32%) y a otras zonas metropolitanas (-30%) pone de relieve la difícil situación que atraviesan estas áreas.

Sin embargo, aunque los españoles apenas están comprando casas y, mucho menos de segunda residencia o vacacional, los inversores extranjeros sí comienzan a animarse alentados por el descenso del precio de la vivienda. De hecho, según los datos del Banco de España, la inversión extranjera en la Costa del Sol aumentó el año pasado un 27% tras varios ejercicios consecutivos de caída. Una tendencia que, según se estima en el sector, se ha mantenido en el primer trimestre del año.

En concreto, en la Costa del Sol los inversores desembolsaron 1.900 millones de euros, lo que supone el 40% del total de España. Británicos y alemanes, con un 60% y un 30% de los inmuebles adquiridos, respectivamente, son los inversores que más están apostando por la vivienda de costa española, aunque los nórdicos –principalmente daneses y suecos- también están mostrando un interés elevado.

No hay quien venda un piso y menos todavía en la Costa Mediterránea. Es la frase más repetida entre los principales promotores de buena parte de España. Sus lamentos no están infundados. Los últimos datos de Tinsa reflejan una caída del 14,3% en los precios de la vivienda de estas regiones a lo largo del mes de abril. Es el descenso más acusado de toda España en comparación con los datos registrados en el mismo mes del pasado año. Sin embargo la reactivación de la inversión extranjera trae esperanza a un mercado herido.